miércoles, 27 de febrero de 2013

Tomates en febrero

Antes de que acabe el día y casi el mes de febrero quiero compartir la cosecha de tomates que tengo a medias con mi prima Charito. Ella es la artífice de sacar adelante cinco de las plantas que nos trajo Raquel de una variedad de Miajadas (Cáceres) en el mes de agosto. Yo los acogí en un pequeño invernadero a finales de octubre y, a pesar del crecimiento y maduración tan lentos, hemos conseguido comer tomates caseros en febrero, todo un éxito en Asturias. También es una prueba de que en esta tierra, si quisiéramos, podríamos hacer muchas cosas. No se trata de competir con Murcia o Almería, ni con Cáceres, sino de recuperar la identidad agrícola y hortícola que desarrollamos durante mucho tiempo. Antes de que se pusieran de moda los productos de diseño. Sé que esta planta no pasaría los cánones de la industria alimentaria ni de las tiendas, porque los tomates son desiguales y algo raquíticos, pero lo que nadie les puede discutir es el sabor a tomate, que es de lo que se trata. A pesar de que un hongo atacó las hojas, preferí no tratarlos. Del más grande, que aún no maduró, aprovecharemos las semillas para las tomateras del verano. Según Raquel, los tomates de Mijadas son los mejores del mundo. De momento, puedo decir, que son los más valientes, porque dar fruto en Asturias en invierno, es todo un reto.
 

miércoles, 20 de febrero de 2013

La Camarga de Mistral y Van Gogh



Cada vez que veo el nombre de La Camarga en un restaurante de Barcelona, relacionado con asuntos turbios de espionaje, me da pena que los españoles no sepamos más cosas de la verdadera Camarga, La Camargue, una lengua de terreno situada al otro lado de los Pirineos, en la Provenza francesa, en la que destacan la flora y la fauna, dignas de mención. La Camarga, los terrenos del Delta del Ródano, en Arles, fueron descritos y recreados en casi todas las obras de Federico Mistral (1830-1914), un escritor campesino que recibió el premio Nobel de Literatura en el año 1904. Para muchos españoles La Camarga se asocia con un restaurante de Barcelona en el que comen gentes de bastante poder adquisitivo y cuyas vidas tienen mucho interés para el prójimo, a juzgar por las escuchas de sus conversaciones.  Pero la verdadera Camarga y la Provenza es un espacio único al que se desplazó el pintor Van Gogh y en las que pintó obras inolvidables. La Camargue, bañada por las aguas saladas del Mediterráneo y las dulces que bajan por todos los meandros del Ródano, es un espacio natural, un humedal que los franceses saben conservar y que Mistral consiguió rescatar, gracias a la literatura costumbrista y para expresarse en su lengua propia, la occitana. La obra más representativa de Mistral, Mirèio, escrita en 1859, describe la vida rural de la zona, más tarde llevada a los escenarios, gracias a la ópera Mireille (1864) con música del francés Charles Gounod.

Van Gogh en Arlés.

Esperemos que unos buenos documentales sobre este espacio natural puedan recuperar el buen nombre de La Camarga, más allá de los micrófonos camuflados y las cámaras ocultas.

lunes, 18 de febrero de 2013

La catástrofe del Catastro

En los últimos días tuve que vérmelas con el Catastro y me acabo de dar cuenta de la catástrofe que hay en el Catastro. A juzgar por el caso que me tocó dilucidar, y que me permitió rastrear un kilómetro cuadrado de Priesca, podría decir que lo tienen todo patas arriba. No está bien ni el nombre de los barrios, que son muy fáciles de identificar. En concreto Fongabín figura dos veces: en su sitio y en lugar de otro núcleo que se llama Les Tarandielles y que no existe para el Catastro.
Y si los pueblos están bailados, lo de las fincas no tiene nombre. Las dibujan a partir de una foto aérea y en sitios de bosques y arbolado, las rayas caen en cualquier parte, con lo cual, los datos del Catastro no tienen nada que ver con la realidad del suelo. Imagino que la informatización de los datos catastrales tendría que llevar dos tipos de trabajo: el aéreo y uno de campo en contacto con los propietarios. Pero creo que este segundo no se hizo y ahora tienen que ser los dueños quienes deben demostrar cuáles son sus propiedades y eso, en muchos casos, donde los lindes están hecho al azar, supone un elevado coste económico, ya que les exigen contratar los servicios de un estudio topográfico. Por no hablar de los viajes a Oviedo o Gijón que tienen que hacer muchos titulares de fincas que se encuentran con que no figuran como dueños de sus fincas, o se les adjudican los terrenos del vecino. ¡Terrible!.
No sé si alguien cobró por actualizar o modernizar el Catastro. Lo que sí sé es que son los titulares de fincas los que están haciendo el trabajo. Por lo menos en Asturias. Imagino que en los latifundios de Castilla será más fácil dilucidar las propiedades.
Una recomendación: si usted tiene alguna finca en algún lugar recóndito, compruebe que existe para el Catastro y que está a su nombre.

sábado, 16 de febrero de 2013

¡Gracias a la vida, que me ha dado tanto!

¡Gracias a la vida, que me ha dado tanto!, no sé si se trata de un poema o una alabanza de Iglesia, pero es la letra que le escuché esta semana a un pedigüeño de la calle Caveda, en Oviedo. Cantaba a capela, a pleno pulmón, con un montón de papeles en la mano, imagino que serían las letras. A su lado, en el suelo, un sombrero indicaba que admitía limosna.
Desconozco la vida de la persona, -un hombre de mediana edad-, pero tengo que reconocer que la primera impresión fue de sorpresa. ¿Cómo podía dar gracias a la vida alguien que estaba pidiendo en la calle?. Pero una segunda reflexión me lleva a pensar que sólo por el hecho de estar allí, medio atechado, bajo la lluvia, pero con salud, o media salud, ya era motivo de dar gracias. Gracias a la vida, a Dios, a los humanos, no sé, a quien corresponda. Porque ¿de qué nos sirve ninguna aspiración o meta, si no tenemos esa media salud?. De qué nos sirve afanar, si no nos acompaña la salud. Si los políticos y demás acaparadores pensaran esto dos veces, no se empeñarían en afanar tanto y en robar a manos llenas, sin duelo, ni piedad de los demás.
Yo, que no doy palmas por tener que pasar por este valle de lágrimas, pero tampoco tengo prisa por abandonarlo, no me canso de saborear la media salud que me da la vida.
Estas líneas las dedico hoy a mis amigos Juan (autor de la foto de los limones) y Angelina, que están a punto de pasar un mes en el hospital para un auto-trasplante de médula.
Mi admiración a los dos por la entereza con la que llevan el bofetón que les dio la vida y mi esperanza para que ese mes de clausura les sirva de trampolín para dar ¡gracias a la vida!.

lunes, 11 de febrero de 2013

¡Lo han conseguido! El Papa, a la calle

Amarillo, un color muy Vaticano.
No es que sea una ferviente admiradora de Benedicto XVI, pero me da pena que se lo hayan cargado.
Él, que no era tonto, sabía que el sillón no le pertenecía (a pesar del cónclave favorable), y lo ocupó todo el tiempo que pudo, o todo el tiempo que le dejaron hasta que se fabricara otro papable.
A juzgar por todos los movimientos del Vaticano, parece que ya tienen sustituto y tienen prisa en colocarlo, sino no habrían obligado al pobre Ratzinguer a irse a su casa, o a Castel Gandolfo, que es lo mismo.
Las noticias de la Santa Sede del último año han sido demoledoras, pero la que más me impactó es la que habla de los cuervos y el diablo del Vaticano, armados hasta los dientes para ocupar el puesto. Lo siguiente sería la maniobra del mayordomo,- posiblemente la que le salvó el pellejo al Papa-,que presuntamente filtró a la prensa papeles privados del pontífice en los que se veían maniobras oscuras para cargárselo.
El favorito en el cónclave de la primavera de 2005 era el cardenal Martini, pero era demasiado progresista y lo dejaron en el camino. De hecho, el jesuita Martini, premio Príncipe de Asturias de Ciencias Sociales en el años 2000, falleció el mes de agosto pasado, pero creo que su muerte no será en vano, porque dejó un testamento muy interesante para la Iglesia y una recomendación que debería tenerse en cuenta: la modernización. En su opinión, la Iglesia lleva un retraso de 200 años con respecto a la sociedad a la que predica.
Espero y deseo que el nuevo Papa no salga otra vez de Europa. No es justo ni cristiano. Teniendo en cuenta que los mejores creyentes de ésta época y los más numerosos, están en África y en América, lo lógico es que el nuevo Papa saliera de esas comunidades. También sería lógico que el nuevo líder de la Iglesia Católica fuera una persona hábil. Es imposible que un septuagenario o un octogenario dependiente pueda rendir en su trabajo, como se espera en un cargo tan visible. A no ser que busquen el títere que se maneja entre bastidores.
No quiero ni pensar que el cardenal Rouco tenga posibilidades de papable, sólo por el hecho de haber traído tres veces a España a Benedicto XVI. Precisamente por eso, por manirroto, ya sería una buena razón para que no tenga ninguna opción. Es lamentable escuchar un día sí y otro también cómo se relaciona la visita del Papa a Valencia con una trama de corrupción. Habría que ver las cuentas de las otras dos visitas a Madrid y Galicia. Saber quienes pusieron el dinero para tanto oropel y tanta grandiosidad y cómo cobraron los servicios prestados.
Una vez más, lo siento por Benedicto XVI. Creo que nunca debió ser Papa, pero tampoco es justo cómo le hicieron el papado imposible. Me alegro que pueda vivir para contarlo y no estaría mal un libro sobre la verdad de su renuncia. Sería mucho más esclarecedora que las elucubraciones sobre la presencia de la mula y el buey en el portal de Belén.

sábado, 9 de febrero de 2013

El cachondeo de los humedales

No es montaje. Está a la entrada de Villaviciosa.

 Decía un alcalde que la Justicia era un cachondeo. Yo digo que la Política Medioambiental es un cachondeo.
Sólo tenemos que mirar la foto de la derecha para ver que algo no concuerda. El cartel indicador que se encuentra nada más pasar la primera rotonda en la salida de la autopista para Villaviciosa nos advierte que estamos en la Reserva Natural Parcial de la Ría de Villaviciosa. Y qué casualidad, que lo primero que se ve de la Reserva es una gasolinera. Es para reírse, pero es así, tal cual, que yo no sé hacer montajes con las fotos.

Escarnio en la zona del Cierron, a las puertas de Villaviciosa.
No tengo nada en contra del empresario que consiguió tal hazaña y que, me consta, creó varios puestos de trabajo de jóvenes de la zona, pero sí me río de los genios que tienen el valor de colocar el cartel en ese lugar. Imagino que porque ahí empieza la Ría, sino fuera así, no habrían hecho el túnel que está debajo. Está claro que hay cosas que se les escapan. Y se les escapan a los políticos que tienen a la gente del humedal aterrorizada con sus políticas intervencionistas, que no permiten mover ni una piedra, y a los ecologistas que sólo tienen ojos para los pájaros y no ven nada de lo que pasa a su alrededor. No me puedo creer que sea yo la única que ve tal dislate, con la cantidad de coches que pasan a diario delante del cartel.


Socavón en la playina de Miami. Rodiles.
Tampoco es ajena a la gente de la calle, a los que pasean por los alrededores de Villaviciosa, la masacre que están haciendo en la Ría a las puertas del Cierrón. Ahora se les antojó ponerles unos montículos artificiales a los pájaros, como si no hubiese en toda la Ría montículos y árboles naturales en los que se refugian las aves. Y para esa hazaña no se privan en tirar de pala excavadora en la Ría y hacer todo lo que les prohiben a los demás. Y el objetivo parece ser que es urbanizar a los pájaros. Otro sin sentido que no cabe en la cabeza de ningún naturalista que diría, ¡Dejen en paz a los animales!.

Si los que miran tanto a los pájaros se fijasen un poco más en lo que pasa en la Ría habrían visto las hojalatas que saltaron en el puente de la Enciena, a la entrada de Selorio, que casi suben a la carretera, o el socavón que hay en el paseo que bordea la playina de Miami, al final de Rodiles, y que reproduzco en la foto superior. Imagino que como es un argayu pequeño, esperan a que se hunda la acera y así tienen más obra. Lamentablemente, es lo típico en estos casos.
Por no hablar de toda la basura acumulada en el eucaliptal de Rodiles. Todo esto en Suiza no pasaría. Estaría limpio como la patena y, por supuesto, el socavón, se repararía antes de que venga otra marea u otro temporal y lo derruya todo.
El detonante para escribir este post fue la lectura de una noticia sobre los gasoductos en Doñana. Sí, ha leído bien, en el Parque de Doñana, que se supone la Joya de la Corona del ecologismo, hay explotaciones de gas, con sus respectivos gasoductos y oleoductos. !Vivir para ver¡.



jueves, 7 de febrero de 2013

La pescadilla que se muerde la cola

La pescadilla que se muerde la cola.
Estamos metidos en un círculo vicioso tan terrible, que la única cosa que se me ocurre para quitar hierro al asunto es ilustrar este post con una pescadilla mordiéndose la cola. Una pescadilla que, posiblemente esté invadida de anisakis, ese parásito tan difícil de exterminar.
Yo quiero hablar aquí de otros parásitos, los que están acabando con la sociedad española y más allá. Son parásitos con las alforjas bien llenas y con buenos abogados capaces de convertir lo falso en verdadero y la mentira en verdad. Es aquí donde quiero traer el círculo vicioso del que es tan difícil de salir. Los ricos, por muy delincuentes que sean, siempre tienen una ventana abierta para escapar de la situación. Pero los pobres, que no tienen para comer, y mucho menos para contratar un abogado y meterse en pleitos, más aún a partir de la nueva ley que regula las tasas judiciales, nunca se libran de que se les aplique la ley.
El círculo se cierra más cuando los abogados nos dicen que si el yerno del Rey tiene que pagar la finanza impuesta por el juzgado se le somete a un empobrecimiento injusto. Esos mismos abogados, muy defensores, no se escandalizaron nada por el enriquecimiento descarado. Ni los abogados ni los políticos muestran mucha empatía con el empobrecimiento indecente al que son sometidas miles de familias desahuciadas y arrojadas a la calle como si fuesen delincuentes. Ni qué decir del caso de los miles de inocentes a los que robaron sus ahorros con las acciones preferentes. Gente humilde que, mientras lucha por recuperar su dinero, ve cómo se premia a los ejecutivos que les engañaron y facilitaron el saqueo.
Aquí ya no cabe el espíritu crítico. Tampoco es posible pasarlo por la criba de la razón, porque nos saltan las neuronas.
A pesar de todo, yo seguiré espatuxando y denunciando a los que hacen las leyes con trampa.
 
 

miércoles, 6 de febrero de 2013

Homenaje en Oviedo a Regina Martínez y la Libertad de Expresión

El ayuntamiento de Oviedo rindió hoy homenaje a los periodistas y a la libertad de expresión a través del emocionado recuerdo a la periodista mexicana Regina Martínez Suárez, asesinada en abril de 2012 cuando ejercía su trabajo. El homenaje, hecho a propuesta del grupo municipal Socialista, se produce en uno de los momentos más críticos del oficio de periodista en España. En la placa, colocada sobre un gran bloque de piedra en una zona ajardinada de la calle Veracruz de Oviedo, reza el siguiente texto: "En reconocimiento a los periodistas y a la importancia de su labor profesional para el desarrollo de la Democracia". Son palabras mayores, pero al final sirven de poco, porque muchas veces son los propios políticos los que pisotean la libertad de expresión desde el momento que se atreven a convocar a los periodistas y no les permiten hacer preguntas.
También es muy fuerte escuchar o leer a periodistas erigidos en portavoces de una tendencia política o de un partido político, lo mismo me da que sea de izquierda o de derechas. A un periodista se le supone la independencia suficiente para poder hablar o criticar a diestra y siniestra. Lo demás chirría.
El problema es que la gente, aquellos que leen y escuchan, esperan que se les diga lo que quieren oír. Es labor de la prensa difundir el espíritu crítico en la ciudadanía. Desde estas líneas intento predicar con el ejemplo, pero eso me cuesta el sambenito de que los de derechas me vean de izquierdas y los de izquierdas me supongan de derechas.
Mi recuerdo emocionado a Regina Martínez una compañera que dio su vida en favor de la verdad.

martes, 5 de febrero de 2013

Patatas francesas y oricios gallegos

Oricios gallegos, a la venta en Villaviciosa.
Hoy compré patatas francesas y oricios (erizos de mar) gallegos. No es que quiera alardear de marcas, simplemente, no tuve elección. En la pescadería, sólo había una caja de oricios y eran gallegos. En el almacén, el saco de patatas tenía etiqueta francesa y compré dos kilos. También compré naranjas valencianas, pero eso no me extraña, porque Asturias no es tierra de naranjos, a pesar de que se dan bastante bien.
Lo que clama al cielo son las patatas. Importar patatas en una tierra donde podemos sacar tres cosechas al año, por lo menos, es casi un delito.
Yo siembro unas pocas tempranas, ahora en febrero y otras pocas en abril. Generalmente, me alcanzan para el consumo, pero este año ya las acabé. Debimos comer más patatas, supongo que fruto de la crisis.
El ex presidente del Principado de Asturias, Juan Luis Rodríguez-Vigil apostaba hace poco por imitar a Suiza en la producción de leche. Es una lástima que a estas alturas no se hayan enterado que Asturias, también conocida como la suiza española, nunca fue productora de leche de forma industrial, como quieren convertirla. Nos metieron en el lío en las últimas décadas y fue una manera de marear a los ganaderos, que trabajaron como burros para los caprichos de los políticos, construyendo establos inmensos, con rebaños que sólo podían alimentar a base de comprar el forraje.
Asturias es una región de montaña, minifundista, para más señas (a pesar de que Rodríguez Vigil ya tenga otra fantasía en la cabeza y piense en convertirla en latifundista por arte de magia) y tiene que adaptar las producciones a esas condiciones. La cosecha de patatas sería una forma muy digna de rentabilizar muchas fincas sin grandes inversiones y sin grandes riesgos, porque la patata es un tubérculo muy agradecido en la tierra. Pero la patata es un alimento mal visto ( aunque el plato favorito de casi todo el mundo es un plato de patatas fritas, con un huevo y un chorizo) y por eso tenemos que meternos en líos de altos vuelos, con producciones imposibles en estas latitudes. El problema es que embarcamos en esos riesgos a los campesinos que sólo quieren trabajar y vivir.
Tan sangrante como la patata es el caso del oricio. Nosotros tenemos oricios para cargar barcos, sin necesidad de esquilmarlos. Y los tenemos porque no los pescamos, o porque no podemos pescarlos, de acuerdo con la normativa vigente en Asturias. Preservamos nuestros oricios, pero no tenemos ningún escrúpulo en importarlos de Galicia, por toneladas.

lunes, 4 de febrero de 2013

España, la innombrable

No me conozco todos los países del mundo, pero de la treintena que me pateé, no encontré nada parecido a España, la innombrable, como digo en el título. Y me baso en la realidad que observo a diario en los medios de comunicación y, por extensión en la población, o la ciudadanía, como dirían los políticos.
Llegamos a tal desapego, que nos avergonzamos del país (España) en el que vivimos y ni lo nombramos. Un ejemplo sangrante son las secciones de El Tiempo, no importa de qué emisora de radio o televisión. Las nubes, la lluvia, el sol, son del país (España). Como mucho, hablan de la península Ibérica, sinónimo mal empleado, porque incluye a Portugal.
Imagino que el complejo de país (España) lo adoptamos para no ofender a los nacionalismos periféricos. Y, curiosamente, los únicos que citan y hablan de España, pero como exclusión, son los propios nacionalistas.
Con estos mimbres no es de extrañar que la gente robe a manos llenas. Ni se les pasa por la cabeza que están robando a sus conciudadanos, a todos los que pagan sus impuestos. Roban a el país (España) una entelequia que no tiene dueño ni señor. Un revoltijo en el que no se nota ninguna irregularidad, y si se descubre, tampoco pasa nada.
España no existe ni para las empresas. Uno de los últimos ejemplos es un anuncio del Banco de Santander, que también habla de el país. No sabemos a qué país se refiere, pero la voz en off así lo dice. Los políticos, salvo los nacionalistas, es raro que hablen de España. Según sean de derechas, o izquierdas, se refieren a el país, nuestro país o éste país.
No es baladí que España sea uno de los pocos países que no tengan letra en su himno. Nos falta el sentimiento de grupo, así que vamos por libre.
Yo, que no soy nacionalista más allá de Priesca, nunca me topé con un caso parecido. Países en guerra, con guerrilla, con miseria, con opulencia, con industria, con agricultura, da igual, en todos ellos existe el sentimiento que nos falta a nosotros. Desde la grandeur de La France, o la Unión de USA, a casi todos los ciudadanos del mundo se les llena la boca hablando de su identidad, de su tierra. A nosotros, nos la robaron y somos incapaces de encontrarla, por lo menos, los que vivimos dentro.
El fútbol, que es efímero, no es suficiente para recuperar ese sentimiento. Tampoco quiero que sean los políticos, los que nos lleven a su terreno, ni quiero un caudillo que nos pastoree como un rebaño. Tendríamos que ser nosotros, el grupo, los que recuperemos esa identidad, si es que alguna vez la tuvimos.