sábado, 25 de mayo de 2013

Violaciones de mujeres como arma de destrucción masiva

Thais Ordiales, Caddy Adzuba y Bettina Caparrós, derecha.
La periodista congoleña Caddy Adzuba denunció esta tarde en Oviedo las violaciones sexuales que sufren las mujeres en el Congo, un país que libra una guerra desde 1996. Caddy Adzuba, que vive amenazada de muerte por su trabajo de divulgación de las injusticias que se comenten contra las mujeres en el conflicto armado, ha sido propuesta al Premio Príncipe de Asturias de la Concordia para la edición de 2013. La candidatura la presentó la productora Bettina Caparrós, muy sensibilizada con la causa de las mujeres congoleñas, que produjo un documental de Ouka Leele en el que se expone de manera muy clara las torturas sexuales a las que son sometidas las mujeres congoleñas, especialmente las que viven en la zona Este del país.
No soy capaz a reproducir los métodos de violación que practican los verdugos, quienes utilizan a las mujeres como chivo expiatorio de su guerra por las materias primas, en especial el coltán un mineral del que dependen todas las multinacionales de las nuevas tecnologías y cuyas reservas mundiales están en un 80 por ciento en la República Democrática del Congo (África). En el fondo, la guerra es una guerra de multinacionales que utilizan a mercenarios para hacerse con el botín. Un botín que no se queda en África, sino que viaja al primer mundo, así que también nosotros, blanquitos de los países ricos, o, por lo menos, más desarrollados, también ponemos nuestro grano de arena en la masacre congoleña.
Aquí el espíritu crítico se me queda corto para denunciar las atrocidades, pero se me ocurre que una buena forma de actuar es comprar con más cordura los móviles, los portátiles y demás ingenios, cuya principal materia prima para su funcionamiento es el famoso coltán. Según la periodista congoleña, las multinacionales son las que hacen la guerra para conseguir los preciados minerales, y la guerra se acabará en el momento que ellas quieran. El mismo día que racionalicen la forma de explotación desde los despachos y no lo solucionen con las armas.
Según Caddy Adzuba, los guerrilleros utilizan a las mujeres para hacer la guerra y las violaciones son su arma de destrucción masiva por la repercusión que tiene en las familias y en toda la sociedad civil.
La visita a Asturias de Adzuba ha sido organizada por la Asociación Parres-Kinshasa,  -organización, pesidida por Thais Ordiales, que trabaja en proyectos de formación y alfabetización-, en colaboración con la Asociación de la Prensa de Oviedo y el Principado.
La guerra de la RD del Congo es la guerra del silencio, con la ONU, de momento, como mera observadora. No podemos olvidar que la ONU está integrada por los países en los que mandan las multinacionales, y nadie se atrave a hacerles un feo, por eso miran para otro lado en este conflicto. ¡INCREÍBLE, PERO CIERTO!
Según la periodistas Adzuba, es una guerra internacional y tiene que tener soluciones a muchas escalas.
Espero que las mujeres congoleñas consigan pronto sus aspiraciones, que se resumen en cuatro palabras: ¡que las dejen vivir!.

2 comentarios:

Bea dijo...

Fue una charla tremendamente emocionante! Todo un privilegio haber escuchado a Caddy Adzuba, creo que no lo olvidaré nunca. Es doloroso saber, cada día más y mejor, lo mucho que tenemos -indirectamente- manchadas de sangre las manos. Tremenda Caddy, has hecho mella en mi corazón. Gracias.

Isolina Cueli dijo...

Es difícil olvidar el testimonio que nos relató en el video. Y es difícil hacerse a la idea de cómo viven esas mujeres indefensas.