Acaba de caer en mis manos El "shock" del futuro, un libro escrito en 1971 por Alvin Toffler (Nueva
York, 1928), divulgador americano que me deja impresionada con lo
que nos decía y nos advertía hace más de cuarenta años. Intentó que el
futuro no nos cogiese por sorpresa, que llegásemos preparados para los
cambios tan brutales que nos esperaban, pero, como casi todo lo que es
bueno para la gran mayoría, se quedó silenciado por el ruido. Y aquí
estamos, en medio de la vorágine, sin saber qué rumbo tomar, cuando
Toffler, en varias de sus obras, ya nos marcó las derivas a tomar.
En
el primer párrafo del primer capítulo dice lo siguiente: "En los tres
decenios escasos que media entre ahora (1971) y el siglo XXI, millones
de personas corrientes, psicológicamente normales, sufrirán una brusca
colisión con el futuro. Muchas de ellas, ciudadanos de las naciones más
ricas y tecnológicamente avanzadas del mundo, encontrarán creciente
dificultad en mantenerse al nivel de las incesantes exigencias de cambio
que caracterizan nuestro tiempo. Para ellas, el futuro llegará
demasiado pronto".
Con esto ya sería suficiente para ponerse en
guardia, pero Toffler va más allá y advierte del impacto que puede
suponer en las personas el shock del futuro que nos llegará por sorpresa
y escribe: "El shock del futuro no figura en el Index Medicus,
ni en ninguna lista de anomalías psicológicas. Pero, a menos que se
tomen inteligentes medidas para combatirlo, millones de seres humanos se
sentirán cada vez más desorientados, progresivamente incapaces de
actuar de un modo racional dentro de su medio".
!No sigo copiando, porque está a punto de producírseme un shock cerebral¡.
Pues
esos seres sin rumbo que advertía Toffler somos nosotros en este
maremagno de ideas, de cambios, de crisis, de elecciones, de ansiedades,
de frustraciones. Pobres de nosotros¡¡¡¡¡¡¡¡
Siempre me dio pena
de los ciudadanos de los países comunistas a los que el papá Estado
llevó de la mano como corderitos durante décadas y con la caída de los
regímenes correspondientes, los dejaron a su suerte. Pues lo mismo nos
está pasando a nosotros, ciudadanos-beneficiarios del Estado del
Bienestar, a los que papá Estado nos llevó de la mano, nos amamantó como
a niños indefensos, nos lo daba todo: sanidad, educación, ocio,
cultura, y, en cuestión de meses, eso se va diluyendo como un azucarillo
y aquí estamos nosotros, compuestos y sin caramelo. También abandonados
a nuestra suerte. (Me hace gracia, o mejor, me dan ganas de gritar,
cuando veo que en Cádiz celebran
por todo lo alto los 200 años de una Constitución que ya no existe y
muchos colegios no puedan impartir clase porque no hay dinero para la
limpieza. !Viva la Pepa¡).
Voy a acabar con dos frases lapidarias de Toffler:
-"La sociedad necesita personas que se ocupen de los
ancianos y que sepan cómo ser compasivos y honestos. La sociedad
necesita gente que trabaje en los hospitales. La sociedad necesita todo
tipo de habilidades que no son sólo cognitivas, son emocionales, son
afectivas. No podemos montar la sociedad sobre datos".
-"Los analfabetos del siglo XXI no
serán aquellos que no sepan leer y escribir, sino aquellos que no sepan
aprender, desaprender y reaprender."
Un proverbio chino dice que vale más una buena crítica que mil elogios. Aquí haremos crítica constructiva para dar voz a los que no pueden hacerse oír en la Aldea Global de la que formamos parte y que, curiosamente, nos satura de información. Un ruido que nos aturde y nos impide distinguir el grano de la paja; la cordura de la herejía. Dedicado a Mariano José de Larra(1809-1837), autor del grito: ¡Escribir en España es llorar! y a quienes pensaron lo mismo, pero no se atrevieron a decirlo.
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2 comentarios:
Muy interesante, Isolina. Ya ves que soy fiel a tu "espíritu crítico", pero tú también me has encogido el ama, aunque no haya sido precisamente con una carta de amor...
Muy buena la cita de Alvin Toffler. Debieron de copiar de él los del anuncio de seguros: desaprender para aprender...
Y lo que nos queda todavía si seguimos vivas ¡Dios lo quiera! unos años más. Ni me imagino lo que todavía nos queda por ver, aprender, desaprender y a saber qué más.
¿Quién nos iba a decir hace nada que nos íbamos a comunicar por blog? pues ahora esta es ya una herramienta casi de andar por casa. A saber como nos comunicamos en el futuro, claro que en el futuro un poquito más lejano me temo que no cambiará mucho el sistema y será a voz en grito por el sonotone ¡ánimo! todavía nos quedan unos cuantos cambios más hasta llegar ahí. Besos
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