miércoles, 21 de noviembre de 2012

Despensa de frutales para cuando no pueda pagar la frutería

Naranjo.
Sí, me estoy haciendo una despensa de árboles frutales para poder comer fruta fresca cuando no pueda pagarla. Me gustaría equivocarme y, si llego a jubilada, nadar en la abundancia, pero creo que todo apunta a que seguiremos siendo pobres.
Y, si como dice el refrán, cuando las barbas de tu vecino veas pelar, pon las tuyas a remojar. Lo que yo veo ahora es que son los jubilados los que están sacando las castañas del fuego a muchas familias, pero eso durará poco, porque ya suenan las campanas de la reducción de las pensiones, por más que el gobierno diga que quiera subirlas. Es una propuesta muy cínica, porque el mismo Gobierno, que tiene los números en la mano, sabe que las cuentas no salen y, para que cuadren, tendrán que bajar las pensiones, y mucho me temo, que también tendrán que quitar una paga extra a los jubilados.
Yo, que nunca creí en la jubilación, y siempre tuve claro que, si llego a la edad, no habrá ya ni jubilaciones. Por eso me ocupo en plantar frutales para garantizar los nutrientes que aportan las frutas.
Por ahora tengo reservas de manzana, pera, cereza, higuera, naranja, limonero, uva, ciruela, melocotón, guinda, kiwi, frambuesa, fresa y mora.
Arándano.
Repito, quisiera equivocarme y que todo el esfuerzo por plantar frutales haya sido en vano. Mucha gente se agarra a las palabras que pronuncian los políticos para pensar que lo más gordo ya pasó, y yo estoy segura que lo peor no llegó aún. Sólo hay que escuchar las palabras del responsable del Banco de España y nos daremos cuenta por dónde andamos.
Si todos hiciéramos la reserva de frutales contribuiríamos a la recuperación del Medio Rural. Creo que esta vuelta al campo se va a producir de forma paulatina y será bueno para todos.
Nací en una economía de supervivencia y no me gustaría morirme igual, pero como no depende de mí, lejos de meter la cabeza debajo del ala, intento afrontar los problemas, o adelantarme a los acontecimientos. Y si tuviera que arrepentirme, porque todo va sobre ruedas, no tendría inconveniente en hacerlo. Eso sí, los frutales no los arrancaría.

1 comentario:

Fernanda dijo...

Sí,muy acertada en tu visión de futuro y afortunada en tu oportunidad de supervivencia. yo quiero añadir que cada año contemplo sin solución a la agonía de mis pumares, desde hace 3-4años los líquenes que hasta ahora había conocido prosperar en los bosques de las montañas y que delataban la mejor atmosfera de oxigeno. Ahora estos seres vivos han transmutado su intención y roto el equilibrio simbiotico para asfixiar poco a poco esta fuente de recursos y delicia de paladares. Una amiga dice que es uno más de los presagios de catastrofe que se avecina. No quiero ser agorera, sólo asisto con tristeza a esta realidad,me siento enfadada con los políticos por el mangoneo que hacen de nuestras economias pero mucho más cabreada por el desastre ecológico que están infundiendo estimulando unos sistemas de produción cuyo fin no es la mejor calidad de vida en el planeta sino la prosperidad de los que tienen cada vez más dinero y riquezas. y en su objetivo de medrar no les importa que en el camino se carguen los ecosistemas. gracias Isolina por dar voz a un sentir general.