lunes, 5 de marzo de 2012

Cuando hay que matizar lo obvio


Grapadora en una copistería. (C/ M.Marina. Oviedo)
Cartel en un taller de arreglos de ropa. (C/ M.Marina. Oviedo)

Siempre me hicieron gracia los carteles que pedían lo obvio: Dejen salir antes de entrar; Ceda el asiento a los mayores y minusválidos; ceda el paso; no fumen -en hospitales-; respeten la cola, etc.
En los últimos meses estamos en otras obviedades más sangrantes: no se puede gastar lo que no tenemos; no se debe vivir por encima de nuestras posibilidades; no se debe ir al médico si no estás enfermo; no se deben acaparar las medicinas que no vamos a consumir. Clama al cielo que nos tengan que decir esas cosas, pero, por lo visto, es necesario, porque sino, mucha gente no se entera.
Esta misma semana encontré en dos establecimientos de la calle Martínez Marina de Oviedo dos carteles que me dejaron sin palabras. En la grapadora de una copistería avisan a los usuarios que no hace falta golpear la grapadora para grapar el papel. Imagino que los clientes descargan su adrenalina en la grapadora y, hartos, los empleados optaron por avisar de ésa forma tan singular.
A muy pocos metros de las fotocopias se encuentra un pequeño local de arreglos de ropa. Pues allí, después de aguantar los malos olores de la ropa que les dejan para coser, tuvieron que advertir que les lleven la ropa limpia, en especial los pantalones. Es asqueroso pensarlo, pero existe.
No me puedo creer que éstas cosas sean fruto de la crisis. Las asocio más con la educación y las normas básicas de convivencia y urbanidad, como se decía antes. No sé si entran en la Educación para la Cuidadanía que se imparte ahora, o como se llame la asignatura, sino debería incluírse, para que nadie nos lo tenga que enseñar de mayores, a base de cartelitos.
Y, con mucho espíritu crítico, un cachete cariñoso a los hombres o mujeres que lleven los pantalones sucios a los talleres de arreglo. Creo que, como plus, deberían cobrarles también la tintorería.

1 comentario:

berta dijo...

Buena observación, Isolina. La crisis aún no es tan tremenda como para no tener acceso a lavarse la ropa. Pobres sí, pero aseados.... Como acostumbro, me despido con un refrán que viene al caso: "No es más limpio quien más limpa,sino quien menos ensucia...". Ah! y lo obvio no siempre es lo evidente... Saludos.