En los años ochenta, cuando trabajaba en Suiza en una fábrica de plásticos de la familia Lugon, Guillermina, la matriarca, natural de Valladolid, me recomendaba estudiar chino, en su opinión, el idioma del futuro. La verdad es que no le hice caso, pero reconozco que el futuro ya llegó y el chino nos va resultar más familiar de lo que podíamos esperar.
Para nosotros, occidentales espigados y blanquitos, los amarillos nos parecían demasiado pequeños, oscuros y lejanos. Pues ya están aquí -en Asturias y en todas partes- y entran por la puerta grande, sin complejos.
Primero fueron los empresarios Mittal, de la India, que ya son los dueños de nuestra ENSIDESA; ahora son los chinos, esos comunistas-capitalistas, que nos atraparon al financiar nuestra deuda y ahora nos hacen el favor de comprar nuestra principal eléctrica, sí la Hidroeléctrica del Cantábrico, esa empresa que parecía tan sólida y tan nuestra. Pues no, ya no es nuestra ni de lejos, por mucho que nos lo quieran maquillar y po rmucho que nos consideremos dueños de los ríos.
Cuando en los años ochenta nos enteramos que la empresa ALSA había puesto un autobús en China nos parecía que éramos los dueños de Asia y nos echamos a la bartola.
Todo esto me recuerda la fábula de la cigarra y la hormiga. Nosotros, cigarras que no pensamos más que en fiestas y vacaciones, sin mirar más allá de nuestro ombligo, nos pasamos los años dulces de la economía del bienestar derrochando hasta lo que no teníamos y empeñándonos hasta las cejas para comprar lo que no necesitábamos. Mientras, las hormigas chinas laboraban día y noche y ahorraban. Y ahí están, a la chita callando, haciéndose dueños del mundo y desbancando, de manera silenciosa, al otro Imperio.
Tienen la mayor hidroeléctrica del mundo (Tres Gargantas), pero quieren más y acaban de entrar en el negocio de la energía de Europa por la puerta de atrás que es Portugal, imagino que con un objetivo más amplio y no me extrañaría nada que muy pronto su tendido eléctrico conecte Lisboa con Pekín.
Mis mejores recuerdos para Guillermina Lugon, una trabajadora infatigable, hecha a sí misma y pionera en el negocio del plástico en los tubos de ensayo de los hospitales, junto a su esposo e hijos. En los ochenta, cuando en España ni se conocían los actuales tubos de colores, ellos los fabricaban por millones, pero sus principales clientes eran los países árabes.
Un proverbio chino dice que vale más una buena crítica que mil elogios. Aquí haremos crítica constructiva para dar voz a los que no pueden hacerse oír en la Aldea Global de la que formamos parte y que, curiosamente, nos satura de información. Un ruido que nos aturde y nos impide distinguir el grano de la paja; la cordura de la herejía. Dedicado a Mariano José de Larra(1809-1837), autor del grito: ¡Escribir en España es llorar! y a quienes pensaron lo mismo, pero no se atrevieron a decirlo.
lunes, 26 de diciembre de 2011
miércoles, 21 de diciembre de 2011
En recuerdo de Gaspar García Laviana
Ya sé que tocaría hablar del Gobierno, pero prefiero salirme por las ramas y otear horizontes más amplios. Este mes se cumplen los 33 años de la muerte del misionero-guerrillero asturiano, Gaspar García Laviana, fallecido en Nicaragua el 11 de diciembre de 1978 a manos del ejército de Somoza, que tendió una emboscada el grupo guerrillero sandinista del que formaba parte el Comandante Martín, nombre de guerra en honor al patrón de San Martín del Rey Aurelio, concejo en el que nació en 1941. Gaspar decidió echarse al monte en el momento que comprobó los recortes que el régimen somocista impuso a la educación de los más desfavorecidos, en éste caso, los niños de los poblados de sus parroquias en Tola o San Juan del Sur. Imagino que la decisión tuvo que ser dura, pero según sus palabras, no le quedaba otra alternativa. Admiro a las personas que dan la vida por los demás, o por un ideal: político o religioso. En su caso, Gaspar tenía mucha fe en los sandinistas, que más tarde llegarían al poder. La borrachera del éxito les llevó a hacer muchas tonterías que Gaspar no habría aprobado y que los nicaragüenses castigaron quitándoles de las instituciones. En los últimos meses les han dado otra oportunidad para demostrar lo que pueden hacer por Nicaragua.
Tuve la oportunidad de conocer los dominios de Gaspar García Laviana en Nicaragua en el año 1998, coincidiendo con el vigésimo aniversario de su muerte. A pesar del tiempo y de las nuevas generaciones, el misionero asturiano seguía muy presente en las mentes y las casas de San Juan del Sur, donde se veneraba su figura, que presidía los hogares. Algo parecido sucedía en la vecina localidad de Rivas, cuyo hospital lleva el nombre del misionero, que preside el acceso con un gran mural de su retrato, a lo Che Guevara. Dice el economista Niño Becerra que las revoluciones en el primer mundo ya no están de moda, quizás por peligrosas. Imagino que Gaspar, como estaba en otro mundo más miserable, fue uno de los románticos en dar la vida por unos ideales sociales, vistos desde un prisma religioso. A él no le salió bien la jugada, porque le fue la vida en ello, pero es posible que su sacrificio sí haya servido para dignificar la enseñanza en ése país. Y lo digo desde el conocimiento de otra experiencia misionera, la del dominico leonés, Gregorio Barreales, formado en Corias (Cangas del Narcea) director de la Escuela de Agricultura de Rivas, que desempeña una labor fundamental en el desarrollo del país centroamericano. Aunque en Europa, especialmente en España, el campo está considerado de segunda división, al otro lado del charco aún le dan una oportunidad a los agricultores profesionales. Y la Escuela de Rivas es un vivero de iniciativas y una pantalla ejemplar.
viernes, 9 de diciembre de 2011
Euro-K
A partir de hoy, 9 de diciembre de 2011, Europa se escribe con K, la K que lucen en su apellido el presidente de la República Francesa, Nicolás SarKozy, la canciller alemana Angela MerKel e, incluso, el presidente del eurogrupo, Jean-Claude JunKer. También se podría añadir la K de MerKados y la de Kameron, Primer Ministro Británico.
Hace semanas que MerKel y SarKozy preparaban el terreno para mentalizarnos del revés que recibimos en las últimas horas y que empieza por una férrea disciplina fiscal. Nos lo pusieron tan feo y tan negro, que ahora casi nos parece normal. Aparentemente, en la cumbre han realizado un gran esfuerzo para sacarnos del arroyo a los pobres súbditos, pero en el fondo es un latigazo que no sé cuándo nos repondremos de él. Es todo como de broma porque, en principio, los políticos del cónclave intentan hacernos ver que están trabajando hasta la extenuación por nuestro bien, para salvarnos del desastre. Cuando nuestro único pecado en éste desaguisado ha sido dejarnos llevar al matadero por los propios políticos, entregados en cuerpo y alma al Kapital, a los merKados y a todo aquello que huela a dinero. A esos merKados abstractos les dejaron enriquecerse y maquinar con nosotros a sus anchas, pero como son insaciables, ahora quieren más. Y la clave está en cómo aplacar a ésa fiera que sigue hambrienta, y no se contenta con huesos, quiere Karne, y de la buena. Y esa K, de Karnaza, somos nosotros, pobres fierecillas a las que dejan protestar y desfogarse en las calles, cinco minutos antes de desplumarnos y echarnos al circo para ser pasto de las fieras.
Los británicos, que suelen ir por libre, intentan desmarKarse, pero no los dejarán ir muy lejos, ya que, si Europa es un buque a la deriva, las islas tienen que servir, por lo menos, de bote salvavidas. Con permiso de Angela MerKel y Nicolas SarKozy.
Me gusta que sea una mujer, aunque sea MerKel, la que lleve la voz contante. Yo, que soy nórdiKa de España y tengo mentalidad de la Europa nórdiKa, me parece bien que nos marquen el camino de la buena administración, aunque veo imposible que se pueda llevar a cabo de la noche a la mañana. Porque, ¿quien mentaliza a nuestros políticos de que no pueden gastar más de lo que recaudan. Y de que hay unas prioridades elementales de gasto?. Imagino y deseo que seamos los propios contribuyentes, ciudadanos y administrados, quiénes les saquemos los colores a la primera de cambio. Quiénes ridiculicemos sus excentricidades. Eso sí sería demoKracia.
La otra K de hoy es la de Kirk Douglas, que cumple 95 años. Pero ésa es otra historia.
Hace semanas que MerKel y SarKozy preparaban el terreno para mentalizarnos del revés que recibimos en las últimas horas y que empieza por una férrea disciplina fiscal. Nos lo pusieron tan feo y tan negro, que ahora casi nos parece normal. Aparentemente, en la cumbre han realizado un gran esfuerzo para sacarnos del arroyo a los pobres súbditos, pero en el fondo es un latigazo que no sé cuándo nos repondremos de él. Es todo como de broma porque, en principio, los políticos del cónclave intentan hacernos ver que están trabajando hasta la extenuación por nuestro bien, para salvarnos del desastre. Cuando nuestro único pecado en éste desaguisado ha sido dejarnos llevar al matadero por los propios políticos, entregados en cuerpo y alma al Kapital, a los merKados y a todo aquello que huela a dinero. A esos merKados abstractos les dejaron enriquecerse y maquinar con nosotros a sus anchas, pero como son insaciables, ahora quieren más. Y la clave está en cómo aplacar a ésa fiera que sigue hambrienta, y no se contenta con huesos, quiere Karne, y de la buena. Y esa K, de Karnaza, somos nosotros, pobres fierecillas a las que dejan protestar y desfogarse en las calles, cinco minutos antes de desplumarnos y echarnos al circo para ser pasto de las fieras.
Los británicos, que suelen ir por libre, intentan desmarKarse, pero no los dejarán ir muy lejos, ya que, si Europa es un buque a la deriva, las islas tienen que servir, por lo menos, de bote salvavidas. Con permiso de Angela MerKel y Nicolas SarKozy.
Me gusta que sea una mujer, aunque sea MerKel, la que lleve la voz contante. Yo, que soy nórdiKa de España y tengo mentalidad de la Europa nórdiKa, me parece bien que nos marquen el camino de la buena administración, aunque veo imposible que se pueda llevar a cabo de la noche a la mañana. Porque, ¿quien mentaliza a nuestros políticos de que no pueden gastar más de lo que recaudan. Y de que hay unas prioridades elementales de gasto?. Imagino y deseo que seamos los propios contribuyentes, ciudadanos y administrados, quiénes les saquemos los colores a la primera de cambio. Quiénes ridiculicemos sus excentricidades. Eso sí sería demoKracia.
La otra K de hoy es la de Kirk Douglas, que cumple 95 años. Pero ésa es otra historia.
lunes, 5 de diciembre de 2011
Y el Gobierno de Europa, ¿cuándo se va a apretar el cinturón?
Las noticias de hoy nos sirven dos imágenes femeninas en primera línea de crisis. Por una parte, en Roma, la ministra italiana de Trabajo, Elsa Fornero, que rompe a llorar en el momento de anunciarles a sus conciudadanos los recortes presupuestarios que afectarán a su calidad de vida. Un poco más al Norte, en París, la canciller alemana Angela Merkel, pisa las alfombras con paso firme en busca de una salida a ésta encrucijada en la que nos encontramos.
Y ante tanto desastre y tanta desolación, yo me pregunto, ¿cuándo se va a apretar el cinturón el Gobierno de Europa?. Ya sé que no existe un gobierno en el sentido estricto de la palabra, pero sí tenemos una Comisión, que es lo más parecido. Ésa Comisión que ha sido implacable a la hora de aplicar políticas restrictivas (y no precisamente justas y equitativas), tanto en pesca, como en siderurgia, en carbón, en agricultura. Ésa Comisión que se gasta el dinero de los Estados a manos llenas y que aún no emitió ningún propósito de enmienda, aunque no sea más que para dar ejemplo. Esa Comisión, que al igual que el Consejo o el Parlamento, se llenó de funcionarios, asesores, consultores y burócratas tan prescindibles, a buen seguro, como sus homólogos de los países miembros que se ven en apuros, con sueldos congelados y prebendas suspendidas.
Ya me gustaría escuchar del presidente de la Comisión, Durao Barroso, un mensaje de empatía con el entorno y un mea culpa, en el que se demuestre que ellos también se sienten Europa, y no una ínsula alrededor del Rond-Point Shuman, en medio de Bruselas.
Si los Estados están mal, y el dinero que mueve la Comisión procede de sus arcas, qué menos que salir al paso con una amplia lista de medidas contra el dispendio. Porque todo el que haya estado cerca de las instituciones comunitarias sabe que ahí se derrocha de lo lindo, pero nadie dice nada, porque a todos les va muy bien. Se sabe eso, lo mismo que sabíamos que los ayuntamientos malgastaban nuestros impuestos; que las comunidades autónomas eran unas manirrotas con su recaudación tributarias y que el Gobierno central no sabía ni contar, de lo contrario se habría dado cuenta hace tiempo, que la caja estaba vacía.
Que sean Merkel y Sarkozy los que lleven la voz cantante y marquen las pautas a seguir para salir del atolladero debía ser también un toque de atención para la Comisión y su futuro.
Ayer lo decía Delors, que el invento del euro no tenía buenos cimientos y por eso se tambalea ahora. Los burócratas se alimentan de burocracia, y si no la tienen, se la inventan y se lo pasan en grande. Y, mientras, a los demás nos meten en un círculo vicioso y en una espiral que, lejos de dejarnos salir, nos engulle cada día más.
Ahora sólo nos queda gritar: auxiiiiiiiiiiiiiiiiiilioooo
Y ante tanto desastre y tanta desolación, yo me pregunto, ¿cuándo se va a apretar el cinturón el Gobierno de Europa?. Ya sé que no existe un gobierno en el sentido estricto de la palabra, pero sí tenemos una Comisión, que es lo más parecido. Ésa Comisión que ha sido implacable a la hora de aplicar políticas restrictivas (y no precisamente justas y equitativas), tanto en pesca, como en siderurgia, en carbón, en agricultura. Ésa Comisión que se gasta el dinero de los Estados a manos llenas y que aún no emitió ningún propósito de enmienda, aunque no sea más que para dar ejemplo. Esa Comisión, que al igual que el Consejo o el Parlamento, se llenó de funcionarios, asesores, consultores y burócratas tan prescindibles, a buen seguro, como sus homólogos de los países miembros que se ven en apuros, con sueldos congelados y prebendas suspendidas.
Ya me gustaría escuchar del presidente de la Comisión, Durao Barroso, un mensaje de empatía con el entorno y un mea culpa, en el que se demuestre que ellos también se sienten Europa, y no una ínsula alrededor del Rond-Point Shuman, en medio de Bruselas.
Si los Estados están mal, y el dinero que mueve la Comisión procede de sus arcas, qué menos que salir al paso con una amplia lista de medidas contra el dispendio. Porque todo el que haya estado cerca de las instituciones comunitarias sabe que ahí se derrocha de lo lindo, pero nadie dice nada, porque a todos les va muy bien. Se sabe eso, lo mismo que sabíamos que los ayuntamientos malgastaban nuestros impuestos; que las comunidades autónomas eran unas manirrotas con su recaudación tributarias y que el Gobierno central no sabía ni contar, de lo contrario se habría dado cuenta hace tiempo, que la caja estaba vacía.
Que sean Merkel y Sarkozy los que lleven la voz cantante y marquen las pautas a seguir para salir del atolladero debía ser también un toque de atención para la Comisión y su futuro.
Ayer lo decía Delors, que el invento del euro no tenía buenos cimientos y por eso se tambalea ahora. Los burócratas se alimentan de burocracia, y si no la tienen, se la inventan y se lo pasan en grande. Y, mientras, a los demás nos meten en un círculo vicioso y en una espiral que, lejos de dejarnos salir, nos engulle cada día más.
Ahora sólo nos queda gritar: auxiiiiiiiiiiiiiiiiiilioooo
miércoles, 30 de noviembre de 2011
La fuerza de La Camocha
Vuelve a ser noticia en Asturias el presunto fraude de la mina de La Camocha. El fiscal pide cárcel para varios implicados. Se supone que alguien compraba carbón barato en el extranjero y lo revendía como carbón autóctono, premiado con sustanciosas subvenciones.
Las noticias de hoy me retrotraen a una de mis peores experiencias como periodista. En las instalaciones externas de la mina tuve que vérmelas con una pala excavadora dispuesta a pasar por encima de mi coche; fuera de la mina, con unos matones que nos identificaron. El tercer paso, y el más doloroso, fue la censura de la información.
Todo había comenzado haciendo un reportaje sobre el juego de dominó en un bar de Oviedo. Allí me abordó un señor que buscaba periodistas que tuviera valor para desmontar la trampa del carbón importado que se hacía pasar por mineral extraído de las minas asturianas. Ya lo había denunciado en medios de comunicación de Asturias y en Madrid, pero nadie le hacía caso. Le contesté que había encontrado a la persona adecuada. Quedamos en que, el día que hubiese baile de camiones desde El Musel a Quirós, me avisaría.
Era principios del año 1998 y a los pocos días llegó la llamada. No había tiempo que perder y me puse en marcha. Seguimos a uno de los camiones cargado hasta los depósitos de Santa Marina, en Quirós, cuidándonos mucho de no levantar sospechas. La maniobra que hizo en ese lugar no la pudimos ver. Escondidos, esperamos que diese la vuelta. También llevaba carga, y lo volvimos a seguir. Nos condujo hasta la mina de La Camocha. No sé cómo, pero detrás del camión, entramos a la mina. Allí casi nos aplasta una excavadora, pero salimos con vida.
Depués de ése periplo tenía bastante información y pruebas, pero nunca pude utilizarlas. Por decirlo con delicadeza, una fuerza muy superior lo impidió.
Es una de mis frustraciones como periodista, no me podía creer que yo también le había fallado a un señor que ya no confiaba en los medios de comunicación ni en su independencia.
La otra lectura del caso es que las arcas del Estado han sufrido tantos atracos, de ladrones de guante blanco y de los cacos, que lo normal es que nos encontremos donde estamos, en la más absoluta de las miserias, por mucho que algunos aún no quieran enterarse.
Lo peor: que los que roban suelen ser casi siempre los mismos. De diferentes castas, pero los mismos, quizás los que más protestan ahora en época de vacas flacas.
Lo más doloroso: que el desastre tendremos que pagarlo todos.
Las noticias de hoy me retrotraen a una de mis peores experiencias como periodista. En las instalaciones externas de la mina tuve que vérmelas con una pala excavadora dispuesta a pasar por encima de mi coche; fuera de la mina, con unos matones que nos identificaron. El tercer paso, y el más doloroso, fue la censura de la información.
Todo había comenzado haciendo un reportaje sobre el juego de dominó en un bar de Oviedo. Allí me abordó un señor que buscaba periodistas que tuviera valor para desmontar la trampa del carbón importado que se hacía pasar por mineral extraído de las minas asturianas. Ya lo había denunciado en medios de comunicación de Asturias y en Madrid, pero nadie le hacía caso. Le contesté que había encontrado a la persona adecuada. Quedamos en que, el día que hubiese baile de camiones desde El Musel a Quirós, me avisaría.
Era principios del año 1998 y a los pocos días llegó la llamada. No había tiempo que perder y me puse en marcha. Seguimos a uno de los camiones cargado hasta los depósitos de Santa Marina, en Quirós, cuidándonos mucho de no levantar sospechas. La maniobra que hizo en ese lugar no la pudimos ver. Escondidos, esperamos que diese la vuelta. También llevaba carga, y lo volvimos a seguir. Nos condujo hasta la mina de La Camocha. No sé cómo, pero detrás del camión, entramos a la mina. Allí casi nos aplasta una excavadora, pero salimos con vida.
Depués de ése periplo tenía bastante información y pruebas, pero nunca pude utilizarlas. Por decirlo con delicadeza, una fuerza muy superior lo impidió.
Es una de mis frustraciones como periodista, no me podía creer que yo también le había fallado a un señor que ya no confiaba en los medios de comunicación ni en su independencia.
La otra lectura del caso es que las arcas del Estado han sufrido tantos atracos, de ladrones de guante blanco y de los cacos, que lo normal es que nos encontremos donde estamos, en la más absoluta de las miserias, por mucho que algunos aún no quieran enterarse.
Lo peor: que los que roban suelen ser casi siempre los mismos. De diferentes castas, pero los mismos, quizás los que más protestan ahora en época de vacas flacas.
Lo más doloroso: que el desastre tendremos que pagarlo todos.
lunes, 28 de noviembre de 2011
Demasiado ruido
En El Grito, de Munch, el personaje que grita en silencio, también se tapa los oídos, posiblemente aturdido de tanto ruido que le viene del exterior. Eso es lo que me pasa a mí en éste momento. Estoy aturdida del ruido sordo que llega de fuera. Está claro que es un ruido muy controlado y teledirigido. Se trata de dejarnos sordos, y hasta mudos, con el ruido orquestado y desafinado que nos invade por todas partes. Estamos borrachos con tanta carga de información interesada, que los propios profesionales no saben discernir, porque se la dan cocinada y la repiten como loros, y con tanta opinión descafeinada y repetitiva.
Yo, que escribo de pascuas a ramos en este blog, por coherencia, muchas veces descarto los textos que escribo. Van directamente a la papelera. Creo que, en el fondo, está todo dicho y que yo, bien poco puedo aportar, sino es más ruido. Lo que falta es ponerse manos a la obra.
Para los que sueñan, les copio los versos de Segismundo, en La Vida es Sueño, de Calderón de la Barca.
Sueña el rey que es rey, y vive
¿Qué es la vida? Un frenesí.
¿Qué es la vida? Una ilusión,
una sombra, una ficción,
y el mayor bien es pequeño:
que toda la vida es sueño,
y los sueños, sueños son.
Yo, que escribo de pascuas a ramos en este blog, por coherencia, muchas veces descarto los textos que escribo. Van directamente a la papelera. Creo que, en el fondo, está todo dicho y que yo, bien poco puedo aportar, sino es más ruido. Lo que falta es ponerse manos a la obra.
Para los que sueñan, les copio los versos de Segismundo, en La Vida es Sueño, de Calderón de la Barca.
Sueña el rey que es rey, y vive
con este engaño mandando,
disponiendo y gobernando;
y este aplauso, que recibe
prestado, en el viento escribe,
y en cenizas le convierte
la muerte, ¡desdicha fuerte!
¿Que hay quien intente reinar,
viendo que ha de despertar
en el sueño de la muerte?
Sueña el rico en su riqueza,
que más cuidados le ofrece;
sueña el pobre que padece
su miseria y su pobreza;
sueña el que a medrar empieza,
sueña el que afana y pretende,
sueña el que agravia y ofende,
y en el mundo, en conclusión,
todos sueñan lo que son,
aunque ninguno lo entiende.
que más cuidados le ofrece;
sueña el pobre que padece
su miseria y su pobreza;
sueña el que a medrar empieza,
sueña el que afana y pretende,
sueña el que agravia y ofende,
y en el mundo, en conclusión,
todos sueñan lo que son,
aunque ninguno lo entiende.
Yo sueño que estoy aquí
destas prisiones cargado,
y soñé que en otro estado
más lisonjero me vi.
destas prisiones cargado,
y soñé que en otro estado
más lisonjero me vi.
¿Qué es la vida? Un frenesí.
¿Qué es la vida? Una ilusión,
una sombra, una ficción,
y el mayor bien es pequeño:
que toda la vida es sueño,
y los sueños, sueños son.
sábado, 26 de noviembre de 2011
Objetivo: consumir
Decía Rafael Fernández (primer presidente del Principado de Asturias) que no era bueno comer ansias, en el sentido de: no por mucho madrugar amanece más temprano.
Pues nada, aquí estamos nosotros para desdecir ésta máxima y, a 25 de noviembre, nos encontramos invocando la Navidad en las calles y los medios de comunicación.
No sé si será por el contagio del Viernes Negro de los americanos, en el que tiran los precios por los suelos, llegando a rebajas sospechosas del 70%, o porque nos aburrimos, pero estamos ansiosos porque lleguen las fiestas navideñas, saltándonos, incluso, el gran puente de la Constitución. Y así, de fiesta en fiesta, y de rebaja en rebaja, vamos haciendo el camino más llevadero y consumiendo lo que necesitamos y lo que no nos hace falta, pero como está barato...
Recuerdo mi etapa de stagiaire en Francia, allá por el año 1978, cómo me impresionaban las estanterías de los yogures en las grandes superficies. Decenas de variedades y cientos, o miles, de unidades de todos los colores y sabores completaban el mostrador. Para alguien como yo, que lo más que conocía era el yogur natural, aquella imagen de abundancia dejó una huella indeleble. ¡Parecía irreal, como un cuento!. Imagino que será la misma impresión que se llevarán los subsaharianos que cruzan el Estrecho por primera vez.
En treinta años quisimos ponernos al día en todas nuestras carencias, las ideológicas, las políticas, las sociales y las económicas. Y ahora tenemos que prepararnos para desandar el camino en el sentido de reflexionar más nuestros actos, de comer menos ansias y controlar nuestros impulsos de consumidores compulsivos. Creo que los países de nuestro entorno, como puede ser Francia, a los que intentamos emular, ya están de vuelta de los ismos y cada individuo se protege de todo tipo de contaminación o manipulación.
Sé que hay muchas empresas ávidas de vender y de colocar en el mercado todo lo que producen. Pero, a pesar de la crisis, el objetivo del crecimiento no puede estar en el consumo por el consumo.
Pues nada, aquí estamos nosotros para desdecir ésta máxima y, a 25 de noviembre, nos encontramos invocando la Navidad en las calles y los medios de comunicación.
No sé si será por el contagio del Viernes Negro de los americanos, en el que tiran los precios por los suelos, llegando a rebajas sospechosas del 70%, o porque nos aburrimos, pero estamos ansiosos porque lleguen las fiestas navideñas, saltándonos, incluso, el gran puente de la Constitución. Y así, de fiesta en fiesta, y de rebaja en rebaja, vamos haciendo el camino más llevadero y consumiendo lo que necesitamos y lo que no nos hace falta, pero como está barato...
Recuerdo mi etapa de stagiaire en Francia, allá por el año 1978, cómo me impresionaban las estanterías de los yogures en las grandes superficies. Decenas de variedades y cientos, o miles, de unidades de todos los colores y sabores completaban el mostrador. Para alguien como yo, que lo más que conocía era el yogur natural, aquella imagen de abundancia dejó una huella indeleble. ¡Parecía irreal, como un cuento!. Imagino que será la misma impresión que se llevarán los subsaharianos que cruzan el Estrecho por primera vez.
En treinta años quisimos ponernos al día en todas nuestras carencias, las ideológicas, las políticas, las sociales y las económicas. Y ahora tenemos que prepararnos para desandar el camino en el sentido de reflexionar más nuestros actos, de comer menos ansias y controlar nuestros impulsos de consumidores compulsivos. Creo que los países de nuestro entorno, como puede ser Francia, a los que intentamos emular, ya están de vuelta de los ismos y cada individuo se protege de todo tipo de contaminación o manipulación.
Sé que hay muchas empresas ávidas de vender y de colocar en el mercado todo lo que producen. Pero, a pesar de la crisis, el objetivo del crecimiento no puede estar en el consumo por el consumo.
lunes, 21 de noviembre de 2011
Erre que erre
Salimos de la R de Rodríguez y vamos a entrar en la R de Rajoy, que desbancó a la R de Rubalcaba. Y así, Erre que Erre, abrimos una nueva etapa política, pero seguimos con la misma incertidumbre socio-económica. Por no cambiar no cambiamos ni las iniciales. Me da un poco de vértigo leer y escuchar las esperanzas y expectativas puestas en la R de Rajoy. Él ya lo advirtió ayer nada más conocer los resultados electorales: no habrá milagros. Pero la gente, Erre que Erre, quiere milagros. No sé a quién se tendrá que encomendar para sacar puestos de trabajo de la chistera.
Yo, hace muchos años que lo advierto: que somos pobres, pero en mi entorno intuyo todo lo contrario y veo que la gente, Erre que Erre, quiere ser rica, y aspira a emular a los ricos, aunque sea con malas imitaciones de mercadillo. Y así, Erre que Erre, seguimos inmersos en la gran mentira del consumo, el endeudamiento, los impagos, las hipotecas, los pufos.
Y si la R de Rodríguez nos dio un buen susto cuando congeló pensiones, redujo sueldos, etc, la R de Rajoy tendrá que rematar la faena, como la tendría que cerrar la R de Rubalcaba si hubiese ganado el partido.
La R de Rodríguez, que hoy recordaba los malos momentos que pasó cuando tuvo que gestionar la crisis en Mayo del 2010, sabe que lo que nos espera es peor, y por eso adelantó las elecciones, porque se dio cuenta que no le daba tiempo a completar todo el desaguisado que nos viene encima .Y aquí estamos, a la espera de acontecimientos. ¡Qué ingenuos!
Para salir con vida de un pozo, sólo hay una solución: intentar avanzar hacia la luz con todas las fuerzas, con uñas y dientes. También se puede seguir cavando, pero, salvo milagro, así no nos salvamos.
Sería muy bueno que cada uno pensáramos qué podemos hacer -o dejar de hacer- para salir adelante, antes de pensar en exigir a la R de turno que nos solucione la papeleta. Sí, ya sé que fueron ellos, todo el abecedario, los que nos metieron en el lío, pero tendremos que ser nosotros los que salgamos.
Yo sigo Erre que Erre y le dejo aquí a la R de Rajoy otras muchas erres que le pueden servir de guía: Razón; Respeto; Registro; Rápido; Riesgo; Rotundo; Remedio; Regla; Ritmo; Ruta; Renta; Resarcir; Resolver; Regir, Rematar, Refutar; Recaudar y ahoRRar.
Yo, hace muchos años que lo advierto: que somos pobres, pero en mi entorno intuyo todo lo contrario y veo que la gente, Erre que Erre, quiere ser rica, y aspira a emular a los ricos, aunque sea con malas imitaciones de mercadillo. Y así, Erre que Erre, seguimos inmersos en la gran mentira del consumo, el endeudamiento, los impagos, las hipotecas, los pufos.
Y si la R de Rodríguez nos dio un buen susto cuando congeló pensiones, redujo sueldos, etc, la R de Rajoy tendrá que rematar la faena, como la tendría que cerrar la R de Rubalcaba si hubiese ganado el partido.
La R de Rodríguez, que hoy recordaba los malos momentos que pasó cuando tuvo que gestionar la crisis en Mayo del 2010, sabe que lo que nos espera es peor, y por eso adelantó las elecciones, porque se dio cuenta que no le daba tiempo a completar todo el desaguisado que nos viene encima .Y aquí estamos, a la espera de acontecimientos. ¡Qué ingenuos!
Para salir con vida de un pozo, sólo hay una solución: intentar avanzar hacia la luz con todas las fuerzas, con uñas y dientes. También se puede seguir cavando, pero, salvo milagro, así no nos salvamos.
Sería muy bueno que cada uno pensáramos qué podemos hacer -o dejar de hacer- para salir adelante, antes de pensar en exigir a la R de turno que nos solucione la papeleta. Sí, ya sé que fueron ellos, todo el abecedario, los que nos metieron en el lío, pero tendremos que ser nosotros los que salgamos.
Yo sigo Erre que Erre y le dejo aquí a la R de Rajoy otras muchas erres que le pueden servir de guía: Razón; Respeto; Registro; Rápido; Riesgo; Rotundo; Remedio; Regla; Ritmo; Ruta; Renta; Resarcir; Resolver; Regir, Rematar, Refutar; Recaudar y ahoRRar.
martes, 15 de noviembre de 2011
Dos campañas y un funeral
Ésta noche, al escuchar a Angela Merkel, vestida de negro, me pareció asistir al funeral de Europa. La Canciller alemana decía que nos encontramos en la etapa más dura desde la II Guerra Mundial, que es algo parecido a decir que estamos en guerra, pero en éste caso guerra financiera, que también mata, aunque de otra forma.
Y, mientras Europa está agonizando, nuestros políticos, con sus colorines y banderitas, están de fiesta. Pues, ¿qué son, sino, los mítines que se montan por toda España, a la busca y captura de incautos que les escuchen sus barbaridades y se lleven a casa el banderín de la verbena?. Porque, con la que está cayendo, ¿qué son, sino barbaridades, las propuestas absurdas que están haciendo nuestros futuros diputados y gobernantes?.
Y, mientras Europa está agonizando, nuestros políticos, con sus colorines y banderitas, están de fiesta. Pues, ¿qué son, sino, los mítines que se montan por toda España, a la busca y captura de incautos que les escuchen sus barbaridades y se lleven a casa el banderín de la verbena?. Porque, con la que está cayendo, ¿qué son, sino barbaridades, las propuestas absurdas que están haciendo nuestros futuros diputados y gobernantes?.
Cómo pueden hablar de empleo en sus campañas publicitarias -más que campañas electorales- cuando lo primero que tienen que hacer es frenar el desempleo. Cómo pueden hablar de grandes inversiones, cuando la prioridad está en pagar lo mucho que debemos. Cómo pueden negar el co-pago de la Sanidad, si ya se están cerrando quirófanos y hasta hospitales y, en muchos sitios, no hay dinero ni para pagar las medicinas a las farmacias. Por cierto, unos medicamentos de cuyos envases desapareció el precio por ley. Lo legislaron cuando creían que éramos ricos, para que fuese mayor la sensación de gratis total, y ahora, que ya se enteraron que somos pobres, quieren condenarnos a tomar los genéricos por Ley . De aquellos derroches de las alturas nos vienen ahora estas precariedades a las bases, y eso es muy injusto.
No sé lo que tendrá que pasar en nuestro entorno para que se imponga la cordura y encuentren la forma de sacar del atolladero a éste país (como llaman a España en sus intervenciones). Es imposible que unos políticos que no se atreven a verbalizar el nombre de su país puedan hacer muchas cosas por él ni por sus paisanos. Y yo, que después de Priesca, me siento ciudadana del mundo, porque tengo claro que, en el Cosmos, el planeta Tierra es menos que un grano de arena, lamento que no sepan ver el camino a seguir.
Estoy segura que seremos las bases, arrimando el hombro, las que volvamos a fijar los cimientos del crecimiento. Serán los tan denostados pequeños autónomos, los que, con mucha imaginación, resuciten al difunto con la creación de tejido empresarial y económico. Y así, un largo etc. Todo, al margen de la casta política, ensimismada y levitando en su nube artificial y en fiesta privada. ¡Mucha suerte!. La vamos a necesitar.
miércoles, 9 de noviembre de 2011
Las repercusiones de la caída del Muro de Berlín
Tal día como hoy, hace 22 años, en 1989, celebrábamos la caída pacífica del Muro de Berlín (Alemania), una construcción de piedra y alambradas que dividía la ciudad en dos y, por extensión, a Europa.
En el 88, un año antes, durante mi stage en la Comisión de la Unión Europea, pude visitar Berlín y comprobar in situ la aberración que suponía el Muro. Las autoridades comunitarias tenían mucho interés en que todos los jóvenes que pasábamos por las prácticas pudiésemos contrastar la dura realidad y la diferencia entre el Este y el Oeste, entre el comunismo y el capitalismo.
La primera impresión que me llevé del Muro era de impotencia. ¡Aquella mole infranqueable! Recuerdo que me hice una foto mirando al suelo, delante de una de las garitas de vigilancia -con bicho dentro-. Era una forma testimonial de denunciar y protestar contra la injusticia que se vivía al otro lado. En Berlín se podía ver muy bien la Europa de dos velocidades, tanto desde el punto de vista social como económico. A un lado los países de influencia soviética, con mucha miseria, y al otro el avance del Estado de Bienestar y de la pujanza en poder adquisitivo de las familias.
La caída del Muro en 1989 fue el detonante para el desmantelamiento del Comunismo y el punto de partida para el avance de los millones de ciudadanos sometidos a la hoz y el martillo, que se habían quedado estancados durante tantos años. Pero también es posible que ese hecho histórico haya sido el pistoletazo de salida para el declive del Estado de Bienestar. No soy economista, ni socióloga, pero sí observadora y está claro que si tenemos que compartir el pastel (léase petróleo y otras materias primas), tendremos que tocar a menos. Y parece que estamos en eso.
En menos de un siglo Alemania hizo dos grandes milagros: sobreponerse al nazismo y al desastre de la II Guerra Mundial y superar la gran empresa que suposo la incorporación y adopción de sus hermanos de la Alemania del Este. Le queda otro gran milagro, que es el de salvar del desastre a la Europa del euro.
Leyendo el último libro de Santiago Niño-Becerra, Más allá del Crash, está claro que el reto es difícil, porque estamos muy mal, pero imagino que , conociendo un poco la cultura germana, podrían hacerlo, aunque primero tendrían que contagiarnos a los demás de su espíritu de sacrificio, capacidad de ahorro y afán de trabajo.
Hace 22 años celebrábamos la caída del Muro de Berlín y apostábamos por la eliminación de todos los muros. Los físicos y los mentales. Pero no, en este tiempo se levantaron muchos más. Que recuerde ahora mismo, el de Israel, en Palestina; el de Estados Unidos, en México y la valla metálica de España, en Ceuta. Espero que todos corran la misma suerte que el Muro de Berlín y se derrumben de la misma forma, con la fuerza de la razón y de forma pacífica.
En el 88, un año antes, durante mi stage en la Comisión de la Unión Europea, pude visitar Berlín y comprobar in situ la aberración que suponía el Muro. Las autoridades comunitarias tenían mucho interés en que todos los jóvenes que pasábamos por las prácticas pudiésemos contrastar la dura realidad y la diferencia entre el Este y el Oeste, entre el comunismo y el capitalismo.
La primera impresión que me llevé del Muro era de impotencia. ¡Aquella mole infranqueable! Recuerdo que me hice una foto mirando al suelo, delante de una de las garitas de vigilancia -con bicho dentro-. Era una forma testimonial de denunciar y protestar contra la injusticia que se vivía al otro lado. En Berlín se podía ver muy bien la Europa de dos velocidades, tanto desde el punto de vista social como económico. A un lado los países de influencia soviética, con mucha miseria, y al otro el avance del Estado de Bienestar y de la pujanza en poder adquisitivo de las familias.
La caída del Muro en 1989 fue el detonante para el desmantelamiento del Comunismo y el punto de partida para el avance de los millones de ciudadanos sometidos a la hoz y el martillo, que se habían quedado estancados durante tantos años. Pero también es posible que ese hecho histórico haya sido el pistoletazo de salida para el declive del Estado de Bienestar. No soy economista, ni socióloga, pero sí observadora y está claro que si tenemos que compartir el pastel (léase petróleo y otras materias primas), tendremos que tocar a menos. Y parece que estamos en eso.
En menos de un siglo Alemania hizo dos grandes milagros: sobreponerse al nazismo y al desastre de la II Guerra Mundial y superar la gran empresa que suposo la incorporación y adopción de sus hermanos de la Alemania del Este. Le queda otro gran milagro, que es el de salvar del desastre a la Europa del euro.
Leyendo el último libro de Santiago Niño-Becerra, Más allá del Crash, está claro que el reto es difícil, porque estamos muy mal, pero imagino que , conociendo un poco la cultura germana, podrían hacerlo, aunque primero tendrían que contagiarnos a los demás de su espíritu de sacrificio, capacidad de ahorro y afán de trabajo.
Hace 22 años celebrábamos la caída del Muro de Berlín y apostábamos por la eliminación de todos los muros. Los físicos y los mentales. Pero no, en este tiempo se levantaron muchos más. Que recuerde ahora mismo, el de Israel, en Palestina; el de Estados Unidos, en México y la valla metálica de España, en Ceuta. Espero que todos corran la misma suerte que el Muro de Berlín y se derrumben de la misma forma, con la fuerza de la razón y de forma pacífica.
viernes, 4 de noviembre de 2011
Torre de Babel comunitaria
La imagen que da la Europa Comunitaria como casa de grillos creo que es lo más parecido a lo que pasó en la Torre de Babel de los textos bíblicos. En el Génesis se cuenta que nuestros antepasados querían subir al cielo y, para que desistieran de su proyecto, los castigaron a no entenderse, cambiándoles las lenguas.
En la Unión Europea no hace falta que nos las cambien, las tenemos a la carta. Los veinticinco países de la UE deben hablar veinte lenguas y, lo que es peor, cada lengua refleja un modus vivendi; un modus operandi y una manera de entender el mundo, y así es difícil entenderse, por más que haya un idioma de trabajo que es el inglés, y un hilo conductor que son las normas de la Comisión. Lo tenemos muy claro en España, con cuatro idomas oficiales, más el bable, más el caló, etc. Vaya por delante que no tengo nada contra la diversidad lingüística, que me parece enriquecedora, pero sí critico que en vez de unir sirva para distanciar. En Europa ya nos está pasando factura. Quisimos unir el aceite con el agua y eso es imposible a largo plazo.
A corto plazo parecía que había funcionado. Con el Estado de Bienestar, ya casi estábamos en el cielo, pero queríamos más, y creo que estamos a punto de morir de éxito si no conseguimos que nuestros gobernantes hablen la misma lengua, que equivale a decir que caminen en la misma dirección, y se pongan de acuerdo en los pasos a dar para sacarnos del hoyo. ¡Por favor! que se olviden por un tiempo de las partes y piensen en el todo, que es la Unión Europea. Un ruego que se podría hacer extensivo a España, aprovechando la campaña electoral. Pero creo que, en ambos casos, es un objetivo difícil de alcanzar.
Estamos en la Europa de veinticinco voces y eso es un guirigay imposible de hacerse entender. Esa Europa funcionó a cuatro, hace muchos años, cuando inventaron el acuerdo del Carbón y el Acero; no fue mal con la primera Política Agrícola Común (PAC), pero se desmadró con la moneda única. Es difícil que un nórdico gaste como un griego y que un griego administre como un nórdico, por poner dos casos bien diferenciados.
Un pequeño ejemplo: cuando llegué a Suiza (ya sé que no está en la UE) en 1981, los periódicos se vendían solos en la calle. Las empresas los colocaban en las aceras, con una especie de hucha al lado, y la gente cogía el periódico y lo pagaba. Eso en España habría sido un fracaso.
Mis deseos para que podamos reconducir nuestra particular Babel y podamos entendernos. ¡No se trata de tocar el cielo, sino de tener los pies en la tierra!.
En la Unión Europea no hace falta que nos las cambien, las tenemos a la carta. Los veinticinco países de la UE deben hablar veinte lenguas y, lo que es peor, cada lengua refleja un modus vivendi; un modus operandi y una manera de entender el mundo, y así es difícil entenderse, por más que haya un idioma de trabajo que es el inglés, y un hilo conductor que son las normas de la Comisión. Lo tenemos muy claro en España, con cuatro idomas oficiales, más el bable, más el caló, etc. Vaya por delante que no tengo nada contra la diversidad lingüística, que me parece enriquecedora, pero sí critico que en vez de unir sirva para distanciar. En Europa ya nos está pasando factura. Quisimos unir el aceite con el agua y eso es imposible a largo plazo.
A corto plazo parecía que había funcionado. Con el Estado de Bienestar, ya casi estábamos en el cielo, pero queríamos más, y creo que estamos a punto de morir de éxito si no conseguimos que nuestros gobernantes hablen la misma lengua, que equivale a decir que caminen en la misma dirección, y se pongan de acuerdo en los pasos a dar para sacarnos del hoyo. ¡Por favor! que se olviden por un tiempo de las partes y piensen en el todo, que es la Unión Europea. Un ruego que se podría hacer extensivo a España, aprovechando la campaña electoral. Pero creo que, en ambos casos, es un objetivo difícil de alcanzar.
Estamos en la Europa de veinticinco voces y eso es un guirigay imposible de hacerse entender. Esa Europa funcionó a cuatro, hace muchos años, cuando inventaron el acuerdo del Carbón y el Acero; no fue mal con la primera Política Agrícola Común (PAC), pero se desmadró con la moneda única. Es difícil que un nórdico gaste como un griego y que un griego administre como un nórdico, por poner dos casos bien diferenciados.
Un pequeño ejemplo: cuando llegué a Suiza (ya sé que no está en la UE) en 1981, los periódicos se vendían solos en la calle. Las empresas los colocaban en las aceras, con una especie de hucha al lado, y la gente cogía el periódico y lo pagaba. Eso en España habría sido un fracaso.
Mis deseos para que podamos reconducir nuestra particular Babel y podamos entendernos. ¡No se trata de tocar el cielo, sino de tener los pies en la tierra!.
martes, 1 de noviembre de 2011
Lo primero, las reformas mentales
Después de tres semanas alejada del mundanal ruido, me incorporo a la actividad y me doy cuenta que todo sigue igual. Las mismas noticias, los mismos problemas, idénticos mensajes. Pero si me retrotraigo treinta años atrás, cuando empezaba en periodismo, me doy cuenta que estamos en lo mismo, en las mismas caras, las mismas personas, los mismos candidatos y candidatas y eso ya es de preocupar. Es imposible que después de tantos años tengan algo nuevo que ofrecernos y, de hecho no nos ofrecen nada nuevo, y lo que es peor: aún no se enteraron que estamos en crisis. Por lo menos, no se nota si se tienen en cuenta los fastos que (unos y otros) celebran los fines de semana. Ahora se llaman bolos y todos sabemos que organizar un acto de esos cuesta mucho dinero. Sí, cada semana son unos paganos distintos, pero en el fondo, son dispendios. Y aunque no repercutan en el contribuyente, sino en el militante o simpatizante, el ejemplo de austeridad y de sentido común, brilla por su ausencia.
Nos venden a diario una larga lista de reformas que hay que acometer para que podamos salir adelante. Reformas económicas, fiscales, laborales, estructurales, sanitarias, etc, pero no nos cuentan nada de las reformas mentales. Del reciclaje neuronal que debemos sufrir para aprender a digerir lo que nos espera. Y ése ejercicio de humildad tendrían que hacerlo, en primer lugar, los políticos , para dar ejemplo.
Mientras no nos metamos en la cabeza que tocamos techo y que a partir de ahora ya nada será igual, viviremos en la nube que nos dibujan los políticos. Porque ellos nunca encuentran el momento de decirnos la verdad que conocen muy bien. Como siempre están en campaña o precampaña electoral y en ésas fechas no está bien visto llamar a las cosas por su nombre y, mucho menos, decir la verdad, pues aquí vamos, renqueando, de crisis en crisis y de recesión en recesión.
Curioso: mientras escribo, en la tele están preocupados por la importancia del color de la corbata que lleven los candidatos en el debate.
Nos venden a diario una larga lista de reformas que hay que acometer para que podamos salir adelante. Reformas económicas, fiscales, laborales, estructurales, sanitarias, etc, pero no nos cuentan nada de las reformas mentales. Del reciclaje neuronal que debemos sufrir para aprender a digerir lo que nos espera. Y ése ejercicio de humildad tendrían que hacerlo, en primer lugar, los políticos , para dar ejemplo.
Mientras no nos metamos en la cabeza que tocamos techo y que a partir de ahora ya nada será igual, viviremos en la nube que nos dibujan los políticos. Porque ellos nunca encuentran el momento de decirnos la verdad que conocen muy bien. Como siempre están en campaña o precampaña electoral y en ésas fechas no está bien visto llamar a las cosas por su nombre y, mucho menos, decir la verdad, pues aquí vamos, renqueando, de crisis en crisis y de recesión en recesión.
Curioso: mientras escribo, en la tele están preocupados por la importancia del color de la corbata que lleven los candidatos en el debate.
miércoles, 12 de octubre de 2011
Exhibición de manzanos con pulgones
Hace bastantes años, -quince por lo menos- le propuse al alcalde de Villaviciosa (Asturias), Asensio Martínez Cobián, colocar manzanos por el casco urbano, como árboles decorativos. El edil rechazó la idea porque le parecía que al caerse las manzanas, podrían suponer un peligro para viandantes y vehículos.
Este verano me sorprendió gratamente la plantación de decenas de pomares en el nuevo parque de El Pelambre, en el centro de Villaviciosa. Además, algunos ejemplares -anónimos, porque nadie les puso el nombre de la variedad que representan- están dedicados a cada una de las parroquias de la Villa. A pesar de no figurar el nombre de los manzanos -yo, por la hoja, sólo distingo el mingán- la idea me seguía pareciendo muy buena. El chasco lo llevé el pasado fin de semana cuando acudí a ver la exposición del Festival de la Manzana, situada en medio del parque.
Si hubiese asistido como periodista, la noticia y el titular de la información habrían sido los pulgones que abarrotaban las hojas de los jóvenes manzanos que decoraban el exterior de las carpas. ¡No pueden con otro pulgón más!. No quiero cargar las tintas contra mis colegas periodistas que, posiblemente, no hayan visto un pulgón en su vida, aunque en éste caso eran ostensibles y casi te salían al paso. Ésta crítica va a todos los expertos: lagareros, cosecheros, expositores, agrónomos, peritos, químicos, biólogos, jardineros y demás familia de eruditos que desfilaron por el recinto sin decir palabra sobre los pulgones en unos árboles que tenían que ser la carta de presentación de un concejo que se precia de manzanero.
¿Cómo es posible que se realice una plantación en un escaparate como es ése parque y no se le haga un seguimiento y saneamiento? Porque esos árboles, además de un insecticida, necesitan un abono. ¡Que las plantas no viven por ciencia infusa!. Alguien me dirá que en un parque no se puede hacer ése tipo de tratamiento. Y yo contesto: los pulgones se mueren con una gota de detergente de los platos, disuelta en agua.
No sé si éstos pomares sobrevivirán a la plaga de pulgón o correrán la misma suerte del mega-estanque, que ya está vacío. Por lo que se ve, no tuvieron en cuenta que necesitaba mantenimiento.
Por si acaso, a la chita callando, le apliqué un tratamiento de choque anti-pulgón al manzano que le corresponde a la parroquia de Priesca. Es mi forma de hacer patria chica. Y lo hice a escondidas, porque, encima, son capaces de llamarme la atención.
Espero que cunda el ejemplo y, por lo menos, cada parroquia cuide su árbol. A ver quien consigue el pumar más sano y productivo. Esa sí sería una buena competición, digna de concurso.
Este verano me sorprendió gratamente la plantación de decenas de pomares en el nuevo parque de El Pelambre, en el centro de Villaviciosa. Además, algunos ejemplares -anónimos, porque nadie les puso el nombre de la variedad que representan- están dedicados a cada una de las parroquias de la Villa. A pesar de no figurar el nombre de los manzanos -yo, por la hoja, sólo distingo el mingán- la idea me seguía pareciendo muy buena. El chasco lo llevé el pasado fin de semana cuando acudí a ver la exposición del Festival de la Manzana, situada en medio del parque.
Si hubiese asistido como periodista, la noticia y el titular de la información habrían sido los pulgones que abarrotaban las hojas de los jóvenes manzanos que decoraban el exterior de las carpas. ¡No pueden con otro pulgón más!. No quiero cargar las tintas contra mis colegas periodistas que, posiblemente, no hayan visto un pulgón en su vida, aunque en éste caso eran ostensibles y casi te salían al paso. Ésta crítica va a todos los expertos: lagareros, cosecheros, expositores, agrónomos, peritos, químicos, biólogos, jardineros y demás familia de eruditos que desfilaron por el recinto sin decir palabra sobre los pulgones en unos árboles que tenían que ser la carta de presentación de un concejo que se precia de manzanero.
¿Cómo es posible que se realice una plantación en un escaparate como es ése parque y no se le haga un seguimiento y saneamiento? Porque esos árboles, además de un insecticida, necesitan un abono. ¡Que las plantas no viven por ciencia infusa!. Alguien me dirá que en un parque no se puede hacer ése tipo de tratamiento. Y yo contesto: los pulgones se mueren con una gota de detergente de los platos, disuelta en agua.
No sé si éstos pomares sobrevivirán a la plaga de pulgón o correrán la misma suerte del mega-estanque, que ya está vacío. Por lo que se ve, no tuvieron en cuenta que necesitaba mantenimiento.
Por si acaso, a la chita callando, le apliqué un tratamiento de choque anti-pulgón al manzano que le corresponde a la parroquia de Priesca. Es mi forma de hacer patria chica. Y lo hice a escondidas, porque, encima, son capaces de llamarme la atención.
Espero que cunda el ejemplo y, por lo menos, cada parroquia cuide su árbol. A ver quien consigue el pumar más sano y productivo. Esa sí sería una buena competición, digna de concurso.
lunes, 3 de octubre de 2011
No es lo mismo Estar que Bienestar
Dicen que la alegría dura poco en casa de los pobres y, en éste caso, el dicho se cumple al pie de la letra. El Estado de bienestar se nos derrumba debajo de los pies. De hecho ya estamos viendo cómo pasamos del bienestar al estar, que no es lo mismo.
Era demasiado bonito para que durara toda la vida. Con el cambio de siglo, alguna mente bienpensante debió darse cuenta que algunos países del primer mundo vivíamos muy bien, habíamos alcanzado cotas de bienestar casi como de ricos, y eso no puede ser. Había que cortar por lo sano. Y nada, manos a la obra. Ya lo tenemos en marcha y, así como nuestros antepasados pasaron paulatinamente del estado de Estar al de Bienestar, nosotros pasaremos de golpe, del Bienestar, al estar, y este retroceso nos va a costar más de un disgusto, porque ir para atrás, es duro y más si se pierde calidad de vida en servicios tan básicos como la Sanidad, la Educación, las Pensiones, los Servicios Sociales, etc.
Es duro de asimilar para aquellos ciudadanos que cotizaron religiosamente con el fin de conseguir todo eso. Las cuentas las habían hecho otros y les dijeron que para tener pensión, debían cotizar tanto, y lo hicieron; para las medicinas, tanto, y así sucesivamente. Y la gente se comprometió, y a medida que se veía que los impuestos que se pagaban revertían en calidad de vida y podían pasar del Estar al Bienestar, pues encantados.
Pero, ¡hete aquí!, que la caja de caudales cayó en manos de políticos manirrotos que creyeron que aquello no se agotaba nunca. Y gastaron y gastaron, y gastaron, y, muy al contrario de las pilas del anunció, el dinero se acabó, y entonces se endeudaron, y endeudaron, hasta que se dieron cuenta que no van a poder pagar lo que deben. Y entonces, esos políticos sin sentido común, que tiraban el dinero a manos llenas, que pedían créditos sin ton ni son, ahora se dedican a recortar presupuestos. Es lo único que saben: gastar o recortar, pero administrar, no tienen ni idea. Y ahora, sin haber pedido perdón a nadie por hacerlo tan mal, se ponen a ahorrar. Pero ¡qué manera de ahorrar!, quitan de lo importante, -sino que me expliquen la congelación de las pensiones-, y siguen derrochando en sus tonterías en sus caprichos, en sus chiringuitos.
El diccionario de la Real Academia dice que Bienestar es "el conjunto de las cosas necesarias para vivir bien". Es sabido que tenemos muchas cosas superfluas sin las que podríamos vivir bien, pero da la casualidad que amenazan con quitarnos las básicas, las que nos llevaron del ESTAR al BIENESTAR, que no es lo mismo.
Era demasiado bonito para que durara toda la vida. Con el cambio de siglo, alguna mente bienpensante debió darse cuenta que algunos países del primer mundo vivíamos muy bien, habíamos alcanzado cotas de bienestar casi como de ricos, y eso no puede ser. Había que cortar por lo sano. Y nada, manos a la obra. Ya lo tenemos en marcha y, así como nuestros antepasados pasaron paulatinamente del estado de Estar al de Bienestar, nosotros pasaremos de golpe, del Bienestar, al estar, y este retroceso nos va a costar más de un disgusto, porque ir para atrás, es duro y más si se pierde calidad de vida en servicios tan básicos como la Sanidad, la Educación, las Pensiones, los Servicios Sociales, etc.
Es duro de asimilar para aquellos ciudadanos que cotizaron religiosamente con el fin de conseguir todo eso. Las cuentas las habían hecho otros y les dijeron que para tener pensión, debían cotizar tanto, y lo hicieron; para las medicinas, tanto, y así sucesivamente. Y la gente se comprometió, y a medida que se veía que los impuestos que se pagaban revertían en calidad de vida y podían pasar del Estar al Bienestar, pues encantados.
Pero, ¡hete aquí!, que la caja de caudales cayó en manos de políticos manirrotos que creyeron que aquello no se agotaba nunca. Y gastaron y gastaron, y gastaron, y, muy al contrario de las pilas del anunció, el dinero se acabó, y entonces se endeudaron, y endeudaron, hasta que se dieron cuenta que no van a poder pagar lo que deben. Y entonces, esos políticos sin sentido común, que tiraban el dinero a manos llenas, que pedían créditos sin ton ni son, ahora se dedican a recortar presupuestos. Es lo único que saben: gastar o recortar, pero administrar, no tienen ni idea. Y ahora, sin haber pedido perdón a nadie por hacerlo tan mal, se ponen a ahorrar. Pero ¡qué manera de ahorrar!, quitan de lo importante, -sino que me expliquen la congelación de las pensiones-, y siguen derrochando en sus tonterías en sus caprichos, en sus chiringuitos.
El diccionario de la Real Academia dice que Bienestar es "el conjunto de las cosas necesarias para vivir bien". Es sabido que tenemos muchas cosas superfluas sin las que podríamos vivir bien, pero da la casualidad que amenazan con quitarnos las básicas, las que nos llevaron del ESTAR al BIENESTAR, que no es lo mismo.
miércoles, 28 de septiembre de 2011
Intuyo una huida hacia adelante
Isolina Cueli
Me impresiona escuchar y leer todo lo que se dice estos días sobre la crisis, la economía, el déficit y la deuda. Está visto que el papel, las pantallas y los micrófonos pueden con todo, soportan todo tipo de comentarios, sugerencias, críticas y elogios, pero da la impresión que no pasan de ahí. Mientras, éste país, que por lo visto se llama España, está en un atasco monumental del que sólo saldremos si echamos el pie a tierra, en el sentido de abandonar las fantasías que nos pierden y nos conectamos con la realidad del trabajo y más trabajo.
Esta mañana me llamó mi amiga Marisol para interesarse por mí. Echaba de menos actividad en mi Espíritu Crítico y creía que me había pasado algo. Pues no, no hay novedad de salud, pero sí hay un poco de reflexión sobre la conveniencia de inundar el mundo con opiniones y sus contrarias, y vuelta a empezar.
Hace mucho tiempo que está todo dicho, y dicho por gente con la cabeza muy bien amueblada. Ahora lo que necesitamos es acción, pero eso es harina de otro costal.
Me sorprende la capacidad que tenemos los de la calle, la ciudadanía, como nos llaman los políticos, para hacernos los locos, o los suecos, e ir a nuestro aire. Sino, cómo se entiende que con la que está cayendo, sigamos llenando restaurantes de lujo, estadios de fútbol, teatros, haciendo fiestas día y noche, etc.
Intuyo una huida hacia adelante y un espíritu kamikaze a la hora de gastar. Creo que mucha gente piensa: para que me lo fundan los bancos, lo disfruto yo, que es la versión actualizada del dicho: lo que han de comer los gusanos, que los disfruten los humanos.
Pues, ¡¡¡¡¡¡¡mucha suerte!!!!!!!!!!
Me impresiona escuchar y leer todo lo que se dice estos días sobre la crisis, la economía, el déficit y la deuda. Está visto que el papel, las pantallas y los micrófonos pueden con todo, soportan todo tipo de comentarios, sugerencias, críticas y elogios, pero da la impresión que no pasan de ahí. Mientras, éste país, que por lo visto se llama España, está en un atasco monumental del que sólo saldremos si echamos el pie a tierra, en el sentido de abandonar las fantasías que nos pierden y nos conectamos con la realidad del trabajo y más trabajo.
Esta mañana me llamó mi amiga Marisol para interesarse por mí. Echaba de menos actividad en mi Espíritu Crítico y creía que me había pasado algo. Pues no, no hay novedad de salud, pero sí hay un poco de reflexión sobre la conveniencia de inundar el mundo con opiniones y sus contrarias, y vuelta a empezar.
Hace mucho tiempo que está todo dicho, y dicho por gente con la cabeza muy bien amueblada. Ahora lo que necesitamos es acción, pero eso es harina de otro costal.
Me sorprende la capacidad que tenemos los de la calle, la ciudadanía, como nos llaman los políticos, para hacernos los locos, o los suecos, e ir a nuestro aire. Sino, cómo se entiende que con la que está cayendo, sigamos llenando restaurantes de lujo, estadios de fútbol, teatros, haciendo fiestas día y noche, etc.
Intuyo una huida hacia adelante y un espíritu kamikaze a la hora de gastar. Creo que mucha gente piensa: para que me lo fundan los bancos, lo disfruto yo, que es la versión actualizada del dicho: lo que han de comer los gusanos, que los disfruten los humanos.
Pues, ¡¡¡¡¡¡¡mucha suerte!!!!!!!!!!
lunes, 19 de septiembre de 2011
El prerrománico de Priesca ( 921), invadido por el asfalto y los coches
La foto de la izquierda corresponde a la iglesia prerrománica de San Salvador de Priesca (Villaviciosa), Monumento Nacional que data del año 921, casi con once siglos y hoy invadido por una carretera comarcal, con un tráfico muy abundante, incluidas competiciones de coches, oficiales. Teniendo en cuenta que en la esquina noreste no existe ni cuneta entre la carretera y el monumento, es un milagro que no se la hayan llevado por delante.
En los últimos cuarenta años sufrió varias restauraciones (cambio de luces; estucado; el pegote del pórtico; césped de la cara Norte, etc) millones de pesetas y muchos miles de euros enterrados en tonterías, pero lo importante, lo verdaderamente importante, que no cuesta nada más que el trabajo de una pala excavadora y un poco de alquitrán, pues eso no se le ocurre a nadie. Liberar la iglesia de Priesca de la carretera sería muy fácil, sólo habría que desviar el vial por la finca colindante (en la foto, el arbolado del fondo) que pertenece al Obispado.
Pues a pesar de los múltiples reportajes, tanto en prensa como en TV, a pesar de la intervención de ilustres arqueólogos, arquitectos, y demás oficios, no hay forma de que salte la voz de alarma para salvar a la iglesia de Priesca del asfalto.
Los políticos de turno se afanan en pasar a la posteridad por sus "catedrales" modernas. Las últimas y más sonadas son: la masacre de la Laboral y la fantasía del Niemeyer, sin olvidar el absurdo Calatrava o el derroche del Tartiere. Mientras tanto, las otras catedrales (porque San Salvador de Priesca hace once siglos era un acontecimiento arquitectónico, casi comparable a una catedral) se ven en el más absoluto de los olvidos.
El ejemplo más próximo a Priesca es la iglesia románica de Santa María de Sebrayo (S XIII), destrozada en la última restauración y !!!!!hoy cerrada por goteras¡¡¡¡¡.
En los últimos cuarenta años sufrió varias restauraciones (cambio de luces; estucado; el pegote del pórtico; césped de la cara Norte, etc) millones de pesetas y muchos miles de euros enterrados en tonterías, pero lo importante, lo verdaderamente importante, que no cuesta nada más que el trabajo de una pala excavadora y un poco de alquitrán, pues eso no se le ocurre a nadie. Liberar la iglesia de Priesca de la carretera sería muy fácil, sólo habría que desviar el vial por la finca colindante (en la foto, el arbolado del fondo) que pertenece al Obispado.
Pues a pesar de los múltiples reportajes, tanto en prensa como en TV, a pesar de la intervención de ilustres arqueólogos, arquitectos, y demás oficios, no hay forma de que salte la voz de alarma para salvar a la iglesia de Priesca del asfalto.
Los políticos de turno se afanan en pasar a la posteridad por sus "catedrales" modernas. Las últimas y más sonadas son: la masacre de la Laboral y la fantasía del Niemeyer, sin olvidar el absurdo Calatrava o el derroche del Tartiere. Mientras tanto, las otras catedrales (porque San Salvador de Priesca hace once siglos era un acontecimiento arquitectónico, casi comparable a una catedral) se ven en el más absoluto de los olvidos.
El ejemplo más próximo a Priesca es la iglesia románica de Santa María de Sebrayo (S XIII), destrozada en la última restauración y !!!!!hoy cerrada por goteras¡¡¡¡¡.
martes, 13 de septiembre de 2011
Acabo de enterarme que lo penúltimo de internet es subirse a la 'nube'
Éste verano le hice una entrevista al científico Enrique Fernández y me enteré que lo penúltimo de internet es la 'nube', el cloud computing.
Lo había entrevistado hacía quince años, cuando en Asturias empezábamos a enterarnos que existía la RED. Al cabo de tres lustros, nos estamos enterando que existe la 'nube'. Más vale tarde que nunca, pero creo que eso de la nube, que no tiene nada que ver con tormentas ni con mal tiempo, tendrá consecuencias en nuestras vidas, en nuestro desarrollo y en nuestro futuro, a pesar de las crisis.
Por lo visto, 'la nube' no es otra cosa que una forma de ayudarnos a simplificar nuestros discos duros, la saturación de datos que tenemos en nuestros ordenadores, tanto los particulares, como los de empresas e instituciones. La nube, un lugar indeterminado en el espacio de las redes, se podría decir que es un servidor ajeno, que nos permite guardar nuestros datos. De esa forma, también será más fácil acceder a él desde cualquier sitio y desde cualquier soporte. Pero, por motivos de seguridad y de privacidad, aún hay reticencias a poner nuestros datos en manos ajenas, muy ajenas.
A pesar de todo, según los expertos, 'la nube' es una realidad que ya no tiene marcha atrás, tanto para las empresas que quieren ofrecer ése servicio, y que se dan codazos por hacerse con el mercado, como para los potenciales clientes.
Hay gente que siempre está en la nube, o en la luna, y no quiere bajarse porque la otra realidad es muy dura. Internet también se sube a la nube para controlarnos un poco más. Es curioso, pues lo que intentan es tener a su disposición todos nuestros datos, hasta los más íntimos. Ya los tienen controlados, pero quieren más. Nos quieren adivinar el pensamiento, adelantarse a nuestros gustos y a nuestras decisiones o indecisiones.
Ayer iniciaba un correo con la siguiente frase: te mando......., pues al enviar el texto, me sale una ventana en la pantalla advirtiéndome que había dicho que mandaba algo y no existía ningún archivo adjunto para enviar. Alucinante¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡
Tan alucinante como el día que me salió otra ventana diciéndome que en el escritorio tenía archivos o iconos infrautilizados. ¡No doy crédito de cómo y cuánto nos controlan: hasta la respiración, por no hablar del espíritu crítico!.
Lo había entrevistado hacía quince años, cuando en Asturias empezábamos a enterarnos que existía la RED. Al cabo de tres lustros, nos estamos enterando que existe la 'nube'. Más vale tarde que nunca, pero creo que eso de la nube, que no tiene nada que ver con tormentas ni con mal tiempo, tendrá consecuencias en nuestras vidas, en nuestro desarrollo y en nuestro futuro, a pesar de las crisis.
Por lo visto, 'la nube' no es otra cosa que una forma de ayudarnos a simplificar nuestros discos duros, la saturación de datos que tenemos en nuestros ordenadores, tanto los particulares, como los de empresas e instituciones. La nube, un lugar indeterminado en el espacio de las redes, se podría decir que es un servidor ajeno, que nos permite guardar nuestros datos. De esa forma, también será más fácil acceder a él desde cualquier sitio y desde cualquier soporte. Pero, por motivos de seguridad y de privacidad, aún hay reticencias a poner nuestros datos en manos ajenas, muy ajenas.
A pesar de todo, según los expertos, 'la nube' es una realidad que ya no tiene marcha atrás, tanto para las empresas que quieren ofrecer ése servicio, y que se dan codazos por hacerse con el mercado, como para los potenciales clientes.
Hay gente que siempre está en la nube, o en la luna, y no quiere bajarse porque la otra realidad es muy dura. Internet también se sube a la nube para controlarnos un poco más. Es curioso, pues lo que intentan es tener a su disposición todos nuestros datos, hasta los más íntimos. Ya los tienen controlados, pero quieren más. Nos quieren adivinar el pensamiento, adelantarse a nuestros gustos y a nuestras decisiones o indecisiones.
Ayer iniciaba un correo con la siguiente frase: te mando......., pues al enviar el texto, me sale una ventana en la pantalla advirtiéndome que había dicho que mandaba algo y no existía ningún archivo adjunto para enviar. Alucinante¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡
Tan alucinante como el día que me salió otra ventana diciéndome que en el escritorio tenía archivos o iconos infrautilizados. ¡No doy crédito de cómo y cuánto nos controlan: hasta la respiración, por no hablar del espíritu crítico!.
miércoles, 7 de septiembre de 2011
Agosto negro para los Estados Unidos y la Unión Europea
La misma semana de mediados de agosto que los japoneses recordaban con tristeza los efectos de la bomba atómica lanzada hace 66 años sobre Hiroshima y Nagasaki, la economía de Estados Unidos sufría un serio revés al rebajarle la calificación de la deuda. Yo, que no soy economista ni politóloga, sino una simple observadora, creo que ésta noticia sí supone un cambio de sistema, o mejor, el primer paso para el declive del Imperio Americano. Sobre todo, cuando me entero que el principal valedor de USA es, precisamente, China, su gran competidor (los demás países que aguantan la deuda USA están casi todos en Asia-Pacífico). Y lo más gracioso es leer cómo los chinos recriminan a los americanos su afán gastizo y su adicción a endeudarse. Hay que leerlo varias veces para creerlo.
Agosto tampoco fue un buen mes para Europa, en especial para la Unión Europea. Por las mismas fechas que temblaba América, a mediados de mes, tuvo lugar en el palacio del Eliseo (París) la reunión entre la canciller alemana Angela Merkel y el presidente francés, Nicolás Sarkozy en un intento desesperado por reconducir la gobernanza de la Zona Euro. Y yo, que no soy ni economista ni politóloga, casi me atrevo a decir que ése encuentro es la puntilla a la Unión Europea, en concreto a las instituciones como la Comisión o el Consejo. ¿De qué sirven?, si quien manda es el eje franco-alemán. Además, los alemanes, -igual que los chinos con los americanos-, no se cansan de llamar manirrotos a los países endeudados y empufados, porque no pueden pagar lo que deben, como el caso de Grecia y, en alguna medida, España. Nos marcan el paso a seguir y, ¡pobres de nosotros como no lo sigamos al pie de la letra!.
Mi admirado Jacques Delors, ex presidente de la Comisión, decía por esas mismas fechas que Europa y el euro "están al borde del abismo". Se puede decir más alto, pero no más claro.
Y con la que está cayendo, escucho hoy que el presidente del Gobierno español aún está pensando en la ampliación de la UE, con la incorporación de Turkía. Imagino que lo único que pretende será tapar el fracaso de la Alianza de Civilizaciones, a pesar de Máximo Cajal.
Agosto tampoco fue un buen mes para Europa, en especial para la Unión Europea. Por las mismas fechas que temblaba América, a mediados de mes, tuvo lugar en el palacio del Eliseo (París) la reunión entre la canciller alemana Angela Merkel y el presidente francés, Nicolás Sarkozy en un intento desesperado por reconducir la gobernanza de la Zona Euro. Y yo, que no soy ni economista ni politóloga, casi me atrevo a decir que ése encuentro es la puntilla a la Unión Europea, en concreto a las instituciones como la Comisión o el Consejo. ¿De qué sirven?, si quien manda es el eje franco-alemán. Además, los alemanes, -igual que los chinos con los americanos-, no se cansan de llamar manirrotos a los países endeudados y empufados, porque no pueden pagar lo que deben, como el caso de Grecia y, en alguna medida, España. Nos marcan el paso a seguir y, ¡pobres de nosotros como no lo sigamos al pie de la letra!.
Mi admirado Jacques Delors, ex presidente de la Comisión, decía por esas mismas fechas que Europa y el euro "están al borde del abismo". Se puede decir más alto, pero no más claro.
Y con la que está cayendo, escucho hoy que el presidente del Gobierno español aún está pensando en la ampliación de la UE, con la incorporación de Turkía. Imagino que lo único que pretende será tapar el fracaso de la Alianza de Civilizaciones, a pesar de Máximo Cajal.
sábado, 3 de septiembre de 2011
Datos económicos para quitar el sueño
Uno de los asistentes a la conferencia que el catedrático Santiago Niño Becerra impartió en Avilés el pasado jueves 1 de setiembre no tuvo reparo en decir que los datos que acababa de escuchar le iban a quitar el sueño. Eran datos sobre el estancamiento de la economía española; el PIB; la productividad; el déficit; la deuda y el desempleo. Todos, números rojos, muy negativos y muy alarmantes para nuestros intereses. Uno muy gráfico: España tenía en 2005 la misma productividad que Austria y Suecia en 1976. Osea, que íbamos con treinta años de retraso en casi todo.
Niño Becerra se preguntaba cómo se las va a arreglar España para alcanzar las exigencias del déficit del año 2013. Si todos los ajustes de éste último año sólo sirvieron para bajar dos puntos (del 11% al 9%), ¿qué habrá que hacer para superar en dos años los seis puntos que quedan?. Niño Becerra dejaba la pregunta en el aire. No sé si sabrá la respuesta. Imagino que sí. Los que sí la saben son los dos líderes que intentan modificar la Constitución. Saben que el partido que gane las próximas elecciones nos tendrá que pegar un repaso que nos vamos a quedar petrificados para una temporada. También saben que ellos son los responsables del desastre.
A Santiago Niño no le gusta hablar de culpa. Dice que la culpa no es de nadie, pero yo creo que sí hay culpables. Para mí los culpables son los políticos manirrotos; los sindicalistas irresponsables que les hacen la ola a los primeros y, lo que es peor, que tratan de imitarles en gastos y ostentación; los banqueros sin profesionalidad ni ética y los ciudadanos que nos creímos que todo el monte era orégano y que les dejábamos hacer porque también nos beneficiábamos de tanta chifladura. Pues nada, aquí vamos todos, cuesta abajo y sin frenos. Pero el impacto no la vamos a sufrir todos igual. Algunos llevan chaleco salvavidas; airbag o paracaídas y el golpe estará amortiguado. Como siempre, ¡pobre del pobre!
A Niño Becerra, que propone un cambio de modelo económico, le precedieron representantes de la política, sindicatos, banca y universidad, cada uno en su mundo de fantasías y proyectos, muy lejos del cambio de modelo que propone el catedrático y que no tendrá nada que ver con el hiper consumismo en el que estuvimos sumidos hasta ahora.
¡Vamos, para quitar el sueño!
Niño Becerra se preguntaba cómo se las va a arreglar España para alcanzar las exigencias del déficit del año 2013. Si todos los ajustes de éste último año sólo sirvieron para bajar dos puntos (del 11% al 9%), ¿qué habrá que hacer para superar en dos años los seis puntos que quedan?. Niño Becerra dejaba la pregunta en el aire. No sé si sabrá la respuesta. Imagino que sí. Los que sí la saben son los dos líderes que intentan modificar la Constitución. Saben que el partido que gane las próximas elecciones nos tendrá que pegar un repaso que nos vamos a quedar petrificados para una temporada. También saben que ellos son los responsables del desastre.
A Santiago Niño no le gusta hablar de culpa. Dice que la culpa no es de nadie, pero yo creo que sí hay culpables. Para mí los culpables son los políticos manirrotos; los sindicalistas irresponsables que les hacen la ola a los primeros y, lo que es peor, que tratan de imitarles en gastos y ostentación; los banqueros sin profesionalidad ni ética y los ciudadanos que nos creímos que todo el monte era orégano y que les dejábamos hacer porque también nos beneficiábamos de tanta chifladura. Pues nada, aquí vamos todos, cuesta abajo y sin frenos. Pero el impacto no la vamos a sufrir todos igual. Algunos llevan chaleco salvavidas; airbag o paracaídas y el golpe estará amortiguado. Como siempre, ¡pobre del pobre!
A Niño Becerra, que propone un cambio de modelo económico, le precedieron representantes de la política, sindicatos, banca y universidad, cada uno en su mundo de fantasías y proyectos, muy lejos del cambio de modelo que propone el catedrático y que no tendrá nada que ver con el hiper consumismo en el que estuvimos sumidos hasta ahora.
¡Vamos, para quitar el sueño!
jueves, 1 de septiembre de 2011
¿Dónde está la trampa de ésta Ley?
En mi pueblo (Priesca. Villaviciosa) decimos que el que hace la Ley hace la trampa. No logro alcanzar dónde está la trampa de la nueva Ley que reforma la Constitución de un plumazo, pero seguro que, tarde o temprano, acabará saliendo. Igual que ahora se descubre la trampa que utilizaban antes para negarse a reformar la Constitución. Parecía algo imposible y, resulta, que en menos de un mes, de agosto, para más INRI, armaron la bolera y le dieron un repaso a la Carta Magna. Ja, ja.
No sé para qué queremos a los políticos si son incapaces de refrenar esa incontinencia al gasto, hasta el punto que ellos mismos, como se conocen, prefieren curarse en salud y poner los topes de gasto en la Constitución, ¡nada menos que en la Constitución!. Gobernar es un arte y administrar la economía cuando hay pocos medios, también es un arte que no está al alcance de todas las mentes.
Es posible que, en vez de dos tardes de clase de Economía necesiten cuatro, pero por favor, que se tomen ese tiempo y no nos embarquen e hipotequen de por vida.
Imagino que en las clases del señor Sevilla, la primera lección dirá que no se puede gastar más de lo que se tiene y, como mucho, si tienes que pedir dinero, no puedes pedir más del que puedas devolver. De lo contrario entrarás en problemas. Eso es válido para el niño que va a comprar chuches a la tienda de la esquina; para las economías domésticas y para administrar los fondos públicos. La segunda lección, imagino que tendría que advertir sobre la picaresca del mercado. Que nos podremos encontrar con gente muy lista que quiera aprovecharse de nosotros y que intenten colarnos duros a pesetas, como se decía antes. La tercera lección tendría que hacer hincapié en que los listos, además, son crueles y despiadados. Que nos dejarán en la más absoluta miseria, sin despeinarse. La cuarta lección consistiría en aplicar un poco de sentido común y bajar a la tierra a los que levitan por las bondades del Estado de Bienestar. Alguien nos tendrá que decir que todo tiene un límite y que no se puede comprar hasta el infinito: ni todos los niños pueden comerse todas las chuches que están a disposición; ni los padres comprarse todos los coches que les salen al encuentro; ni los políticos pueden obcecarse en llegar en Ave o autopista a todas partes.
No sé para qué queremos a los políticos si son incapaces de refrenar esa incontinencia al gasto, hasta el punto que ellos mismos, como se conocen, prefieren curarse en salud y poner los topes de gasto en la Constitución, ¡nada menos que en la Constitución!. Gobernar es un arte y administrar la economía cuando hay pocos medios, también es un arte que no está al alcance de todas las mentes.
Es posible que, en vez de dos tardes de clase de Economía necesiten cuatro, pero por favor, que se tomen ese tiempo y no nos embarquen e hipotequen de por vida.
Imagino que en las clases del señor Sevilla, la primera lección dirá que no se puede gastar más de lo que se tiene y, como mucho, si tienes que pedir dinero, no puedes pedir más del que puedas devolver. De lo contrario entrarás en problemas. Eso es válido para el niño que va a comprar chuches a la tienda de la esquina; para las economías domésticas y para administrar los fondos públicos. La segunda lección, imagino que tendría que advertir sobre la picaresca del mercado. Que nos podremos encontrar con gente muy lista que quiera aprovecharse de nosotros y que intenten colarnos duros a pesetas, como se decía antes. La tercera lección tendría que hacer hincapié en que los listos, además, son crueles y despiadados. Que nos dejarán en la más absoluta miseria, sin despeinarse. La cuarta lección consistiría en aplicar un poco de sentido común y bajar a la tierra a los que levitan por las bondades del Estado de Bienestar. Alguien nos tendrá que decir que todo tiene un límite y que no se puede comprar hasta el infinito: ni todos los niños pueden comerse todas las chuches que están a disposición; ni los padres comprarse todos los coches que les salen al encuentro; ni los políticos pueden obcecarse en llegar en Ave o autopista a todas partes.
domingo, 28 de agosto de 2011
Concierto sobre la hierba en Misiegu
La agrupación Musical Misiegu y la Asociación de Vecinos Playa de Rodiles de Seloriu demostraron hoy que otro mundo es posible. Sí, que es posible otro mundo más sencillo, más humano y más barato.
El milagro se produjo a través de un concierto de verano que llaman "Concierto sobre la hierba", celebrado en la Casina de Misiegu, al que asistieron más de 200 personas que se sentaron en sus sillas de playa, o en el suelo, y en el que se interpretaron obras de Bach, Mozart, Mendelssohn, Dvorak y Schumann.
El pretexto era hacer un homenaje póstumo a Enrique Correa, violonchelista de la Orquesta de Radiotelevisión Española, propietario de la casa más antigua de la zona y la más llamativa por su originalidad arquitectónica. Su hijo, Luis Correa, alma del evento y titular de la casina, nos contó que fue construída en 1898.
Creo que éste sábado, 27 de agosto, se dio el primer paso para una idea que se podría institucionalizar en los veranos de Villaviciosa. Está demostrado que todas las iniciativas culturales cuentan con la respuesta del público y que no tienen porqué atender a presupuestos multimillonarios . El lugar, al lado de la Ría, con la marea bajando, suponía un marco incomparable.
Selorio tiene otro auditorio único, por su acústica: la cantera de La Enciena, que ahora está llena de matorrales y de basuras, el estado habitual de la mayor parte de todos los espacios públicos de la Ría de Villaviciosa.
El gaitero Hevia también es un asiduo de la zona y suele tocar en el Prementoriu, un prado muy próximo a la cantera, que permite la audición a kilómetros de distancia.
El concierto de clásica, que fue seguido de música moderna con el Trio Open Mind, recuerda a la Europa del Renacimiento. Y, si es verdad que ésta crisis económica nos lleva a un Renacimiento de sistema, en Misiegu, ya dimos el primer paso hacia ése nuevo concepto.
Gracias a los músicos Pedro Romero (violín), Alex Bustamante (violín), Elizabeth Romero (violín y viola), Luis Correa (violonchelo), Mary R. Casaux (piano) y Pablo Marín Correa(Piano).
El concierto, como la hierba, crece
Dos años después, en 2013, el concierto creció al mismo ritmo que la asistencia del público. Este año rondó las 600 personas y los músicos hasta dieciséis.
El milagro se produjo a través de un concierto de verano que llaman "Concierto sobre la hierba", celebrado en la Casina de Misiegu, al que asistieron más de 200 personas que se sentaron en sus sillas de playa, o en el suelo, y en el que se interpretaron obras de Bach, Mozart, Mendelssohn, Dvorak y Schumann.
El pretexto era hacer un homenaje póstumo a Enrique Correa, violonchelista de la Orquesta de Radiotelevisión Española, propietario de la casa más antigua de la zona y la más llamativa por su originalidad arquitectónica. Su hijo, Luis Correa, alma del evento y titular de la casina, nos contó que fue construída en 1898.
Creo que éste sábado, 27 de agosto, se dio el primer paso para una idea que se podría institucionalizar en los veranos de Villaviciosa. Está demostrado que todas las iniciativas culturales cuentan con la respuesta del público y que no tienen porqué atender a presupuestos multimillonarios . El lugar, al lado de la Ría, con la marea bajando, suponía un marco incomparable.
Selorio tiene otro auditorio único, por su acústica: la cantera de La Enciena, que ahora está llena de matorrales y de basuras, el estado habitual de la mayor parte de todos los espacios públicos de la Ría de Villaviciosa.
El gaitero Hevia también es un asiduo de la zona y suele tocar en el Prementoriu, un prado muy próximo a la cantera, que permite la audición a kilómetros de distancia.
El concierto de clásica, que fue seguido de música moderna con el Trio Open Mind, recuerda a la Europa del Renacimiento. Y, si es verdad que ésta crisis económica nos lleva a un Renacimiento de sistema, en Misiegu, ya dimos el primer paso hacia ése nuevo concepto.
Gracias a los músicos Pedro Romero (violín), Alex Bustamante (violín), Elizabeth Romero (violín y viola), Luis Correa (violonchelo), Mary R. Casaux (piano) y Pablo Marín Correa(Piano).
El concierto, como la hierba, crece
Dos años después, en 2013, el concierto creció al mismo ritmo que la asistencia del público. Este año rondó las 600 personas y los músicos hasta dieciséis.
Concierto en 2013, dedicado a Vivaldi. |
Seiscientas personas se dieron cita en la casina de Misiegu. |
jueves, 25 de agosto de 2011
¿Qué culpa tienen los somalíes de estar en un lugar tan estratégico?
El problema de la hambruna de Somalia no surgió de la noche a la mañana. Viene de muy atrás, pero como son paupérrimos y no dan la lata, lo más que hacen es morirse o matarse entre ellos, pues los dejamos a su suerte.
Ejemplos para contrastar tenemos muchos, pero el más reciente es el de Trípoli. En éste momento, los rebeldes, como les llaman, a los revolucionarios, están entrando en los cuarteles del líder máximo, con la ayuda de los ejércitos internacionales.
Y no quiero decir que la solución de Somalia sea nuestra, de los que andamos por la calle, no, es de mucho más arriba, de los mismos que expoliaron el país, hoy sin Gobierno. No es nuestra responsabilidad, pero sí tendremos que pagar las consecuencias de la insolidaridad.
Me llamó la atención ver en Asturias a un obispo somalí, tan campante él. Si allí mismo miran para otro lado al pasar delante del problema, qué no vamos a hacer aquí, a miles de kilómetros.
Mi amiga Raquel Fernández, responsable de prensa de UNICEF me pide ayuda para Somalia. Como tengo mi propia ONG y soy pobre, no puedo prodigarme mucho, pero, lamentablemente, la solución está en otro sitio.
Conocí la miseria digna en el Burundi, recién salido de una guera, y en Malaui, con pobres paupérrimos, pero quien más y quien menos tenía un poco de harina de maíz para echarse a la boca. Pero lo de Somalia, eso es otra cosa, eso clama al cielo, pero estamos inmunizados contra ése drama. Ahí sí tendrían que ir las tropas internacionales y pacificar la zona, lo primero, luego darles medios para extraer agua y, a partir de ahí, todo funciona.
Es posible que Somalia no tenga petróleo, pero sí tiene un territorio estratégico en lo que llaman el cuerno de África, muy codiciado a costa de lo que sea. Una buena parte del país es tierra yerma, pero también lo quieren libre de gente y lo conseguirán. Matándolos de hambre, es fácil que se mueran.
El ex ministro español Miguel Ángel Moratinos, reciente candidato a dirigir la FAO, Organización de Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación, decía en su campaña que tenía las claves para acabar con el hambre. Espero que no las guarde más y eche una mano en este caso tan sangrante.
Y los medios de comunicación, ¿qué dicen?, ¿qué denuncian?; están muy ocupados con lo que pasa un poco más arriba. Están distraídos con los fuegos de artificio.
Ejemplos para contrastar tenemos muchos, pero el más reciente es el de Trípoli. En éste momento, los rebeldes, como les llaman, a los revolucionarios, están entrando en los cuarteles del líder máximo, con la ayuda de los ejércitos internacionales.
Y no quiero decir que la solución de Somalia sea nuestra, de los que andamos por la calle, no, es de mucho más arriba, de los mismos que expoliaron el país, hoy sin Gobierno. No es nuestra responsabilidad, pero sí tendremos que pagar las consecuencias de la insolidaridad.
Me llamó la atención ver en Asturias a un obispo somalí, tan campante él. Si allí mismo miran para otro lado al pasar delante del problema, qué no vamos a hacer aquí, a miles de kilómetros.
Mi amiga Raquel Fernández, responsable de prensa de UNICEF me pide ayuda para Somalia. Como tengo mi propia ONG y soy pobre, no puedo prodigarme mucho, pero, lamentablemente, la solución está en otro sitio.
Conocí la miseria digna en el Burundi, recién salido de una guera, y en Malaui, con pobres paupérrimos, pero quien más y quien menos tenía un poco de harina de maíz para echarse a la boca. Pero lo de Somalia, eso es otra cosa, eso clama al cielo, pero estamos inmunizados contra ése drama. Ahí sí tendrían que ir las tropas internacionales y pacificar la zona, lo primero, luego darles medios para extraer agua y, a partir de ahí, todo funciona.
Es posible que Somalia no tenga petróleo, pero sí tiene un territorio estratégico en lo que llaman el cuerno de África, muy codiciado a costa de lo que sea. Una buena parte del país es tierra yerma, pero también lo quieren libre de gente y lo conseguirán. Matándolos de hambre, es fácil que se mueran.
El ex ministro español Miguel Ángel Moratinos, reciente candidato a dirigir la FAO, Organización de Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación, decía en su campaña que tenía las claves para acabar con el hambre. Espero que no las guarde más y eche una mano en este caso tan sangrante.
Y los medios de comunicación, ¿qué dicen?, ¿qué denuncian?; están muy ocupados con lo que pasa un poco más arriba. Están distraídos con los fuegos de artificio.
domingo, 21 de agosto de 2011
Curar la infelicidad y el envejecimiento
El pasado viernes tuve que acudir como acompañante a una consulta de Neurología. La experiencia fue dura.
Nos recibe una médico que nos invita a sentarnos, pero sin levantar la vista de la pantalla del ordenador.
Mientras esperábamos que nos hiciese caso tuve tiempo para leer un cartel, en letras de cuerpo cuarenta, por lo menos, que estaba pegado en un tablón, justo detrás del puesto de la facultativa y que decía lo siguiente:
Nos recibe una médico que nos invita a sentarnos, pero sin levantar la vista de la pantalla del ordenador.
Mientras esperábamos que nos hiciese caso tuve tiempo para leer un cartel, en letras de cuerpo cuarenta, por lo menos, que estaba pegado en un tablón, justo detrás del puesto de la facultativa y que decía lo siguiente:
En ésta consulta no se
cura el envejecimiento,
ni la infelicidad.
Qué pena que en una consulta médica se parta de unas premisas tan alejadas del Código Hipocrático. Desde el momento que ya no se cura algo es que fallan los cimientos. Si lo fácil sería curar esos dos males del alma, y, curándolos se sanarían muchos otros males del cuerpo. Lo malo es que a algunos médicos sólo les interesan las enfermedades físicas.
Don Luis Fernández-Vega, ofatalmólogo, tenía un medicamento al que le adjudicaba cualidades milagrosas. Se llamaba el CICACOA y no era otra cosa que una mezcla de Ciencia, Cariño, Comprensión y Ánimo.
Y yo me atrevería a decir que ¡pobre de la Facultad de Medicina! que no enseñe a aplicar ése medicamento mágico. Es sabido que muchas enfermedades se curan con cinco minutos de atención; con una palmada en la espalda o con una palabra de ánimo. Pero para hacer eso, además de tiempo, hay que tener la predisposición y el amor a los que llegan a la consulta. Los burócratas nunca podrán curar lo que no se ve, aunque sea muy evidente, ni intuir lo que no se dice, aunque sea un clamor. No verán más allá de sus narices, o mejor, de su pantalla de ordenador.
Creo que se nos van por las alcantarillas de la Selectividad muchos médicos y médicas de vocación que, posiblemente no lleguen a ésa nota fatídica que piden para entrar en Medicina y se queden con las ganas de ejercer una profesión vocacional. Se quedarán en el camino, se irán por otros derroteros, pero seguro que a ellos nunca se les ocurriría decir a nadie que no les curan, y mucho menos el envejecimiento y la infelicidad.
¡Qué miedo y qué pena!
Don Luis Fernández-Vega, ofatalmólogo, tenía un medicamento al que le adjudicaba cualidades milagrosas. Se llamaba el CICACOA y no era otra cosa que una mezcla de Ciencia, Cariño, Comprensión y Ánimo.
Y yo me atrevería a decir que ¡pobre de la Facultad de Medicina! que no enseñe a aplicar ése medicamento mágico. Es sabido que muchas enfermedades se curan con cinco minutos de atención; con una palmada en la espalda o con una palabra de ánimo. Pero para hacer eso, además de tiempo, hay que tener la predisposición y el amor a los que llegan a la consulta. Los burócratas nunca podrán curar lo que no se ve, aunque sea muy evidente, ni intuir lo que no se dice, aunque sea un clamor. No verán más allá de sus narices, o mejor, de su pantalla de ordenador.
Creo que se nos van por las alcantarillas de la Selectividad muchos médicos y médicas de vocación que, posiblemente no lleguen a ésa nota fatídica que piden para entrar en Medicina y se queden con las ganas de ejercer una profesión vocacional. Se quedarán en el camino, se irán por otros derroteros, pero seguro que a ellos nunca se les ocurriría decir a nadie que no les curan, y mucho menos el envejecimiento y la infelicidad.
¡Qué miedo y qué pena!
domingo, 7 de agosto de 2011
Los bancos tienen el poder que les regalaron durante muchos años
Cría cuervos y te sacarán los ojos. Pues eso es lo que hicieron los bancos y los llamados mercados financieros con los poderes políticos que tanto les contemplaron y tanto les consintieron. Ahora, como ya no tienen nada para conseguir a cambio, pues van a degüello.
Los titulares de los periódicos de los últimos días dan pánico. Sino fuera tan triste y tan trágico sería para reírse de los políticos que creían que los del dinero eran sus amigos. Pues no, os están utilizando, bien para conseguir subvenciones; obra pública o favores que a la larga salen muy caros a todos.
A los bancos les pusieron en sus arcas las pensiones; las cuotas del paro y las nóminas de todos los españoles y ahora son como un agujero negro que se lo traga todo. A las empresas grandes les dieron casi toda la obra pública que se precie y todas las ventajas imaginables, desde las eléctricas a las telefónicas, pasando por las inmobiliarias. ¿Y como les pagan en tiempos de crisis? pues echando a la calle a miles de personas. El ejemplo más sangrante es el de Telefónica. Su presidente fue uno de los que se sentó hace pocos meses a la mesa del presidente del Gobierno como el gran gurú, junto a otros cuarenta, para darle las claves de cómo salir del atolladero. Pues no. Esa gente no sabe jugar en la crisis. Están acostumbrados a grandezas y no se manejan en la miseria.
Es posible que si en aquella gran mesa se hubiesen sentado pequeños y medianos empresarios o amas de casa, acostumbrados a lidiar todos los días con las dificultades y a sacar fuerzas de flaqueza, le habrían dicho cómo sacar adelante un país: con mucho trabajo, mucha austeridad y mucha fe en sus posibilidades.
A la hora de tratar estos temas, el espíritu crítico ya resulta manido.
De poco sirve que expertos como Santiago Niño Becerra lleven muchos años advirtiendo de lo que venía. Les llamaban agoreros y aguafiestas. Ahora que la realidad supera la ficción con creces, ya es muy tarde para rectificar.
Niño Becerra habla de cambio sistémico. Eso supone un giro tan brusco que llevará mucho trabajo de concienciación. No sé en qué campaña electoral nos lo piensan decir. Los que salen, porque aún tienen esperanzas de retomar el rumbo y los que quieren entrar, porque no les interesa espantar a la parroquia, así que unos por otros, la casa sin barrer. Y mientras, la gente confiada en que todo es un espejismo.
Apelemos al espíritu crítico y al sentido común para que entre todos salgamos adelante, a pesar los políticos y los banqueros.
Los titulares de los periódicos de los últimos días dan pánico. Sino fuera tan triste y tan trágico sería para reírse de los políticos que creían que los del dinero eran sus amigos. Pues no, os están utilizando, bien para conseguir subvenciones; obra pública o favores que a la larga salen muy caros a todos.
A los bancos les pusieron en sus arcas las pensiones; las cuotas del paro y las nóminas de todos los españoles y ahora son como un agujero negro que se lo traga todo. A las empresas grandes les dieron casi toda la obra pública que se precie y todas las ventajas imaginables, desde las eléctricas a las telefónicas, pasando por las inmobiliarias. ¿Y como les pagan en tiempos de crisis? pues echando a la calle a miles de personas. El ejemplo más sangrante es el de Telefónica. Su presidente fue uno de los que se sentó hace pocos meses a la mesa del presidente del Gobierno como el gran gurú, junto a otros cuarenta, para darle las claves de cómo salir del atolladero. Pues no. Esa gente no sabe jugar en la crisis. Están acostumbrados a grandezas y no se manejan en la miseria.
Es posible que si en aquella gran mesa se hubiesen sentado pequeños y medianos empresarios o amas de casa, acostumbrados a lidiar todos los días con las dificultades y a sacar fuerzas de flaqueza, le habrían dicho cómo sacar adelante un país: con mucho trabajo, mucha austeridad y mucha fe en sus posibilidades.
A la hora de tratar estos temas, el espíritu crítico ya resulta manido.
De poco sirve que expertos como Santiago Niño Becerra lleven muchos años advirtiendo de lo que venía. Les llamaban agoreros y aguafiestas. Ahora que la realidad supera la ficción con creces, ya es muy tarde para rectificar.
Niño Becerra habla de cambio sistémico. Eso supone un giro tan brusco que llevará mucho trabajo de concienciación. No sé en qué campaña electoral nos lo piensan decir. Los que salen, porque aún tienen esperanzas de retomar el rumbo y los que quieren entrar, porque no les interesa espantar a la parroquia, así que unos por otros, la casa sin barrer. Y mientras, la gente confiada en que todo es un espejismo.
Apelemos al espíritu crítico y al sentido común para que entre todos salgamos adelante, a pesar los políticos y los banqueros.
miércoles, 3 de agosto de 2011
Enriqueta Pérez, una adelantada a su tiempo, se fue sin cumplir su sueño
Y su sueño era crear hace veinte años en España, en concreto en Asturias, un hospice como los que ella conoció en Suiza, en la Fundación Rive Neuve. Se trataba de crear centros en los que se acogiera a las personas enfermas terminales para ayudarlas, tanto a ellas como a las familias, a hacer el paso definitivo. Pero en estas tierras hablar de la muerte no queda bien, no nos lo permite nuestro cinismo. Preferimos encararla a la brava, para eso somos valientes. Y Enriqueta no lo sabía y fracasó en su intento. Se adelanto más de una década a la formación y conocimientos de los que tenían que prestarle el apoyo, no para ella, sino para los futuros usuarios. Y no entendieron lo que quería. No entendieron nada. Era demasiado nuevo para ellos y ellas. Les quedaba grande la idea, además no era propia, por lo tanto, no servía, por más que estuviese probada en países como Suiza. Tampoco se trataba de hacer grandes inversiones, así que nada. Descartado. Lo más parecido que tenemos hoy, salvando muchas distancias, sería el Hospital del Naranco, en Oviedo.
A pesar de todos los portazos que recibió, puso en marcha la iniciativa a costa de su patrimonio, pero sin la colaboración de la Seguridad Social no podía tener mucho recorrido y pronto tuvo que aparcar su sueño.
Enriqueta se murió el pasado 22 de julio en Calahorra. Sus amigos asturianos la despidieron hoy con una misa en Gijón. Espero que para hacer su tránsito haya puesto en práctica todos sus conocimientos. A los demás, que nos ayude allá dónde se encuentre.
A pesar de todos los portazos que recibió, puso en marcha la iniciativa a costa de su patrimonio, pero sin la colaboración de la Seguridad Social no podía tener mucho recorrido y pronto tuvo que aparcar su sueño.
Enriqueta se murió el pasado 22 de julio en Calahorra. Sus amigos asturianos la despidieron hoy con una misa en Gijón. Espero que para hacer su tránsito haya puesto en práctica todos sus conocimientos. A los demás, que nos ayude allá dónde se encuentre.
lunes, 1 de agosto de 2011
El cultivo del matorral
Marisol Serrador me acaba de reñir porque escribo poco en el blog, pero los días pasan tan rápido que no me da tiempo a cumplir con todas las obligaciones.
Esta tarde fui a Tazones a cenar y aún no me recuperé del estado de los bordes de la carretera, invadida de matorrales. Los visitantes deben estar encantados de cómo cuidamos aquí a los matorrales. En otras tierras se los corta y se mantienen a raya, pero aquí los abonamos y los mimamos hasta extremos insospechados. Cuando quieran darse cuenta de cortarlos, se pasó el verano. Me refiero a unos matorrales que rodean la Ría de Villaviciosa, ese espacio con el que tanto se les llena la boca a algunos.
Hace semanas pensaba escribir sobre el nuevo parque el Pelambre, también en la villa, para destacar la idea de colocar manzanos en ese espacio público, una idea que le había sugerido al alcalde Cobián, pero que nunca llevó a cabo. Pues se me pasó el tiempo y ya no pude contarlo, porque tendría que hablar de las malas hierbas que sembraron en lo que tenía que se césped. Los mestranzos, como les llamamos en Priesca. Lo curioso del caso es que les habrán cobrado una pasta por las semillas y les vendieron gato por liebre. Espero que alguien lo reclame y vuelvan a resembrar como corresponde a un parque de esa categoría. Los que entienden, la gente de los pueblos, no salen de su asombro al ver ese desatino.
Es curioso, el ecologismo de nuevo cuño confunde matorral con conservación de la naturaleza y malas hierbas con césped.
Esta tarde fui a Tazones a cenar y aún no me recuperé del estado de los bordes de la carretera, invadida de matorrales. Los visitantes deben estar encantados de cómo cuidamos aquí a los matorrales. En otras tierras se los corta y se mantienen a raya, pero aquí los abonamos y los mimamos hasta extremos insospechados. Cuando quieran darse cuenta de cortarlos, se pasó el verano. Me refiero a unos matorrales que rodean la Ría de Villaviciosa, ese espacio con el que tanto se les llena la boca a algunos.
Hace semanas pensaba escribir sobre el nuevo parque el Pelambre, también en la villa, para destacar la idea de colocar manzanos en ese espacio público, una idea que le había sugerido al alcalde Cobián, pero que nunca llevó a cabo. Pues se me pasó el tiempo y ya no pude contarlo, porque tendría que hablar de las malas hierbas que sembraron en lo que tenía que se césped. Los mestranzos, como les llamamos en Priesca. Lo curioso del caso es que les habrán cobrado una pasta por las semillas y les vendieron gato por liebre. Espero que alguien lo reclame y vuelvan a resembrar como corresponde a un parque de esa categoría. Los que entienden, la gente de los pueblos, no salen de su asombro al ver ese desatino.
Es curioso, el ecologismo de nuevo cuño confunde matorral con conservación de la naturaleza y malas hierbas con césped.
lunes, 18 de julio de 2011
Orgullo de pelo blanco
Nunca entendí bien porqué las canas están demonizadas por algunas mujeres, que acaban esclavizadas de los tintes de pelo. En los hombres, las canas se ven como un signo de distinción, incluso como un atractivo, pero en las mujeres se desprecian.
Afortunadamente, cada vez son más las mujeres que se liberan de ése tópico y se dejan las canas sin complejos.
La popularidad de Christine Lagarde (Francia, 1956) como nueva Directora Gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI) sirvió para visibilizar su pelo blanco. Antes lo habían hecho otras mujeres como la reina Isabel II de Inglaterra, pero su pelo pasa más desapercibido porque es una señora más mayor.
A mí, liberada de los tintes hace casi quince años, -aunque mucha gente aún me pregunta si me pinto de blanco-, me parece una temeridad que una persona de ochenta años vaya con el pelo negro. Eso sí que es una bofetada a la estética. Y no digamos nada si se tienen ochenta años y se lleva el pelo de dos colores: la raíz blanca de varios meses y el resto negro.
Cuando anuncian los tintes en la televisión se olvidan decir que debe aplicarse, mínimo, dos veces al mes y, a ser posible, por profesionales. Y eso sólo lo puede hacer un grupo reducido de gente, tanto por motivos económicos, como por el tiempo que lleva el proceso de teñido.
En muchos casos el tinte sólo se utiliza para los actos sociales y eso sí que es una temeridad, porque muchas veces se trata de un entierro imprevisto y se ve cada cosa que no queda más remedio que decir: ¡Con lo bien que iría con su pelo blanco!
Mi aplauso a Christine Lagarde y a todas las mujeres que dan ejemplo de coherencia. Mi espíritu crítico para las que se dejan llevar por una publicidad interesada y manipulada, ya que la clave no está en el tinte, sino en el corte de pelo.
Afortunadamente, cada vez son más las mujeres que se liberan de ése tópico y se dejan las canas sin complejos.
La popularidad de Christine Lagarde (Francia, 1956) como nueva Directora Gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI) sirvió para visibilizar su pelo blanco. Antes lo habían hecho otras mujeres como la reina Isabel II de Inglaterra, pero su pelo pasa más desapercibido porque es una señora más mayor.
A mí, liberada de los tintes hace casi quince años, -aunque mucha gente aún me pregunta si me pinto de blanco-, me parece una temeridad que una persona de ochenta años vaya con el pelo negro. Eso sí que es una bofetada a la estética. Y no digamos nada si se tienen ochenta años y se lleva el pelo de dos colores: la raíz blanca de varios meses y el resto negro.
Cuando anuncian los tintes en la televisión se olvidan decir que debe aplicarse, mínimo, dos veces al mes y, a ser posible, por profesionales. Y eso sólo lo puede hacer un grupo reducido de gente, tanto por motivos económicos, como por el tiempo que lleva el proceso de teñido.
En muchos casos el tinte sólo se utiliza para los actos sociales y eso sí que es una temeridad, porque muchas veces se trata de un entierro imprevisto y se ve cada cosa que no queda más remedio que decir: ¡Con lo bien que iría con su pelo blanco!
Mi aplauso a Christine Lagarde y a todas las mujeres que dan ejemplo de coherencia. Mi espíritu crítico para las que se dejan llevar por una publicidad interesada y manipulada, ya que la clave no está en el tinte, sino en el corte de pelo.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)