viernes, 25 de marzo de 2011

Qué desperdicio de neuronas¡¡¡¡¡¡¡

Leo con asombro que muchas personas en busca de trabajo tienen que falsear el Curriculum Vitae  (CV) a la baja para ajustarse al perfil del empleo al que aspiran.
Qué desperdicio de neuronas¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡. Siempre había entendido que la gente inflaba su trayectoria formativa o laboral, !que ya es tener valor¡, pero lo contrario debe ser muy frustrante.
Para mí, que sólo usé el curriculum cuando era estudiante, para mis primeras prácticas en La Nueva España, pues a partir de ahí me avalaba mi trabajo, el CV es una forma de evaluación trasnochada y poco práctica, aunque reconozco que puede servir de orientación. Pero visto lo visto, que en unos casos se infla y en otros se poda, lo más acertado es una entrevista personal bien hecha.
Ahora que el presidente del Gobierno se enteró en Bruselas que no se debe gastar más de lo que se ingresa, no estaría de más que los encargados de gestionar la educación no se empeñaran en fabricar parados universitarios. Alguien tendrá que hacer una política de orientación ajustada a la realidad. De qué sirve hacer muchos licenciados si luego se ven obligados a decir que son bachilleres.
 Vivimos la sociedad de los excesos y los sinsentidos, y este no iba a ser una excepción.
Tenemos la gente mejor formada, en el mayor número de universidades posible, pero tienen que disimular su bagage, no se vayan a pasar de listos.
Disponemos de los coches más potentes de la historia, que nos cuestan un pastón, y circulan por las mejores carreteras y autopistas de todos los tiempos, que nos tienen endeudados de por vida, pero resulta que no podemos pasar de 110 kilómetros hora.
Queremos tener y tenemos un Tren de Alta Velocidad a la puerta de cada provincia, cuando sabemos que es un capricho muy caro que no podemos pagar.
Disponemos de las despensas más surtidas nunca imaginadas y nos pasamos la vida a dieta para no engordar.
Nos compramos unos teléfonos de última generación, que sólo les falta hablar, pero -el noventa por ciento, están infrautilizados, pues sólo activamos la función de llamada. Y así un largo etc.
La materia gris, como el dinero, también necesita que la utilicemos con mesura y sentido común. Espero que ahora que los políticos aprendieron a hacer la cuenta de la vieja, sea posible que todo vaya encontrando su sitio y que los talentos puedan aflorar, allá dónde los haya.

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