viernes, 25 de mayo de 2012

Homenaje a los supervivientes

Vidas de campo
Cándido Aguiloche.                        Foto Caja Rural.
Sí, es mi pequeño homenaje, uno más, a los hombres y mujeres que hoy llamamos mayores, que superan los ochenta y que saben mucho de las vidas que acompañan su trayectoria vital. Esos héroes que, en el caso de España, se vieron involucrados en una guerra que, en su mayoría no buscaron, y a la que, con mucha suerte, sobrevivieron. Fue su primera prueba de supervivencia, e imagino que si sobrevives una guerra, todo lo demás es jauja. Eso es lo que le pasó a mi tío político, Cándido Aguiloche (Bayones, 1917), homenajeado como Campesino ejemplar por la Caja Rural en las fiestas de la Ascensión de Oviedo.
Cándido no tenía 20 años cuando le pusieron un arma en la mano. Oírle contar la guerra es un poema, porque se libró de la muerte o de la ejecución en un sinfín de ocasiones. En esa época llegó hasta el frente de Teruel. Y como si hubiese sido ayer, cita los pueblos por los que pasó y los montes en los que pernoctó. Y como si ese viaje iniciático le hubiese resultado maldito, a partir de entonces, en muy contadas ocasiones se alejó de su Villaviciosa (Asturias) natal.
A partir de ahí, los 75 años restantes, su supervivencia se centró, junto a tía Remedios, en el trabajo y más trabajo.
En el acto del homenaje, el alcalde de Oviedo, Agustín Iglesias, afirmó que "los campesinos son un ejemplo de superación en tiempos de crisis". Yo añadiría, que los campesinos son un ejemplo de superación en todos los tiempos y, más aún, diría que los campesinos están en crisis todo el tiempo, toda su vida. Porque en cuanto levantan un poco la cabeza, siempre llega alguien que les da un golpe certero para que vuelvan a comerse la tierra que cultivan, y vuelta a empezar.
Pero como el ave Fénix, los campesinos siempre saben resurgir de las crisis y de las caídas. No estaría mal que esos banqueros tan sabios que hunden bancos y empresas y esos políticos tan agudos, que no se enteran de nada hasta que ya tienen el agua al cuello, consultaran el oráculo de los campesinos supervivientes, esos que nunca gastaron más de lo que tenían, esos que siempre supieron guardar para el momento que llegara el siguiente hachazo y les volvieran a tumbar. Esos que viven a expensas de las condiciones climatológicas y que esperan pacientemente que escampe la tormenta, porque saben que nunca llovió que no parara. Por eso, a estos supervivientes, esta crisis que tanto sorprendió a los urbanitas, a ellos les coge al paso. La acompañan hasta que se disipe, hasta que se canse, porque ellos son inasequibles al desaliento.
Son esos supervivientes que colocaron muchas piezas del Estado del Bienestar y que ahora estaban dispuestos a disfrutar del trabajo bien hecho, pero también se les escatima. Por una parte les congelan las pírricas pensiones y, por otra, son muchos (empezando por el Fondo Monetario Internacional) los que imploran y maquinan para que se mueran pronto, porque ahora les resultan una rémora muy cara de mantener. !Qué desvergüenza¡.

viernes, 18 de mayo de 2012

Con la mentira vivíamos mejor

Sí, vivíamos mejor cuando nos hacían creer que éramos ricos. Creo que, en el fondo, sabíamos que éramos pobres, pero nos venía muy bien creernos lo contrario. Y mientras duró, fue muy bueno. Pero ahora que sabemos la verdad, nos pasa lo mismo que a los niños que descubren el engaño de los Reyes Magos. Seguimos pidiendo regalos, pero ya no será lo mismo. Ya no habrá medicinas gratis total, ni médicos a diestra y siniestra. Las carreteras no emergerán como las setas en otoño; los museos no se inventarán para colocar a los amigos; las piscinas no se construirán a la vuelta de cada esquina y nos enteraremos que los hospitales fantasma no sirven para nada.
Vivíamos muy bien en la mentira de las subvenciones para todos y para todo: la minería no competitiva; la ganadería inexistente, etc. Vivíamos muy bien en la mentira de que teníamos las entidades bancarias más saneadas del mundo. Sabíamos que era imposible que estuviesen tan saneadas con los dispendios que habían hecho, igual que la mayoría de los ciudadanos, pero nos interesaba creerlo.
Sabíamos que en el Palacio de la Zarzuela no era oro todo lo que relucía, pero nos interesaba pensar que teníamos un Jefe de Estado modélico en todos los aspectos, tal y como se nos hacía ver. Recuerdo, en mi época de estudiante de Periodismo, allá en el principio de los años ochenta, cómo durante unas vacaciones, cuando apareció en la televisión una cantante muy conocida, yo le conté a mi madre que en Madrid se comentaba que aquella señora era la amante del Jefe del Estado. Aún veo la cara de estupor de mi madre y la bronca que me echó !por hereje¡. !Espero que no estudies Periodismo para eso¡, me dijo. Y como no estudiaba periodismo para levantar falsos testimonios a nadie, pues lo dejé correr. Pero, hoy me pregunto, ¿si yo, que era la última mona de aquel zoo, ya conocía la trastienda de los mentideros, qué no sabrían los jefes de la manada?. ¿Cómo es posible que se hayan tapado tantos desatinos y ahora tengamos que enterarnos de lo que pasa por las revistas alemanas?. Pues muy fácil, porque en la mentira estábamos todos (periodistas, políticos, empresarios, banqueros, sindicalistas) encantados de conocernos.
Sabíamos perfectamente que no éramos, ni lo fuimos nunca en la historia reciente, la octava ni la vigésima potencia del mundo, pero cuando estuvimos representados en esos selectos grupos, hasta nos lo creímos.
Sabíamos que no se correspondía que un país como España tuviera dos circuitos de competición de la Fómula 1 de automovilismo. Pues esa mentira también nos venía bien y la pasamos por alto.
Y como la trampa rescampla, según decíamos en la Escuela de Priesca, pues aquí estamos, los que no éramos ni tan ricos, ni tan fuertes, recibiendo tortas de todas partes, porque el enemigo, que siempre está al acecho, acaba de descubrir nuestro flanco débil y nos puede dejar K.O de tantos golpes.
Ya comprobamos que en la mentira se vivía bien, pero como no hay bien que mil años dure, vale más aceptar la cruda realidad y levantarnos lo antes posible.



miércoles, 9 de mayo de 2012

Asturias, en picado y sin piloto

Asturias entierra hoy a Sergio Marqués, ex Presidente del Principado en la década de los noventa, una de las presidencias más convulsas de la era democrática. Pero como todo lo que está en manos de los políticos, raramente va a mejor, pues ahora estamos mucho peor que en aquella legislatura, ahora nos encontramos hasta sin Gobierno, y empiezo a pensar que vamos mejor así que gobernados por personas absurdas y ciegas, pero no de vista, que tendría arreglo, son ciegas de mente, y eso es mucho más grave.
Asturias va cayendo en picado, pero no tiene ningún comandante a bordo para corregir el rumbo y así, no hay duda que nos estrellamos.
Sergio Marqués fue durante cuatro años ese piloto que no se separó de la cabina de mando, a pesar de que, más de uno, intentó echarlo de su puesto. Parecía una persona débil, pero ahí demostró tener agallas para hacer frente a las turbulencias que intentaron desestabilizarlo a él y, de paso, a todos los asturianos, que casi no contamos para los que mandan.
Recuerdo un viaje a La Habana, enviada por La Voz de Asturias, para cubrir el desplazamiento de un grupo de vecinos de Quirós, encabezados por su alcalde, Agustín Farpón. En uno de los actos oficiales coincidí con el vicepresidente Fernández, conocido como el Gallego Fernández, de origen asturiano, que me preguntó por la situación en Asturias. Eran aquellos momentos de división del PP y yo le di mi opinión. Le dije que Marqués no había tenido la culpa del dislate. Me puso verde, así, sin más, me dijo que no tenía ni idea y defendió en todo momento a Álvarez Cascos, entonces vice presidente en Madrid. Yo llegué a la conclusión de que tenía sólo información de una parte.
Más tarde, creo que en el año 1998, también tuve ocasión de echarle un capote al entonces presidente Sergio Marqués. Fue en la Cumbre Iberoamericana de Oporto (Portugal) durante la rueda de prensa que ofreció el presidente cubano Fidel Castro. Recuerdo que no venía a cuento hablar allí de política doméstica, pero yo le pregunté si estaba dispuesto a recibir al presidente del Principado de Asturias, ya que todas las noticias que se publicaban decían lo contrario. Castro me contestó -todavía circulan por internet las transcripciones de la rueda de prensa- que sin ningún problema, hasta el punto que se ofreció a que Maqués le acompañara en el avión de vuelta a Cuba.
Como no podía ser de otra manera, era la coletilla que más repetía Sergio Marqués en sus intervenciones públicas y yo se la tomo prestada para decir que, como no puede ser de otra manera, lo de Asturias tiene que tener remedio. Aunque nos dejemos parte del tren de aterrizaje en el descenso en picado, tenemos que remontar vuelo y para eso le pediría al actual presidente en funciones Francisco Álvarez-Cascos, que igual que tuvo valor para ir a dar el pésame a la viuda de su enemigo político y ella tuvo la deferencia y la educación de recibirlo, tenga ahora, inmediatamente, el valor de darnos el pésame, o pedirnos disculpas, a los asturianos y, a partir de ahí, hacer todo lo posible para que nos creamos que su interés está en Asturias. Este ruego es extensible a los demás políticos, esos que tienen tantos asesores y tantos sueldos. No sé para qué quieren ni lo uno ni lo otro, no se lo merecen. Por mucho que se reduzcan los sueldos, o quieren hacernos ver que los reducen, siempre será mucho, para nada que hacen.
Sólo se me ocurre poner el piloto automático, que a efectos de Asturias, sería dejarla en manos de los funcionarios.
!Mi más sentido pésame a Elena, la viuda de Sergio Marqués¡

domingo, 6 de mayo de 2012

Los días de Gloria escasean

En la letra de La Marseillaise (1795), el himno nacional francés, hay una frase, -de las más suaves del texto-, en la que se les dice a los ciudadanos franceses que !ha llegado el Día de Gloria¡. Y eso parece ser que es lo que piensan esta noche millones de personas, tanto en Francia, como en el resto de Europa. Muchos han puesto en el nuevo presidente de la República, el socialista FranÇois Hollande, sus esperanzas como salvador de todas las patrias.
Miedo me da esa expectativa. De nada nos sirve la experiencia reciente en España. Pudimos ver que el Día de Gloria duró muy poco y las expectativas que despertaba el nuevo Gobierno no consiguen dar los frutos esperados.
Pues el Día de Gloria de Hollande, me temo que durará lo mismo que el agua en un cesto, y estoy segura que mañana, superada la resaca, menguarán a la mitad muchas de las promesas. De momento, en su primer discurso ya dijo que "la austeridad no puede ser una fatalidad en Europa". Yo quiero entender que apuesta por la austeridad. Y hasta donde yo le había escuchado, en la pre campaña, apostaba por el gasto con mucha más alegría de la que recomendaba su predecesor Sarkozy.
A mí me cuesta trabajo pensar que Hollande tenga una varita mágica para sacarnos del hoyo, sólo con aplazar los pagos de las deudas. Así lo que se consigue es prolongar más la agonía.
Del pozo sólo saldremos colocando muchos peldaños, para subirlos poco a poco. No hay ascensores con potencia suficiente para rescatarnos. La solución nos viene con imaginación, con paciencia. Si es verdad que la necesidad agudiza el ingenio, tenemos la oportunidad de demostrarlo poniéndonos manos a la obra.
La única promesa que imagino podrá cumplir Holande con cierta facilidad, será la de traer a sus militares de Afganistán. A nosotros los españoles nos llevó el presidente Rodríguez Zapatero después de sacarnos de Irak y allí seguimos, sin saber muy bien qué pintamos en ese territorio tan hostil.
Y como la política no es una ciencia exacta, en Grecia también se vive hoy un Día de Gloria, pero al revés. Allí perdió la izquierda y ganó la derecha, aunque podía darse la paradoja de que se junten en un Gobierno de Gloria para sacar el país adelante. Y esa es la única Gloria que nos podría sacar a todos del atolladero. Que nos uniéramos para empujar todos en la misma dirección.
Grecia, la democracia más antigua, que ya se comió el polvo del suelo, si consigue ese Gobierno de concentración, nos marcará el camino a seguir.
En España, no sé qué tendrá que pasar para que los políticos aproen todos la nave en la misma dirección y nos den un Día de Gloria.

sábado, 5 de mayo de 2012

Impagadosidad, la palabra de la crisis

Acabo de aprender una nueva palabra: impagadosidad.
No la había escuchado en ningún sitio hasta que se la leí al economista Santiago Niño Becerra en su artículo diario de La Carta de la Bolsa. Me sonaba muy raro, de hecho creo que no viene en el diccionario de la RAE, pero tiene su origen en la crisis económica. Se trata de definir a las personas, instituciones o empresas que nunca van a pagar lo que deben. Primero son morosos, es decir, que pagan tarde. Si esa tardanza se prolonga mucho en el tiempo, acaba en impago y, generalmente, el impago no tiene vuelta de hoja, y ya no es que paguen tarde, es que no pagarán nunca. Y esa cadena es desastrosa para cualquier economía: la doméstica, la de las empresas y la de las instituciones.
En un diccionario de términos económicos, Niño Becerra dice lo siguiente: "Morosidad e impagadosidad: dos caras de la misma realidad. ¿Por qué no pagan las empresas?, porque pagaban con créditos, y no se concede el número que sería necesario, ni por el importe que sería necesario, ni a quienes lo necesitan. ¿Por qué impagan las personas?, porque sus deudas ya no pueden crecer más, porque los revolvings ya no dan más de sí, y porque la ocupación se está hundiendo debido a que las empresas carecen de financiación para seguir con la rueda". 
 Mucha gente está convencida de que llegará un momento que el Estado Español no pueda pagar su deuda. Y, claro, si no paga papá Estado, cómo van a pagar los españolitos. Ha sido tan malo el ejemplo que dieron las instituciones públicas, dirigidas por políticos, y ha cundido tanto, que la bola de nieve es más que un glaciar que nos impide el paso.
Y yo me pregunto: la nieve ¿se puede quemar?, porque, con el frío económico que nos acucia, es difícil que se derrita.

jueves, 3 de mayo de 2012

Los periodistas de toda España ponen el grito en la calle

Los periodistas de toda España, convocados desde la FAPE (Federación de Asociaciones de la Prensa de España) salieron -salimos- hoy a la calle, con motivo del Día de la Libertad de Expresión. Se podría decir que los medios de comunicación, que salen y pisan la calle con menos frecuencia de la que debían, sólo tienen ojos para los poderosos, en especial para los políticos. No tenemos nada más que fijarnos en las principales noticias con las que se abren informativos y páginas de periódicos o revistas. Y esos poderosos nos tomaron la medida y ahora, además de ser protagonistas o fuentes de las noticias, quieren contarlas a su gusto y para eso presionan todo lo que pueden.
Una de las principales críticas en las concentraciones del 3 de Mayo, además de la precariedad laboral, estaba dirigida contra las ruedas de prensa sin preguntas. Pues eso, los políticos, sindicatos, empresas y cualquier don nadie que se precie, saben que todas las ruedas de prensa tienen cobertura, por más tonto que sea el motivo de la convocatoria. Porque es muy cómodo que te hagan un informativo a golpe de rueda de prensa. Visto lo visto, los convocantes dieron un giro de tuerca y ahora no se cortan un pelo en negarse a las preguntas. !Es el colmo de la idiotez¡. Porque a una rueda de prensa sin preguntas no se va, y punto.
Yo tuve que irme de una televisión local, en la que ejercía de jefa de informativos, por negarme a ir a todas las ruedas de prensa a las que nos convocaban. Los profesionales que tenía en el equipo protestaban ante los dueños porque les encargaba reportajes y noticias propias. Y eso da mucho vértigo, sobretodo si no tienes tablas. Es más cómodo sentarte en una silla, dispuesto a que te suelten el rollo, sin necesidad de prepararlo previamente, ni estar obligado a preguntar.
Ayer vi una película tonta, La pesca de Salmón en Yemen, pero hay un personaje que no tiene desperdicio. Es la jefa de prensa del Primer Ministro Británico, Patricia Maxwell (Kristin Scott Thomas), que mata por una foto de su señorito o de cualquier ministro, y para conseguirlo vale todo, mentiras, intrigas, menosprecio a los profesionales, etc. Y ese modus operandi no se queda en una película, es real como la vida misma, pero la culpa que tenemos nosotros no se la podemos achacar a los protagonistas de las noticias, con los que compadreamos con demasiada frecuencia. Nosotros podemos abusar de las fuentes de información, pero esas mismas fuentes también se aprovechan de la cercanía con los profesionales.
Hay miles de noticias para airear, para denunciar, pero como no pasamos del jefe de prensa de turno, como no salimos de los despachos, como no bajamos a la calle, nos quedamos en la anécdota.
El lema de hoy es: "Sin periodistas no hay periodismo y, sin periodismo no hay democracia". Pues hagamos periodismo en favor de la Democracia, no de los políticos de turno.
Estos días los profesionales de México están de luto por la muerte de Regina Martínez, corresponsal en Veracruz de la revista política Proceso. La asesinaron en su casa por escribir y denunciar situaciones que incomodan a los mafiosos y poderosos.
Espero que en España el periodismo nunca se convierta en un oficio con peligro de muerte.

miércoles, 2 de mayo de 2012

Nicolás Castellanos, ejemplo de la España que invierte en Bolivia

Espero que  el presidente boliviano, Evo Morales, no opte por nacionalizar al misionero Nicolás Castellanos (León, 1935), representante de la otra España en Bolivia. Me refiero a la España que da, sin pedir nada a cambio, es la España de los ciudadanos. Y Nicolás la conoce bien, se trata de la España que responde a sus peticiones de ayuda para la empresa que acometió hace veinte años en Santa Cruz de la Sierra (Bolivia). El misionero leonés puso en marcha en Bolivia el Plan 3000, dentro del Proyecto Hombres Nuevos, iniciativa que trata de ayudar a miles de personas sin recursos, proporcionándoles acceso a la enseñanza, la sanidad y la vivienda. Nicolás Castellanos -Premio Príncipe de Asturias en 1998- se surte de recursos económicos en España, la España de los ciudadanos, de las instituciones y casi seguro, conociendo a Nicolás Castellanos, la España de las empresas.
Sé que no es el único caso de cooperación con Bolivia. Conocido es en Mula (Murcia) el mercadillo que organiza cada año Isabel Valcárcel para recaudar fondos que le envia al obispo Juárez, en el Altiplano boliviano. Y así miles de ejemplos.
El presidente boliviano acaba de nacionalizar una empresa eléctrica de origen español. Yo espero que esos movimientos en la economía den los frutos necesarios para que la población civil consiga una mejor calidad de vida y no tenga nadie que mendigar en el exterior. Ya es curioso que Evo Morales nacionalice una eléctrica la mañana del 1 de Mayo y por la tarde inaugure la ampliación de una petrolera, también de origen español.
Y es que Bolivia cada día pisa más fuerte y el que quiera estar allí tendrá que cuadrarse ante las autoridades. A partir de sus reservas de sal, en Uyuni, tienen las mayores reservas de Litio (Li) del mundo. Y, teniendo en cuenta que este metal alcalino es muy importante en la fabricación de baterías, gracias a su facilidad para almacenar la energía, las salidas comerciales para Bolivia son muy altas. El Litio podría ser el sustituto del petróleo (vía automóviles eléctricos) y eso es mucho decir en los tiempos que corren.
Es duro ver cómo nos dan con la puerta en las narices en varios países de América del Sur. Son los hijos que se independizan y que, incluso superan las expectativas de los padres. España, la Madre Patria como se suele auto denominar, tendría que alegrarse de que sus hijos vuelen solos. Eso sí, lo que no es bueno es malcriarlos. Y también lo hicimos. Con la llegada al poder de Morales, el presidente Rodríguez Zapatero le condonó a Bolivia una deuda de 80 millones de dólares. Eso pasaba cuando nosotros creíamos que éramos ricos. Espero que cuando Bolvia sea rica, pero rica de verdad, se acuerde de nosotros.