viernes, 9 de diciembre de 2011

Euro-K

A partir de hoy, 9 de diciembre de 2011, Europa se escribe con K, la K que lucen en su apellido el presidente de la República Francesa, Nicolás SarKozy, la canciller alemana Angela MerKel e, incluso, el presidente del eurogrupo, Jean-Claude JunKer. También se podría añadir la K de MerKados y la de Kameron, Primer Ministro Británico.
Hace semanas que MerKel y SarKozy preparaban el terreno para mentalizarnos del revés que recibimos en las últimas horas y que empieza por una férrea disciplina fiscal. Nos lo pusieron tan feo y tan negro, que ahora casi nos parece normal. Aparentemente, en la cumbre han realizado un gran esfuerzo para sacarnos del arroyo a los pobres súbditos, pero en el fondo es un latigazo que no sé cuándo nos repondremos de él. Es todo como de broma porque, en principio, los políticos del cónclave intentan hacernos ver que están trabajando hasta la extenuación por nuestro bien, para salvarnos del desastre. Cuando nuestro único pecado en éste desaguisado ha sido dejarnos llevar al matadero por los propios políticos, entregados en cuerpo y alma al Kapital, a los merKados y a todo aquello que huela a dinero. A esos merKados abstractos les dejaron enriquecerse y maquinar con nosotros a sus anchas, pero como son insaciables, ahora quieren más. Y la clave está en cómo aplacar a ésa fiera que sigue hambrienta, y no se contenta con huesos, quiere Karne, y de la buena. Y esa K, de Karnaza, somos nosotros, pobres fierecillas a las que dejan protestar y desfogarse en las calles, cinco minutos antes de desplumarnos y echarnos al circo para ser pasto de las fieras.
Los británicos, que suelen ir por libre, intentan desmarKarse, pero no los dejarán ir muy lejos, ya que, si Europa es un buque a la deriva, las islas tienen que servir, por lo menos, de bote salvavidas. Con permiso de Angela MerKel y Nicolas SarKozy.
Me gusta que sea una mujer, aunque sea MerKel, la que lleve la voz contante. Yo, que soy nórdiKa de España y tengo mentalidad de la Europa nórdiKa, me parece bien que nos marquen el camino de la buena administración, aunque veo imposible que se pueda llevar a cabo de la noche a la mañana. Porque, ¿quien mentaliza a nuestros políticos de que no pueden gastar más de lo que recaudan. Y de que hay unas prioridades elementales de gasto?. Imagino y deseo que seamos los propios contribuyentes, ciudadanos y administrados, quiénes les saquemos los colores a la primera de cambio. Quiénes ridiculicemos sus excentricidades. Eso sí sería demoKracia.
La otra K de hoy es la de Kirk Douglas, que cumple 95 años. Pero ésa es otra historia.

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