Foto. Juan Reibelo |
Si el año trece ya era un mal número para muchos, el hecho de que arranque en un martes puede alimentar los malos augurios. Si vale de algo, les diré que este año será malo, coincida con cualquier número. Por eso lo mejor es afrontarlo con optimismo y con la convicción de que, pase lo que pase, no nos van a ahogar en el miedo. Nos podrán poner boca abajo y movernos hasta que se nos caiga el último euro que llevemos en el bolsillo, pero, esos usureros y ladrones maquillados de benefactores, no podrán con nosotros.
Sí, a esos que suelen ir a los cultos, -no importa de qué confesíón o creencia religiosa- y para acallar su conciencia dan los mayores donativos, no les temblará el pulso a la hora de esquilmar a todo el que se mueve.
Es martes, y empieza el 2013, ¡Feliz Año a tod@s!
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