Algunos aún trabajan con el burro. Imagen de esta tarde en Gijón. |
Es curioso que en el mismo paquete que nos daban un sablazo a la cartera, con no sé cuántos recortes, nos comunican que darán 2.000 euros a quienes decidan cambiar de coche y, de paso, consideran viejos los coches con más de doce años.
Pues sí, el mío entra en ese grupo. Tiene trece años y 305.000 kilómetros, pero me niego a entrar en el juego del Gobierno y ponerme a cambiar de coche. Para mí es un coche nuevo. Nunca tuvo una avería y la chapa podría aguantar otros trece. ¿Porqué lo voy a cambiar, para hacerle un favor al concesionario? Pues no. Además, lo que nos oculta el Gobierno, y lo sabe muy bien, es que, dentro de muy poco, lo más probable será que no podamos comprar gasolina, porque no tendremos dinero para pagarla, bien porque suba el combustible (que subirá), o porque nos bajen aún más los salarios o las pensiones (que bajarán), con lo que tendremos coche nuevo, pero sin poder rodarlo.
Una vez más ¡Viva el derroche!, quien dijo crisis, si tenemos un parque móvil de última generación.
Tampoco me creo que el Plan intente ahorrar energía. Lo único que ahorra energía es reducir la velocidad y, por lo que veo, están pensando en subir de 120 a 130 kilómetros/hora en autopistas.
Este Plan, debería prohibirlo Bruselas, pero no, Bruselas (entiéndase UE) está encantada con que nos endeudemos aún más, para que tengamos que pedir más dinero y pagar más intereses. ¡Qué círculo vicioso en el que nos meten! y del que somos incapaces de salir.
El Plan Pive es un indicador más de que el Gobierno aún no se enteró que estamos en crisis. Y si tenemos que apretarnos el cinturón para la Sanidad, la Educación y otros servicios de primera necesidad, tendremos que pensarnos dos veces la gran inversión que supone la compra de un coche, por muchas ayudas que nos den, que en el fondo, sólo es un anzuelo en el que piquemos para beneficiar a las empresas fabricantes, más que a los trabajadores.
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