jueves, 22 de marzo de 2012

!Ya nos lo advirtió Alvin Toffler¡

Acaba de caer en mis manos El "shock" del futuro, un libro escrito en 1971 por  Alvin Toffler (Nueva York, 1928), divulgador americano que me deja impresionada con lo que nos decía y nos advertía hace más de cuarenta años. Intentó que el futuro no nos cogiese por sorpresa, que llegásemos preparados para los cambios tan brutales que nos esperaban, pero, como casi todo lo que es bueno para la gran mayoría, se quedó silenciado por el ruido. Y aquí estamos, en medio de la vorágine, sin saber qué rumbo tomar, cuando Toffler, en varias de sus obras, ya nos  marcó las derivas a tomar.
En el primer párrafo del primer capítulo dice lo siguiente: "En los tres decenios escasos que media entre ahora (1971) y el siglo XXI, millones de personas corrientes, psicológicamente normales, sufrirán una brusca colisión con el futuro. Muchas de ellas, ciudadanos de las naciones más ricas y tecnológicamente avanzadas del mundo, encontrarán creciente dificultad en mantenerse al nivel de las incesantes exigencias de cambio que caracterizan nuestro tiempo. Para ellas, el futuro llegará demasiado pronto".
Con esto ya sería suficiente para ponerse en guardia, pero Toffler va más allá y advierte del impacto que puede suponer en las personas el shock del futuro que nos llegará por sorpresa y escribe: "El shock del futuro no figura en el Index Medicus, ni en ninguna lista de anomalías psicológicas. Pero, a menos que se tomen inteligentes medidas para combatirlo, millones de seres humanos se sentirán cada vez más desorientados, progresivamente incapaces de actuar de un modo racional dentro de su medio".
!No sigo copiando, porque está a punto de producírseme un shock cerebral¡.
Pues esos seres sin rumbo que advertía Toffler somos nosotros en este maremagno de ideas, de cambios, de crisis, de elecciones, de ansiedades, de frustraciones. Pobres de nosotros¡¡¡¡¡¡¡¡
Siempre me dio pena de los ciudadanos de los países comunistas a los que el papá Estado llevó de la mano como corderitos durante décadas y con la caída de los regímenes correspondientes, los dejaron a su suerte. Pues lo mismo nos está pasando a nosotros, ciudadanos-beneficiarios del Estado del Bienestar, a los que papá Estado nos llevó de la mano, nos amamantó como a niños indefensos, nos lo daba todo: sanidad, educación, ocio, cultura, y, en cuestión de meses, eso se va diluyendo como un azucarillo y aquí estamos nosotros, compuestos y sin caramelo. También abandonados a nuestra suerte. (Me hace gracia, o mejor, me dan ganas de gritar, cuando veo que en Cádiz celebran por todo lo alto los 200 años de una Constitución que ya no existe y muchos colegios no puedan impartir clase porque no hay dinero para la limpieza. !Viva la Pepa¡).

Voy a acabar con dos frases lapidarias de Toffler:
-"La sociedad necesita personas que se ocupen de los ancianos y que sepan cómo ser compasivos y honestos. La sociedad necesita gente que trabaje en los hospitales. La sociedad necesita todo tipo de habilidades que no son sólo cognitivas, son emocionales, son afectivas. No podemos montar la sociedad sobre datos".
-"Los analfabetos del siglo XXI no serán aquellos que no sepan leer y escribir, sino aquellos que no sepan aprender, desaprender y reaprender."

2 comentarios:

berta dijo...

Muy interesante, Isolina. Ya ves que soy fiel a tu "espíritu crítico", pero tú también me has encogido el ama, aunque no haya sido precisamente con una carta de amor...
Muy buena la cita de Alvin Toffler. Debieron de copiar de él los del anuncio de seguros: desaprender para aprender...

teveoenmadrid dijo...

Y lo que nos queda todavía si seguimos vivas ¡Dios lo quiera! unos años más. Ni me imagino lo que todavía nos queda por ver, aprender, desaprender y a saber qué más.
¿Quién nos iba a decir hace nada que nos íbamos a comunicar por blog? pues ahora esta es ya una herramienta casi de andar por casa. A saber como nos comunicamos en el futuro, claro que en el futuro un poquito más lejano me temo que no cambiará mucho el sistema y será a voz en grito por el sonotone ¡ánimo! todavía nos quedan unos cuantos cambios más hasta llegar ahí. Besos