Las teorías de Malthus son de las pocas cosas que me quedaron de mis años de estudiante de Derecho. Las recogía el libro de Derecho Político de Maurice Duverger y siempre me impresionaron. Grosso modo, éste autor inglés, experto en demografía, advertía de los peligros que corría la población mundial si crecía a una progresión geométrica, mientras la producción de alimentos lo hacía a una progresión aritmética. Por eso proponía reducir el crecimiento demográfico y, a su entender, los que primero sobraban eran los menos dotados, los más desgraciados, y así sucesivamente.
Esta semana, cuando me enteré del mensaje que nos envía el Fondo Monetario Internacional (FMI) sobre la esperanza de vida y las pensiones, me vino a la cabeza Malthus, pero corregido y aumentado por alumnos muy aventajados.
El Fondo da la voz de alarma sobre los riesgos de que la gente viva más de lo esperado. Y la voz de !firmes¡, a simple vista, no es tan descarada y tan cruel como las tesis de Malthus, pero por mucho que lo adornen, sólo les falta decir que se maten a todos los viejos, que sobran, que ya cumplieron. Terrible¡¡¡¡¡¡¡¡¡.
Pues vayamos mentalizándonos, que esto es sólo el aperitivo. Nos faltan, por lo menos, dos platos y postre. Y va a ser muy amargo, pues a pesar de que el Fondo esté dirigido por una mujer, no se van a andar con paños calientes, y entre ellos y los gobiernos nacionales, nos van a dar hasta dejarnos K.O.
Está claro que interesamos mientras somos productivos, mientras nos pueden exprimir algo, luego, cuando ya somos una rémora, no interesamos, hay que deshacerse del lastre y nos dejan tirados peor que a las colillas.
Por lo visto, las personas que viven muchos años son un riesgo para la sociedad, le llaman "riesgo financiero de longevidad". Y para acabar con ese riesgo no se les ocurre otra cosa que proponer que se bajen las pensiones, se aumenten las cotizaciones y que la edad de jubilación se fije en función de la esperanza de vida. Podemos imaginar que la siguiente ocurrencia será la eutanasia por decreto. Eso tiene otro nombre, pero prefiero ni mencionarlo.
Entre las sorpresas que nos esperan por conocer es que los que hoy están por los cincuenta, los nacidos a partir del año 1960, no cobrarán ningún tipo de pensión. No nos lo dicen, imagino, porque, en ése caso dejarían de cotizar, pero, por lo visto es el siguiente plato que nos servirán, y bien frío. Y ésta información no me la saco de la manga, se la escuché y se la leí al economista Santiago Niño Becerra, que también la lanza a las cuatro vientos, pero que no tiene tanta repercusión y tanto eco como las amenazas del FMI.
Pues eso es lo que nos espera, no nos matarán con munición, y así no tendrán sobre sus cabezas el genocidio del siglo XXI, pero nos empobrecerán aún más y nos dejarán morir por inanicción.
Un proverbio chino dice que vale más una buena crítica que mil elogios. Aquí haremos crítica constructiva para dar voz a los que no pueden hacerse oír en la Aldea Global de la que formamos parte y que, curiosamente, nos satura de información. Un ruido que nos aturde y nos impide distinguir el grano de la paja; la cordura de la herejía. Dedicado a Mariano José de Larra(1809-1837), autor del grito: ¡Escribir en España es llorar! y a quienes pensaron lo mismo, pero no se atrevieron a decirlo.
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1 comentario:
Lo de "riesgo financiero de longevidad" queda hasta elegante,aunque sea una bofetada...Yo,que nunca sería una alumna aventajada de Malthus -la economía no es lo mío- entendí perfectamente tu mensaje. Si algo me hace decantarme por lo personal en mi blog es que ahí tiene más cabida lo positivo. Ó, al menos, la opción de inventármelo...
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