Así eran los bancos hace muchos, muchísimos años

El documento de la izquierda, que no tiene fecha, según mis cuentas data de principios de los años cincuenta. Si no me fallan las fechas, como mínimo tiene sesenta años. Lo que sí sé es que el señor que pedía el dinero, Ramón García, el ferreru, que tenía la fragua en Priesca, se murió en julio de 1960.
El documento, escrito a lápiz, no tiene el timbre de ningún banco. Eran dos particulares y vecinos, para más señas. El que pide el préstamo era herrero y, posiblemente, pedía el dinero para comprar la fragua. El prestamista, mi abuelo, era un campesino que no sabía hacer otra cosa que trabajar de sol a sol, sin meterse con nadie. Y, a pesar de ejercer de banquero nunca se hizo rico, porque era honrado.
Así que, cuando no habían nacido muchos de los que hoy lideran los mercados, o los bancos ruinosos y especuladores, en mi casa ya hacíamos de prestamistas, que no usureros, porque el préstamo se concede al 5%. Y se hace casi en un papel mojado, porque el documento está escrito a lápiz y a mano, pero ese texto iba a misa. En el fondo, casi no hacía falta ningún papel, con la palabra era suficiente.
Este documento que acabo de encontrar está muy lejos del modus operandi de los tramposos y avariciosos que lideran la economía del mundo sin pensar en las personas, sólo en los resultados. Esos que no ven barreras, sólo ven billetes y montones de billetes. Esos que, a pesar de llamarse bancos, no dan préstamos, sólo saben pedir rescates para salvar sus espaldas. Sin pararse a pensar que no van a tener vidas para gastarlo.
!Menos mercados y más honrados ¡ eso es lo que necesitamos.