Esta noche tuve la oportunidad de conocer parte del trabajo de la Fundación El Pájaro Azul, gracias a un documental sobre la ayuda a los niños de la calle en Kinshasa, la capital del Congo, antiguo Zaire, en África.
Y no pude por menos que pensar en personas sin escrúpulos que utilizan en vano el nombre y las necesidades de niños que viven en la mayor exclusión.
La fauna de organizaciones que dicen trabajar en favor de los necesitados es muy amplia, y a veces se da gato por liebre, pero la desfachatez de algunos no puede ensombrecer el trabajo limpio y desinteresado de muchos otros, como el caso que me ocupa.
La primera congoleña que conocí se llamaba Nanshanapa Bampendi, Marie Claire para los amigos, y fuimos compañeras de trabajo en Ginebra (Suiza) a principios de los años ochenta. Teníamos que comer a pie de máquina y nos llevábamos un tentempié para pasar la hora. Mi menú solía ser a base de latas o embutidos, pero lo de ella era la mermelada, que se comía por tarros. Y su slogam: !La vie c'est dure sans la confiture¡. Mantuvimos contacto durante años. Recuerdo que ella aprovechaba el viaje de médicos o misioneros para enviarme alguna carta. Nos perdimos la pista hace unos quince años y estos días, gracias a internet la tengo localizada en su tierra, pero aún no pude contactar con ella.
Es muy duro ver que uno de los países más ricos del planeta está a la cola del desarrollo. Y como siempre, en ésa lucha por las materias primas los que se llevan la peor parte son los de siempre
Estos documentales tenían que estar colocados en grandes pantallas que nos encontráramos por las calles del primer mundo, para darnos de bruces con la dura realidad.
Lo decía hoy la presidenta de El Pájaro Azul, Inmaculada González-Carbajal, refiriéndose a los habitantes de los países desarrollados: "Tenemos mucho, pero estamos muy tristes". Es bien penoso que muchas de las tristezas y posibles depresiones o insatisfacciones que nos corroen están relacionadas con el vacío vital.
!Lo bien que nos vendría cambiar modelos y estilos de vida¡, como recomendaba González-Carbajal. En vez de pelearnos en las rebajas por comprar lo que no necesitamos, si nos lo pensáramos dos veces nos volcaríamos en cosas más satisfactorias, como ayudar al que tenemos al lado, porque tampoco hace falta ir a África para encontrarnos la cruda realidad.
Un proverbio chino dice que vale más una buena crítica que mil elogios. Aquí haremos crítica constructiva para dar voz a los que no pueden hacerse oír en la Aldea Global de la que formamos parte y que, curiosamente, nos satura de información. Un ruido que nos aturde y nos impide distinguir el grano de la paja; la cordura de la herejía. Dedicado a Mariano José de Larra(1809-1837), autor del grito: ¡Escribir en España es llorar! y a quienes pensaron lo mismo, pero no se atrevieron a decirlo.
1 comentario:
No sabía que lo de la confiture era ella quién los decía.
Me ha gustado mucho este post, pero no todo el mundo es como tu. Sin necesidad de pantallas todos los días tropezamos con cosas que podemos ayudar a mejorar pero seguimos corriendo hacia las rebajas
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