miércoles, 29 de mayo de 2013

Que vuelvan los camineros, ¡por favor!

Casa de los peones.camineros, en Lantres (Colunga).
El ministro Wert se acaba de sacar de la manga las temidas reválidas del Bachiller. Yo le pido, por favor, al ministro de Agricultura, Arias Cañete, que nos recupere la figura de los Peones-Camineros para recuperar el buen mantenimiento de las carreteras y autopistas.
En Asturias es un clamor la necesidad de los peones-camineros para eliminar la maleza y los matorrales de las vías públicas. Está demostrado que cuanto más mecanizados estamos, más abandonadas se encuentra las cunetas y los arcenes. Ahora disponemos de unos tractores mágicos que, en una mañana, podrían hacer tanto trabajo como una persona en una semana. Pues ni las máquinas, ni las personas se ponen a la faena y las carreteras y autopistas se encuentran en total abandono. El mismo abandono que sufren las casas que hace años albergaban los aperos de los camineros.Una de las que había en Villaviciosa, en la carretera de El Puntal, ha sido reconvertida en Centro de Interpretación de la Ría.

Detalle de la Casilla del Peón-Caminero.
Esta semana pude ver el estado ruinoso en el que se encuentra la Casilla del Peón Caminero de Lastres, que mantiene el nombre en su frontispicio. Una casa frente al mar, con la playa de Lastres a su izquierda y La Griega, a la derecha. No sé qué organismo público es el propietario del edificio, pero, como me imagino que no van a resucitar a los peones camineros, al menos podrían utilizarlo como mirador o merendero.

Los miles de peregrinos que atraviesan Asturias en dirección a Santiago de Compostela, procedentes de todo el mundo, tienen que quedar asombrados del estado de abandono en el que se encuentran las carreteras y los caleyas por las que discurre el Camino de Santiago. Son unos mensajeros muy fiables, que cuentan lo que ven a pie de calle, y supongo que, en lo que se refiere a la conservación de las vías públicas, no nos harán muy buena publicidad.
No se trata de hacer caminos nuevos, ni sendas de dos millones de euros, como pretenden en Villaviciosa, sino de mantener lo que tenemos, que no es poco.

Aspecto de una carretera, invadida por la maleza.
En Francia, Reino Unido, Holanda, por poner tres ejemplos, nunca veríamos un edificio abandonado a su suerte como la casa de los peones camineros de Lastres. Un edificio de pequeñas dimensiones pero construido con materiales nobles, como las piedras de arenisca de la cornisa y los marcos de puertas y ventanas. Ese edificio se encuentra a menos de un kilómetro del Museo del Jurásico. Con muy poco gasto se podría poner en valor, pero imagino que, una vez más, las inversiones pequeñas no interesan, no dejan por el camino los beneficios que muchos esperan.
En estos pequeños detalles es donde se ve más claro lo lejos que aún estamos de la Europa que nos acoge desde hace veinticinco años. Se ve que entramos en Europa, pero Europa no entró en nosotros. Tenemos mucho Patrimonio de la Humanidad invadido por los matorrales y por mucho que los ecologistas lo quieran presentar como positivo, no es bueno ni para los animales salvajes.
 



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