A simple vista, el magnate estadounidense Sheldon Adelson, ese señor que está empeñado en perpetrar en España el timo del casino, podría pasar por un pobre de pedir, y tonto. !Vamos, lo más parecido a los personajes de Paco Martínez Soria¡, pero éste señor, como el actor español, no tiene un pelo de tonto, lo que pasa es que como persona inteligente que es se sabe hacer el tonto, delante de un tonto que se quiere hacer el inteligente. Y esos tontos de verdad son los representantes de Madrid y Cataluña que entran al trapo de sus propuestas de Gran Casino Eurovegas para España.
El presidente Mariano Rajoy dijo hace un mes que no eran tiempos de grandes fantasías, entiéndase auditorios por duplicado; autopistas para ir a buscar el pan; y museos para las muñecas de la abuela. No mencionó los casinos, pero se sobreentiende que esa iniciativa supera la fantasía y hasta la ciencia ficción. A quien se le ocurre que con la que está cayendo, lo que propone ése señor, que parece tonto, pero es listo, va a tener alguna salida en España, que estamos en la periferia de la periferia.
El otro día en una televisión nos ofrecieron un reportaje de la empresa de Casinos que tiene el americano en Shanghai, pero no repararon que en ese área del mundo, vive bastante más de la mitad de la población del planeta. Así por alto, podría sumar más de 4.000 millones de personas. Teniendo en cuenta, que hay poca gente dispuesta a perder el dinero así por las buenas, entre cuatro mil millones no faltarán nuevos ricos que roban con una mano y lo despilfarran con la otra. Pero aquí, en España, ¿qué tenemos alrededor?: Portugal, Francia, Italia, Irlanda, Reino Unido, no creo que lleguemos a los cuatrocientos millones, y además, de pobres.
¿Cuál es el juego?, habría que preguntárselo al señor americano que tiene tanto interés en asentarse en la Península, y a los políticos que están empeñados en ser los elegidos para sumar un desastre más a sus pésimas gestiones del dinero ajeno, que es el dinero público. Porque, con las mismas reglas del juego que exige el americano, habría muchos emprendedores españoles que estarían dispuestos a acometer iniciativas más loables que la de arruinar a la gente.
Y está claro que esto de los Casinos no tiene ideología. En Asturias contamos con un Casino en Gijón, gracias a los ímprobos esfuerzos de un gobierno socialista.
No abundan los reportajes sobre los desastres humanos que suponen los centros de juego. Si en vez de ir a Shanghai, los periodistas se quedaran en el Gran Casino de Madrid, por poner un ejemplo, y hablaran con la gente que sale desplumada, y, especialmente, con las familias que se encuentran de la noche a la mañana sin nada, ya lo veríamos de otro modo. Sí, ya sé que nadie te obliga a entrar en un centro de juego, pero si lo ponen tan fácil, los más débiles pican, hasta que se convencen de que nadie da duros a pesetas.
Como ejemplo de desastre, los políticos de Madrid tienen muy cerca a Seseña, la fantasía de 13.000 viviendas del pocero Francisco Hernando, que dejó tiradas a miles de familias y ahora, al estilo del americano, intenta tomar el pelo a los guineanos, pero no sé si se dejaran engañar. Los catalanes tienen bastante cerca el fiasco de Gran Scala, que se intentó montar hace bien poco en Los Monegros (Aragón) -proyectaban invertir 17.000 millones de euros en 32 casinos, 70 hoteles y 6 parques temáticos- y que se quedó en nada, porque no tenían un duro. Era el otro timo del Casino, también con políticos entregados, !pero a los de ahora no les sirve escarmentar en cabeza ajena¡.
Un proverbio chino dice que vale más una buena crítica que mil elogios. Aquí haremos crítica constructiva para dar voz a los que no pueden hacerse oír en la Aldea Global de la que formamos parte y que, curiosamente, nos satura de información. Un ruido que nos aturde y nos impide distinguir el grano de la paja; la cordura de la herejía. Dedicado a Mariano José de Larra(1809-1837), autor del grito: ¡Escribir en España es llorar! y a quienes pensaron lo mismo, pero no se atrevieron a decirlo.
domingo, 29 de abril de 2012
miércoles, 25 de abril de 2012
Las injusticias del bachiller
La entrevista, por entregas, de La Nueva España al profesor y escritor Francisco García Pérez me retrotrajo a mis años de estudiante, interna en colegio de monjas. Después de cuarenta años de aquella experiencia, nunca superé el trauma carcelario. Hasta el punto que cuando se celebraron los 25 años de la liberación, las compañeras organizaron un encuentro. Mi primera reacción fue de rechazo. No quería revivir aquello por nada del mundo. Al final acepté en un intento de curar esa herida, pero no sirvió de nada. No consigo olvidar -aunque las haya perdonado hace tiempo- las injusticias que cometían con la gente.Yo siempre despotriqué contra la enseñanza que me dieron, con el trato recibido, pero casi nunca tuve la misma respuesta de mis compañeras, que sí guardan buenos recuerdos.
Pero con la entrevista de Francisco García me vi completamente reflejada, utiliza las mismas palabras que digo yo cada vez que tengo oportunidad.
A una pregunta de Javier Cuervo sobre su primera crisis religiosa, Francisco García dice lo siguiente: "Fue en el bachiller superior me desvinculé de ese club de la vulgaridad de los escolapios cazurros del Colegio de Loyola. No me parecían seres espirituales, sino funcionarios de la religión, gente con un fondo de maldad, que pegaban, que insultaban, que eran muy injustos, premiaban a los ricos y jodían a los pobres. Empecé a sentir rencor social porque daban el premio a Juan García Morán, porque era fíu de Morán, y no a García Pérez, porque era fíu de obrerete. Alfonso y Rufino Orejas ganaban todos los concursos por manipulación descarada".
Por mi parte, al cabo de cuarenta años pude desentrañar la maniobra que me hicieron para birlarme la posibilidad de presentarme al concurso de redacción de Coca-Cola, una de las pocas oportunidades que había de medirse en esa materia. El año pasado se lo contaba, por enésima vez, a mi prima Lety, que iba al mismo curso. Le decía que estaba segura que era yo la persona que había hecho la mejor redacción del curso, pero como yo no era santo de devoción de las monjas -no era hija de.., ni les hacía la pelota- eligieron a otra alumna. Mi prima no daba crédito a mis sospechas. Al cabo de unos meses se lo comentó a una amiga suya y, curiosamente, fue ella la que me sacó de dudas. La cosa había sido más complicada de lo que yo imaginaba, pues la alumna elegida para competir en el concurso no lo hizo con su redacción, sino que las monjas le adjudicaron la que había hecho la amiga de mi prima, que tenía 16 años y no se podía presentar por superar las edad de 14.
La lista de reproches sería muy larga y, a estas alturas de la vida, ya no merece la pena ni verbalizarlos, pero sí es bueno que conste, porque esas injusticias se cometieron con niños y niñas, a los que provocaron muchos sinsabores. !Menos mal que, a pesar de sus zancadillas, pudimos salir adelante¡.
Sólo me queda decirles, !que su Dios los perdone¡
Pero con la entrevista de Francisco García me vi completamente reflejada, utiliza las mismas palabras que digo yo cada vez que tengo oportunidad.
A una pregunta de Javier Cuervo sobre su primera crisis religiosa, Francisco García dice lo siguiente: "Fue en el bachiller superior me desvinculé de ese club de la vulgaridad de los escolapios cazurros del Colegio de Loyola. No me parecían seres espirituales, sino funcionarios de la religión, gente con un fondo de maldad, que pegaban, que insultaban, que eran muy injustos, premiaban a los ricos y jodían a los pobres. Empecé a sentir rencor social porque daban el premio a Juan García Morán, porque era fíu de Morán, y no a García Pérez, porque era fíu de obrerete. Alfonso y Rufino Orejas ganaban todos los concursos por manipulación descarada".
Por mi parte, al cabo de cuarenta años pude desentrañar la maniobra que me hicieron para birlarme la posibilidad de presentarme al concurso de redacción de Coca-Cola, una de las pocas oportunidades que había de medirse en esa materia. El año pasado se lo contaba, por enésima vez, a mi prima Lety, que iba al mismo curso. Le decía que estaba segura que era yo la persona que había hecho la mejor redacción del curso, pero como yo no era santo de devoción de las monjas -no era hija de.., ni les hacía la pelota- eligieron a otra alumna. Mi prima no daba crédito a mis sospechas. Al cabo de unos meses se lo comentó a una amiga suya y, curiosamente, fue ella la que me sacó de dudas. La cosa había sido más complicada de lo que yo imaginaba, pues la alumna elegida para competir en el concurso no lo hizo con su redacción, sino que las monjas le adjudicaron la que había hecho la amiga de mi prima, que tenía 16 años y no se podía presentar por superar las edad de 14.
La lista de reproches sería muy larga y, a estas alturas de la vida, ya no merece la pena ni verbalizarlos, pero sí es bueno que conste, porque esas injusticias se cometieron con niños y niñas, a los que provocaron muchos sinsabores. !Menos mal que, a pesar de sus zancadillas, pudimos salir adelante¡.
Sólo me queda decirles, !que su Dios los perdone¡
domingo, 22 de abril de 2012
La Tierra pide auxilio¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡
Por lo visto, hoy es el Día de la Tierra y a mí lo primero que se me ocurre es decir !Pobre Planeta¡, esquilmado por 7.000 millones de depredadores que somos nosotros, los habitantes que nos reproducimos como los conejos.
!Pobre Tierra¡, que nos cobija, que nos alimenta, y nosotros se lo agradecemos a bofetada limpia. Hoy leí una entrevista de un científico que hacía un repaso de la evolución humana y se retrotraía a cuando vivíamos en el arbolado. Imagino que seríamos los monos que hoy están en extinción. Luego, hace millones de años, bajamos a la sabana africana, y ahí empezamos a socializarnos. Hasta hoy, que ya no sabemos si estamos socializados como racionales o como irracionales. Imagino que si pensásemos y actuásemos como racionales, no seríamos tan tontos de acabar con la mano que nos da de comer.
Pondré uno de los ejemplos que tengo más cerca. Estos días hay mucha gente sesuda pensando en qué le pasa a la Ría de Villaviciosa (Asturias), que está muy enferma y muy contaminada. Se toman como cabezas de turco, lo más fácil, que son algunas empresas ribereñas. Pero me niego a pensar que nadie haya caído en que buena parte del problema radica en los herbicidas y demás venenos con los que se "bautiza" la tierra y que, curiosamente, no se evaporan.
Algunos políticos, que tuvieron mando en plaza y no hicieron nada por la causa, ahora se declaran los salvadores del planeta y así no vamos a ningún lado.
Repasando algunos documentos de la antigua PAC, Política Agrícola Común, de hace más de treinta años, decían textualmente, que "la reforma no podía hacer abstracción del peso que representan los agricultores y sus familias en la economía y sociedad rural". Pues curiosamente, lo que sucedió con las políticas agrícolas de la Unión Europea, fue todo lo contrario. Acabaron con los agricultores y ganaderos y, de paso, acabaron con el medio rural. Decía el texto, que traduzco del francés: "Los agricultores juegan un papel primordial para la protección del medio ambiente y el mantenimiento del patrimonio natural en Europa". Bueno, pues en el caso de Asturias, lo que tenemos son pueblos fantasmas, envejecidos y un avance asombroso del matorral, esas plantas que tanto les gustan a los ecologistas de asfalto.
No sé cuando llegará el momento que la Tierra sea el objetivo a salvar, no a destruir.
En marzo también se celbró el Día del árbol. En el fondo, son buenas intenciones que no nos llevan a ninguna parte, más allá de un titular o un propósito de enmienda que se olvida a la vuelta de la esquina.
Apostemos por la Tierra, pero todos los días¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡
!Pobre Tierra¡, que nos cobija, que nos alimenta, y nosotros se lo agradecemos a bofetada limpia. Hoy leí una entrevista de un científico que hacía un repaso de la evolución humana y se retrotraía a cuando vivíamos en el arbolado. Imagino que seríamos los monos que hoy están en extinción. Luego, hace millones de años, bajamos a la sabana africana, y ahí empezamos a socializarnos. Hasta hoy, que ya no sabemos si estamos socializados como racionales o como irracionales. Imagino que si pensásemos y actuásemos como racionales, no seríamos tan tontos de acabar con la mano que nos da de comer.
Pondré uno de los ejemplos que tengo más cerca. Estos días hay mucha gente sesuda pensando en qué le pasa a la Ría de Villaviciosa (Asturias), que está muy enferma y muy contaminada. Se toman como cabezas de turco, lo más fácil, que son algunas empresas ribereñas. Pero me niego a pensar que nadie haya caído en que buena parte del problema radica en los herbicidas y demás venenos con los que se "bautiza" la tierra y que, curiosamente, no se evaporan.
Algunos políticos, que tuvieron mando en plaza y no hicieron nada por la causa, ahora se declaran los salvadores del planeta y así no vamos a ningún lado.
Repasando algunos documentos de la antigua PAC, Política Agrícola Común, de hace más de treinta años, decían textualmente, que "la reforma no podía hacer abstracción del peso que representan los agricultores y sus familias en la economía y sociedad rural". Pues curiosamente, lo que sucedió con las políticas agrícolas de la Unión Europea, fue todo lo contrario. Acabaron con los agricultores y ganaderos y, de paso, acabaron con el medio rural. Decía el texto, que traduzco del francés: "Los agricultores juegan un papel primordial para la protección del medio ambiente y el mantenimiento del patrimonio natural en Europa". Bueno, pues en el caso de Asturias, lo que tenemos son pueblos fantasmas, envejecidos y un avance asombroso del matorral, esas plantas que tanto les gustan a los ecologistas de asfalto.
No sé cuando llegará el momento que la Tierra sea el objetivo a salvar, no a destruir.
En marzo también se celbró el Día del árbol. En el fondo, son buenas intenciones que no nos llevan a ninguna parte, más allá de un titular o un propósito de enmienda que se olvida a la vuelta de la esquina.
Apostemos por la Tierra, pero todos los días¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡
jueves, 19 de abril de 2012
José Andrés, a pesar de Savater, entre los más influyentes del mundo
La misma semana que el escritor Fernando Savater arremetía contra los profesionales de la cocina, en concreto contra los cocineros estrella, uno de ellos era incluido por la revista The Time entre las 100 personas más influyentes del mundo. Me refiero al cocinero asturiano José Andrés, que ocupa el número veintiuno de ésa lista, un superman polifacético, que lo mismo divulga la imagen de España en los Estados, como dirige con aplomo su cadena de restaurantes, como hace ayuda humanitaria. Entrevisté a José Andrés hace muchos años, cuando despegaba su negocio en la capital de Estados Unidos y cuando en España era un desconocido, me refiero entre el gran público. Más tarde ya se dio a conocer en televisión, con un programa de cocina en TVE que nos acercó a su singular estilo de comunicar.
Berta Suárez, nos dice esta semana en su blog que a mal tiempo, buena cocina. Yo diría, que en tiempos de crisis o de tribulaciones, lo más importante en la cocina es la imaginación, para hacer el milagro de multiplicar los panes y los peces. Los cocineros estrella marginan a los pobres en sus negocios, pero luego se ve que también saben hacer una tortilla a la francesa, o a la española, que, generalmente es el plato que más les gusta a ellos.
Dice Savater que los cocineros no hacen arte. Yo creo que es arte, aunque efímero, y también conlleva mucha investigación, una faceta de la que adolecemos en España. Es un arte efímero y dura lo que tardamos en comérnoslo, pero lo mejor es que permanece en nuestra mente. Y no sólo es arte el trabajo de los más conocidos, los que llevan el premio de las estrellas de las guías de restauración o de los blogs especializados. El arte, como el Dios de Santa Teresa, está en todos los fogones, siempre que el trabajo se enfoque a la satisfacción de los comensales. Así lo reconocen la mayor parte de los gurús de la cocina, que no dudan en reconocer que sus fuentes de inspiración han sido sus madres o abuelas, en su mayor parte, guisanderas de pueblo. Algunos, como Nacho Manzano, han sabido llevar a lo más alto esos negocios familiares.
A mí, que no me gusta cocinar -aunque lo hago casi todos los días-, disfruto tanto con el menú del día de 15 eros, como si elijo a la carta. Hoy escuchaba a Arzak que en su casa el precio anda por los 200 euros. Yo no me lo puedo permitir, pero no tengo nada en contra de quien lo puede pagar y lo disfruta.
El blog de mi amiga Marién, Te veo en Madrid, es una prueba del interés de miles de personas por acertar a la hora de elegir un establecimiento para una cena o comida, tanto por motivos de trabajo o particulares.
Curiosamente, los cocineros son lo más importante que podemos exportar en éste momento, como se ve con la lista de The Time, en la que ya salió hace años Adriá. Y, curiosamente, se trata de empresas privadas que salen adelante, gracias al trabajo y la dedicación de un equipo que no vive de las subvenciones, aunque, entre sus clientes, haya quien cobre de los presupuestos y pague con tarjeta Visa.
Berta Suárez, nos dice esta semana en su blog que a mal tiempo, buena cocina. Yo diría, que en tiempos de crisis o de tribulaciones, lo más importante en la cocina es la imaginación, para hacer el milagro de multiplicar los panes y los peces. Los cocineros estrella marginan a los pobres en sus negocios, pero luego se ve que también saben hacer una tortilla a la francesa, o a la española, que, generalmente es el plato que más les gusta a ellos.
Dice Savater que los cocineros no hacen arte. Yo creo que es arte, aunque efímero, y también conlleva mucha investigación, una faceta de la que adolecemos en España. Es un arte efímero y dura lo que tardamos en comérnoslo, pero lo mejor es que permanece en nuestra mente. Y no sólo es arte el trabajo de los más conocidos, los que llevan el premio de las estrellas de las guías de restauración o de los blogs especializados. El arte, como el Dios de Santa Teresa, está en todos los fogones, siempre que el trabajo se enfoque a la satisfacción de los comensales. Así lo reconocen la mayor parte de los gurús de la cocina, que no dudan en reconocer que sus fuentes de inspiración han sido sus madres o abuelas, en su mayor parte, guisanderas de pueblo. Algunos, como Nacho Manzano, han sabido llevar a lo más alto esos negocios familiares.
A mí, que no me gusta cocinar -aunque lo hago casi todos los días-, disfruto tanto con el menú del día de 15 eros, como si elijo a la carta. Hoy escuchaba a Arzak que en su casa el precio anda por los 200 euros. Yo no me lo puedo permitir, pero no tengo nada en contra de quien lo puede pagar y lo disfruta.
El blog de mi amiga Marién, Te veo en Madrid, es una prueba del interés de miles de personas por acertar a la hora de elegir un establecimiento para una cena o comida, tanto por motivos de trabajo o particulares.
Curiosamente, los cocineros son lo más importante que podemos exportar en éste momento, como se ve con la lista de The Time, en la que ya salió hace años Adriá. Y, curiosamente, se trata de empresas privadas que salen adelante, gracias al trabajo y la dedicación de un equipo que no vive de las subvenciones, aunque, entre sus clientes, haya quien cobre de los presupuestos y pague con tarjeta Visa.
lunes, 16 de abril de 2012
Cómo poner a Botsuana en el mapa
El traspié del Rey de España en África nos sirvió para poner a Botsuana en el mapa. Creo que, al final, la fractura de cadera será la mejor forma de ayudar a ése país del sur del continente africano. No me cabe duda que a partir de hoy las agencias de viajes tendrán muchas consultas y reservas de cazadores de fotos que elegirán Botsuana como destino turístico en las próximas vacaciones. En el fondo, tiene morbo poder hacer el mismo viaje Real, aunque sea para dormir al raso y poder inmortalizar a los animales en safari fotográfico.
Lo más cerca que estuve de Botsuana (para mí Bostwana) fue en mi viaje a Malawi, también un país del interior, aunque con muchos kilómetros de costa del lago Malawi, y más pobre que el que eligió el Rey para su cacería.
En Malawi vi mucha pobreza humana, pero mucha dignidad. Sus gestos, su saber estar son propios de altas cunas, aunque las suyas no existan.
Poco sabemos de los cerca de dos millones de habitantes de Botsuana, ex colonos británicos, aunque no hace falta indagar mucho para imaginar que la precariedad es la reina de la casa, por mucho que nos digan que estamos ante uno de los países más próspero, o menos pobre, de África.
Aquí ya acabamos con los osos, los urogallos, los salmones y otras muchas especies, y ahora no nos privamos en sondear otros cotos. No me puedo creer que en Botsuana sobren elefantes. Si así fuera, lo más normal sería que se utilicen para repoblar otras reservas o parajes, donde ya desaparecieron.
No somos nada, pero seguimos creyéndonos los reyes de la Sabana, y actuamos como tal. Estoy segura que la mayor parte de los nativos no saben dónde está España, igual que la mayoría de nosotros no podríamos situar en el mapa su territorio.
A todos se nos puede caer un tiesto en la cabeza o resbalar en la piel de un plátano, pero yo me pregunto ¿cómo es posible que de todos los asesores, médicos personales y parientes de Don Juan Carlos, nadie le haya quitado de la cabeza la idea de ir de caza?.
Y si el nieto, que se disparó en un pié, estaba temblando por la bronca que le iba a caer por parte del abuelo, al abuelo, que también nos echa broncas y nos da consejos a todos, eso sí, muy educadas y subliminales, ¿quien le aconseja, o quien le recrimina sus actos?.
Botsuana también es una bofetada para los periodistas o comunicadores, que no se enteran, o no nos enteramos, por donde anda el Jefe del Estado. Bueno, sí, nos enteramos de lo que quieren los jefes de prensa, pero noticia, lo que se dice noticia (aquello que alguien trata de ocultar en alguna parte del mundo), no se pilla una.
Acabo de escuchar que Argentina nacionalizó el petróleo de REPSOL y nos rasgamos las vestiduras. Nosotros lo hicimos en muchas ocasiones. Ayer me enteré, gracias a mi amigo Eduard Mairlot, que La Real Compañía Asturiana de Minas, más tarde Real Compañía Asturiana de Zinc, fundada a principios del siglo XIX por ciudadanos belgas, fue invitada a abandonar la actividad en España, o mejor a abandonar la titularidad, a mediados del siglo XX, y hoy la consideramos empresa asturiana.
Una muestra más de que no somos propietarios de nada. Nos dejan disfrutar algunas cosas, pero eso sí, previo pago de contribuciones u otra pléyade de impuestos y derechos de sucesión.
Lo más cerca que estuve de Botsuana (para mí Bostwana) fue en mi viaje a Malawi, también un país del interior, aunque con muchos kilómetros de costa del lago Malawi, y más pobre que el que eligió el Rey para su cacería.
En Malawi vi mucha pobreza humana, pero mucha dignidad. Sus gestos, su saber estar son propios de altas cunas, aunque las suyas no existan.
Poco sabemos de los cerca de dos millones de habitantes de Botsuana, ex colonos británicos, aunque no hace falta indagar mucho para imaginar que la precariedad es la reina de la casa, por mucho que nos digan que estamos ante uno de los países más próspero, o menos pobre, de África.
Aquí ya acabamos con los osos, los urogallos, los salmones y otras muchas especies, y ahora no nos privamos en sondear otros cotos. No me puedo creer que en Botsuana sobren elefantes. Si así fuera, lo más normal sería que se utilicen para repoblar otras reservas o parajes, donde ya desaparecieron.
No somos nada, pero seguimos creyéndonos los reyes de la Sabana, y actuamos como tal. Estoy segura que la mayor parte de los nativos no saben dónde está España, igual que la mayoría de nosotros no podríamos situar en el mapa su territorio.
A todos se nos puede caer un tiesto en la cabeza o resbalar en la piel de un plátano, pero yo me pregunto ¿cómo es posible que de todos los asesores, médicos personales y parientes de Don Juan Carlos, nadie le haya quitado de la cabeza la idea de ir de caza?.
Y si el nieto, que se disparó en un pié, estaba temblando por la bronca que le iba a caer por parte del abuelo, al abuelo, que también nos echa broncas y nos da consejos a todos, eso sí, muy educadas y subliminales, ¿quien le aconseja, o quien le recrimina sus actos?.
Botsuana también es una bofetada para los periodistas o comunicadores, que no se enteran, o no nos enteramos, por donde anda el Jefe del Estado. Bueno, sí, nos enteramos de lo que quieren los jefes de prensa, pero noticia, lo que se dice noticia (aquello que alguien trata de ocultar en alguna parte del mundo), no se pilla una.
Acabo de escuchar que Argentina nacionalizó el petróleo de REPSOL y nos rasgamos las vestiduras. Nosotros lo hicimos en muchas ocasiones. Ayer me enteré, gracias a mi amigo Eduard Mairlot, que La Real Compañía Asturiana de Minas, más tarde Real Compañía Asturiana de Zinc, fundada a principios del siglo XIX por ciudadanos belgas, fue invitada a abandonar la actividad en España, o mejor a abandonar la titularidad, a mediados del siglo XX, y hoy la consideramos empresa asturiana.
Una muestra más de que no somos propietarios de nada. Nos dejan disfrutar algunas cosas, pero eso sí, previo pago de contribuciones u otra pléyade de impuestos y derechos de sucesión.
sábado, 14 de abril de 2012
FMI, alumno aventajado de Malthus
Las teorías de Malthus son de las pocas cosas que me quedaron de mis años de estudiante de Derecho. Las recogía el libro de Derecho Político de Maurice Duverger y siempre me impresionaron. Grosso modo, éste autor inglés, experto en demografía, advertía de los peligros que corría la población mundial si crecía a una progresión geométrica, mientras la producción de alimentos lo hacía a una progresión aritmética. Por eso proponía reducir el crecimiento demográfico y, a su entender, los que primero sobraban eran los menos dotados, los más desgraciados, y así sucesivamente.
Esta semana, cuando me enteré del mensaje que nos envía el Fondo Monetario Internacional (FMI) sobre la esperanza de vida y las pensiones, me vino a la cabeza Malthus, pero corregido y aumentado por alumnos muy aventajados.
El Fondo da la voz de alarma sobre los riesgos de que la gente viva más de lo esperado. Y la voz de !firmes¡, a simple vista, no es tan descarada y tan cruel como las tesis de Malthus, pero por mucho que lo adornen, sólo les falta decir que se maten a todos los viejos, que sobran, que ya cumplieron. Terrible¡¡¡¡¡¡¡¡¡.
Pues vayamos mentalizándonos, que esto es sólo el aperitivo. Nos faltan, por lo menos, dos platos y postre. Y va a ser muy amargo, pues a pesar de que el Fondo esté dirigido por una mujer, no se van a andar con paños calientes, y entre ellos y los gobiernos nacionales, nos van a dar hasta dejarnos K.O.
Está claro que interesamos mientras somos productivos, mientras nos pueden exprimir algo, luego, cuando ya somos una rémora, no interesamos, hay que deshacerse del lastre y nos dejan tirados peor que a las colillas.
Por lo visto, las personas que viven muchos años son un riesgo para la sociedad, le llaman "riesgo financiero de longevidad". Y para acabar con ese riesgo no se les ocurre otra cosa que proponer que se bajen las pensiones, se aumenten las cotizaciones y que la edad de jubilación se fije en función de la esperanza de vida. Podemos imaginar que la siguiente ocurrencia será la eutanasia por decreto. Eso tiene otro nombre, pero prefiero ni mencionarlo.
Entre las sorpresas que nos esperan por conocer es que los que hoy están por los cincuenta, los nacidos a partir del año 1960, no cobrarán ningún tipo de pensión. No nos lo dicen, imagino, porque, en ése caso dejarían de cotizar, pero, por lo visto es el siguiente plato que nos servirán, y bien frío. Y ésta información no me la saco de la manga, se la escuché y se la leí al economista Santiago Niño Becerra, que también la lanza a las cuatro vientos, pero que no tiene tanta repercusión y tanto eco como las amenazas del FMI.
Pues eso es lo que nos espera, no nos matarán con munición, y así no tendrán sobre sus cabezas el genocidio del siglo XXI, pero nos empobrecerán aún más y nos dejarán morir por inanicción.
Esta semana, cuando me enteré del mensaje que nos envía el Fondo Monetario Internacional (FMI) sobre la esperanza de vida y las pensiones, me vino a la cabeza Malthus, pero corregido y aumentado por alumnos muy aventajados.
El Fondo da la voz de alarma sobre los riesgos de que la gente viva más de lo esperado. Y la voz de !firmes¡, a simple vista, no es tan descarada y tan cruel como las tesis de Malthus, pero por mucho que lo adornen, sólo les falta decir que se maten a todos los viejos, que sobran, que ya cumplieron. Terrible¡¡¡¡¡¡¡¡¡.
Pues vayamos mentalizándonos, que esto es sólo el aperitivo. Nos faltan, por lo menos, dos platos y postre. Y va a ser muy amargo, pues a pesar de que el Fondo esté dirigido por una mujer, no se van a andar con paños calientes, y entre ellos y los gobiernos nacionales, nos van a dar hasta dejarnos K.O.
Está claro que interesamos mientras somos productivos, mientras nos pueden exprimir algo, luego, cuando ya somos una rémora, no interesamos, hay que deshacerse del lastre y nos dejan tirados peor que a las colillas.
Por lo visto, las personas que viven muchos años son un riesgo para la sociedad, le llaman "riesgo financiero de longevidad". Y para acabar con ese riesgo no se les ocurre otra cosa que proponer que se bajen las pensiones, se aumenten las cotizaciones y que la edad de jubilación se fije en función de la esperanza de vida. Podemos imaginar que la siguiente ocurrencia será la eutanasia por decreto. Eso tiene otro nombre, pero prefiero ni mencionarlo.
Entre las sorpresas que nos esperan por conocer es que los que hoy están por los cincuenta, los nacidos a partir del año 1960, no cobrarán ningún tipo de pensión. No nos lo dicen, imagino, porque, en ése caso dejarían de cotizar, pero, por lo visto es el siguiente plato que nos servirán, y bien frío. Y ésta información no me la saco de la manga, se la escuché y se la leí al economista Santiago Niño Becerra, que también la lanza a las cuatro vientos, pero que no tiene tanta repercusión y tanto eco como las amenazas del FMI.
Pues eso es lo que nos espera, no nos matarán con munición, y así no tendrán sobre sus cabezas el genocidio del siglo XXI, pero nos empobrecerán aún más y nos dejarán morir por inanicción.
sábado, 7 de abril de 2012
La soledad como bien necesario
Ayer estaba tomando un café en Gijón y llegaron al establecimiento dos turistas (les delataba la indumentaria, la mochila y la cámara de fotos). Nada más sentarse, el señor fue a buscar un periódico de tirada nacional y la señora abrió su pequeño ordenador portátil y se puso a navegar. Me llamó la atención la poca comunicación de la pareja, pero no le dediqué más tiempo, hasta que hoy me encontré con una reseña de la norteamericana Sherry Turkle, psicóloga, socióloga, doctorada en Harvard y, hasta ahora, una gran defensora de las nuevas tecnologías como instrumento de desarrollo de los humanos.
A pesar de su apuesta por los antiguos ordenadores y teléfonos móviles, Sherry Turkle, profesora en el famoso MIT (Masschusetts Institute of Technology), cree que la evolución de los nuevos sistemas y de las Redes Sociales está dejando a mucha gente, de todas las edades, sin privacidad y, lo que es peor, sin soledad. Esta mujer apuesta ahora, en contra de lo que predicó durante años, por la soledad necesaria y por la comunicación personal como elementos imprescindibles para el desarrollo de la persona, por eso anima a DESCONECTAR a los internautas y demás usuarios de aparatos electrónicos. Sí, cree que nos estamos metiendo en una burbuja artificial que no nos lleva a ningún sitio.
Sabemos que muchos jóvenes se encierran en sus habitaciones para relacionarse con sus amistades, pero luego son incapaces de mirar a los ojos a su interlocutor. !Son verdaderos urones¡.
Esta mujer, Sherry Turkle, tuvo el valor de decir lo que pensaba a las personalidades más influyentes del mundo de las nuevas tecnologías y lo hizo en un sitio tan selecto como es la conferencia TED (Tecnología, Entendimiento, Diseño), plataforma de una Fundación creada en Estados Unidos en 1984 y cuyo objetivo es: divulgar ideas dignas de ser conocidas.
Al escuchar y leer a ésta experta comprobamos que los aparatitos nos tienen cada vez más enganchados y, aunque no se trata de eliminarlos de nuestras vidas, sí nos aconseja administrar los tiempos.
Lo puedo entender, porque muchas veces me pregunto cómo algunas personas pueden estar tanto tiempo presentes en las redes y otros servicios. Yo entro de pascuas a ramos en mis redes y las alimento de media, una vez por semana, y ya me parece mucho tiempo. Hacerlo a diario ya es trabajo. Imagino que muchos casos serán remunerados, pero la mayoría es por amor al arte. Mi admiración para quienes tienen la paciencia y el aliento de conservar su presencia en las Redes para estar al cabo de la actualidad.
Teniendo en cuenta que esto de los Medios Sociales no hizo más que empezar, y que dentro de poco no necesitaremos salir de casa ni para votar, tomo las palabras de la experta Sherry Turkle y apuesto por la soledad como un bien necesario, pero no la soledad en compañía de máquinas, la soledad a pelo, y también por la sociedad en compañía, pero no de las máquinas, sino de nuestras amistades.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)