miércoles, 28 de septiembre de 2011

Intuyo una huida hacia adelante

Isolina Cueli
Me impresiona escuchar y leer todo lo que se dice estos días sobre la crisis, la economía, el déficit y la deuda. Está visto que el papel, las pantallas y los micrófonos pueden con todo, soportan todo tipo de comentarios, sugerencias, críticas y elogios, pero da la impresión que no pasan de ahí. Mientras, éste país, que por lo visto se llama España, está en un atasco monumental del que sólo saldremos si echamos el pie a tierra, en el sentido de abandonar las fantasías que nos pierden y nos conectamos con la realidad del trabajo y más trabajo.
Esta mañana me llamó mi amiga Marisol para interesarse por mí. Echaba de menos actividad en mi Espíritu Crítico y creía que me había pasado algo. Pues no, no hay novedad de salud, pero sí hay un poco de reflexión sobre la conveniencia de inundar el mundo con opiniones y sus contrarias, y vuelta a empezar.
Hace mucho tiempo que está todo dicho, y dicho por gente con la cabeza muy bien amueblada. Ahora lo que necesitamos es acción, pero eso es harina de otro costal.
Me sorprende la capacidad que tenemos los de la calle, la ciudadanía, como nos llaman los políticos, para hacernos los locos, o los suecos, e ir a nuestro aire. Sino, cómo se entiende que con la que está cayendo, sigamos llenando restaurantes de lujo, estadios de fútbol, teatros, haciendo fiestas día y noche, etc.
Intuyo una huida hacia adelante y un espíritu kamikaze a la hora de gastar. Creo que mucha gente piensa: para que me lo fundan los bancos, lo disfruto yo, que es la versión actualizada del dicho: lo que han de comer los gusanos, que los disfruten los humanos.
Pues, ¡¡¡¡¡¡¡mucha suerte!!!!!!!!!!

lunes, 19 de septiembre de 2011

El prerrománico de Priesca ( 921), invadido por el asfalto y los coches

La foto de la izquierda corresponde a la iglesia prerrománica de San Salvador de Priesca (Villaviciosa), Monumento Nacional que data del año 921, casi con once siglos y hoy invadido por una carretera comarcal, con un tráfico muy abundante, incluidas competiciones de coches, oficiales. Teniendo en cuenta que en la esquina noreste no existe ni cuneta entre la carretera y el monumento, es un milagro que no se la hayan llevado por delante.
En los últimos cuarenta años sufrió varias restauraciones (cambio de luces; estucado; el pegote del pórtico; césped de la cara Norte, etc) millones de pesetas y muchos miles de euros enterrados en tonterías, pero lo importante, lo verdaderamente importante, que no cuesta nada más que el trabajo de una pala excavadora y un poco de alquitrán, pues eso no se le ocurre a nadie. Liberar la iglesia de Priesca de la carretera sería muy fácil, sólo habría que desviar el vial por la finca colindante (en la foto, el arbolado del fondo) que pertenece al Obispado.
Pues a pesar de los múltiples reportajes, tanto en prensa como en TV, a pesar de la intervención de ilustres arqueólogos, arquitectos, y demás oficios, no hay forma de que salte la voz de alarma para salvar a la iglesia de Priesca del asfalto.
Los políticos de turno se afanan en pasar a la posteridad por sus "catedrales" modernas. Las últimas y más sonadas son: la masacre de la Laboral y la fantasía del Niemeyer, sin olvidar el absurdo Calatrava o el derroche del Tartiere. Mientras tanto, las otras catedrales (porque San Salvador de Priesca hace once siglos era un acontecimiento arquitectónico, casi comparable a una catedral) se ven en el más absoluto de los olvidos.
El ejemplo más próximo a Priesca es la iglesia románica de Santa María de Sebrayo (S XIII), destrozada en la última restauración y !!!!!hoy cerrada por goteras¡¡¡¡¡.

martes, 13 de septiembre de 2011

Acabo de enterarme que lo penúltimo de internet es subirse a la 'nube'

Éste verano le hice una entrevista al científico Enrique Fernández y me enteré que lo penúltimo de internet es la 'nube', el cloud computing.
Lo había entrevistado hacía quince años, cuando en Asturias empezábamos a enterarnos que existía la RED. Al cabo de tres lustros, nos estamos enterando que existe la 'nube'. Más vale tarde que nunca, pero creo que eso de la nube, que no tiene nada que ver con tormentas ni con mal tiempo, tendrá consecuencias en nuestras vidas, en nuestro desarrollo y en nuestro futuro, a pesar de las crisis.
Por lo visto, 'la nube' no es otra cosa que una forma de ayudarnos a simplificar nuestros discos duros, la saturación de datos que tenemos en nuestros ordenadores, tanto los particulares, como los de empresas e instituciones. La nube, un lugar indeterminado en el espacio de las redes, se podría decir que es un servidor ajeno, que nos permite guardar nuestros datos. De esa forma, también será más fácil acceder a él desde cualquier sitio y desde cualquier soporte. Pero, por motivos de seguridad y de privacidad, aún hay reticencias a poner nuestros datos en manos ajenas, muy ajenas.
A pesar de todo, según los expertos, 'la nube' es una realidad que ya no tiene marcha atrás, tanto para las empresas que quieren ofrecer ése servicio, y que se dan codazos por hacerse con el mercado, como para los potenciales clientes.
Hay gente que siempre está en la nube, o en la luna, y no quiere bajarse porque la otra realidad es muy dura. Internet también se sube a la nube para controlarnos un poco más. Es curioso, pues lo que intentan es tener a su disposición todos nuestros datos, hasta los más íntimos. Ya los tienen controlados, pero quieren más. Nos quieren adivinar el pensamiento, adelantarse a nuestros gustos y a nuestras decisiones o indecisiones.
Ayer iniciaba un correo con la siguiente frase: te mando......., pues al enviar el texto,  me sale una ventana en la pantalla advirtiéndome que había dicho que mandaba algo y no existía ningún archivo adjunto para enviar. Alucinante¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡
Tan alucinante como el día que me salió otra ventana diciéndome que en el escritorio tenía archivos o iconos infrautilizados. ¡No doy crédito de cómo y cuánto nos controlan: hasta la respiración, por no hablar del espíritu crítico!.




miércoles, 7 de septiembre de 2011

Agosto negro para los Estados Unidos y la Unión Europea

La misma semana de mediados de agosto que los japoneses recordaban con tristeza los efectos de la bomba atómica lanzada hace 66 años sobre Hiroshima y Nagasaki, la economía de Estados Unidos sufría un serio revés al rebajarle la calificación de la deuda. Yo, que no soy economista ni politóloga, sino una simple observadora, creo que ésta noticia sí supone un cambio de sistema, o mejor, el primer paso para el declive del Imperio Americano. Sobre todo, cuando me entero que el principal valedor de USA es, precisamente, China, su gran competidor (los demás países que aguantan la deuda USA están casi todos en Asia-Pacífico). Y lo más gracioso es leer cómo los chinos recriminan a los americanos su afán gastizo y su adicción a endeudarse. Hay que leerlo varias veces para creerlo.
Agosto tampoco fue un buen mes para Europa, en especial para la Unión Europea. Por las mismas fechas que temblaba América, a mediados de mes, tuvo lugar en el palacio del Eliseo (París) la reunión entre la canciller alemana Angela Merkel y el presidente francés, Nicolás Sarkozy en un intento desesperado por reconducir la gobernanza de la Zona Euro. Y yo, que no soy ni economista ni politóloga, casi me atrevo a decir que ése encuentro es la puntilla a la Unión Europea, en concreto a las instituciones como la Comisión o el Consejo. ¿De qué sirven?, si quien manda es el eje franco-alemán. Además, los alemanes, -igual que los chinos con los americanos-, no se cansan de llamar manirrotos a los países endeudados y empufados, porque no pueden pagar lo que deben, como el caso de Grecia y, en alguna medida, España. Nos marcan el paso a seguir y, ¡pobres de nosotros como no lo sigamos al pie de la letra!.
Mi admirado Jacques Delors, ex presidente de la Comisión, decía por esas mismas fechas que Europa y el euro "están al borde del abismo". Se puede decir más alto, pero no más claro.
Y con la que está cayendo, escucho hoy que el presidente del Gobierno español aún está pensando en la ampliación de la UE, con la incorporación de Turkía. Imagino que lo único que pretende será tapar el fracaso de la Alianza de Civilizaciones, a pesar de Máximo Cajal.

sábado, 3 de septiembre de 2011

Datos económicos para quitar el sueño

Uno de los asistentes a la conferencia que el catedrático Santiago Niño Becerra impartió en Avilés el pasado jueves 1 de setiembre no tuvo reparo en decir que los datos que acababa de escuchar le iban a quitar el sueño. Eran datos sobre el estancamiento de la economía española; el PIB; la productividad; el déficit; la deuda y el desempleo. Todos, números rojos, muy negativos y muy alarmantes para nuestros intereses. Uno muy gráfico: España tenía en 2005 la misma productividad que Austria y Suecia en 1976. Osea, que íbamos con treinta años de retraso en casi todo.
Niño Becerra se preguntaba cómo se las va a arreglar España para alcanzar las exigencias del déficit del año 2013. Si todos los ajustes de éste último año sólo sirvieron para bajar dos puntos (del 11% al 9%), ¿qué habrá que hacer para superar en dos años los seis puntos que quedan?. Niño  Becerra dejaba la pregunta en el aire. No sé si sabrá la respuesta. Imagino que sí. Los que sí la saben son los dos líderes que intentan modificar la Constitución. Saben que el partido que gane las próximas elecciones nos tendrá que pegar un repaso que nos vamos a quedar petrificados para una temporada. También saben que ellos son los responsables del desastre.
A Santiago Niño no le gusta hablar de culpa. Dice que la culpa no es de nadie, pero yo creo que sí hay culpables. Para mí los culpables son los políticos manirrotos; los sindicalistas irresponsables que les hacen la ola a los primeros y, lo que es peor, que tratan de imitarles en gastos y ostentación; los banqueros sin profesionalidad ni ética y los ciudadanos que nos creímos que todo el monte era orégano y que les dejábamos hacer porque también nos beneficiábamos de tanta chifladura. Pues nada, aquí vamos todos, cuesta abajo y sin frenos. Pero el impacto no la vamos a sufrir todos igual. Algunos llevan chaleco salvavidas; airbag o paracaídas y el golpe estará amortiguado. Como siempre, ¡pobre del pobre!
A Niño Becerra, que propone un cambio de modelo económico, le precedieron representantes de la política, sindicatos, banca y universidad, cada uno en su mundo de fantasías y proyectos, muy lejos del cambio de modelo que propone el catedrático y que no tendrá nada que ver con el hiper consumismo en el que estuvimos sumidos hasta ahora.
¡Vamos, para quitar el sueño!

jueves, 1 de septiembre de 2011

¿Dónde está la trampa de ésta Ley?

En mi pueblo (Priesca. Villaviciosa) decimos que el que hace la Ley hace la trampa. No logro alcanzar dónde está la trampa de la nueva Ley que reforma la Constitución de un plumazo, pero seguro que, tarde o temprano, acabará saliendo. Igual que ahora se descubre la trampa que utilizaban antes para negarse a reformar la Constitución. Parecía algo imposible y, resulta, que en menos de un mes, de agosto, para más INRI, armaron la bolera y le dieron un repaso a la Carta Magna. Ja, ja.
No sé para qué queremos  a los políticos si son incapaces de refrenar esa incontinencia al gasto, hasta el punto que ellos mismos, como se conocen, prefieren curarse en salud y poner los topes de gasto en la Constitución, ¡nada menos que en la Constitución!. Gobernar es un arte y administrar la economía cuando hay pocos medios, también es un arte que no está al alcance de todas las mentes.
Es posible que, en vez de dos tardes de clase de Economía necesiten cuatro, pero por favor, que se tomen ese tiempo y no nos embarquen e hipotequen de por vida.
Imagino que en las clases del señor Sevilla, la primera lección dirá que no se puede gastar más de lo que se tiene y, como mucho, si tienes que pedir dinero, no puedes pedir más del que puedas devolver. De lo contrario entrarás en problemas. Eso es válido para el niño que va a comprar chuches a la tienda de la esquina; para las economías domésticas y para administrar los fondos públicos. La segunda lección, imagino que tendría que advertir sobre la picaresca del mercado. Que nos podremos encontrar con gente muy lista que quiera aprovecharse de nosotros y que intenten colarnos duros a pesetas, como se decía antes. La tercera lección tendría que hacer hincapié en que los listos, además, son crueles y despiadados. Que nos dejarán en la más absoluta miseria, sin despeinarse. La cuarta lección consistiría en aplicar un poco de sentido común y bajar a la tierra a los que levitan por las bondades del Estado de Bienestar. Alguien nos tendrá que decir que todo tiene un límite y que no se puede comprar hasta el infinito: ni todos los niños pueden comerse todas las chuches que están a disposición; ni los padres comprarse todos los coches que les salen al encuentro; ni los políticos pueden obcecarse en llegar en Ave o autopista a todas partes.