jueves, 10 de noviembre de 2016

Un puerto de marea en Güetes, homenaje a Carlos I

Isolina Cueli
El ayuntamiento de Villaviciosa convoca a los vecinos para un concurso de ideas que se puedan incorporar al programa conmemorativo del 500 aniversario del desembarco en Tazones, en 1517, del que hoy conocemos como Carlos I de España (1500-1558), nieto de los Reyes Católicos e hijo de Juana I de Catilla y Felipe I el Hermoso, de Flandes.
A principios de verano escribí que Villaviciosa estaba de espaldas a la Ría y sugería que se habilitase un puerto de marea en El Salín para abrir a la ría la fachada marítima Oeste del casco urbano.
Hoy vuelvo a repetirlo como idea para quien corresponda y la cedo a todos los vecinos que deseen respaldarla y remitirla como suya, al ayuntamiento.
A Carlos I lo subieron aguas arriba a bordo de una falúa -embarcación con camarote- desde Tazones al puerto del Puente Güetes, a las afueras de Villaviciosa, aprovechando la marea de la tarde, según el testimonio de Laurent Vital, cronista flamenco que viajaba en el séquito.
Sería una buena ocasión para recuperar ese puerto o esos amarres centenarios que ya existían en Villaviciosa y que se fueron perdiendo por la desidia. No planteo dragar la Ría, que sería muy caro. Con las mareas medianas y grandes se puede llegar a El Salín y a Güetes sin problema. Bueno, con las mareas grandes, que suben mucho, sí hay un problema, porque los ingenieros que diseñaron el puente de madera que cruza el brazo de ría en la zona del parque de Riaño lo dejaron tan bajo que, incluso, una pequeña falúa de las actuales tiene problemas para pasar.
No se trata de echar hormigón en ningún sitio, sólo de clavar unas estacas que sirvan de amarre para embarcaciones. Lo normal en cualquier pueblo que tenga un acceso fluvial o marítimo.
Para la efeméride, se quieren recrear las rutas por las que pasó el entonces príncipe Carlos I, un adolescente de 17 años, que pocos meses más tarde juraba la Corona de Castilla y tres años después, en 1520, accedía al trono del Imperio Germánico. Sería una buena ocasión para potenciar esa ruta marítima desde Tazones a Güetes, o desde El Puntal para evitar atravesar la barra en la costa de Rodiles. Y también sería un buen pretexto para cortar los matorrales que adornan la ría.
En la hoja de ruta del viaje desde Flandes -actual Bélgica- se había fijado la costa de Cantabria como punto de entrada en España, pero una tormenta desvió las embarcaciones casi cien millas hacia el Oeste y, contra todo pronóstico, aparecieron en Tazones.

Imagino que buena parte de la comitiva de cuarenta barcos habrá hecho el recorrido hasta Villaviciosa, por tierra A esa gente también se la puede recordar y homenajear recuperando el camino milenario que va de Tazones a la Villa, que tiene unas vistas impresionantes sobre la costa cantábrica en el primer tramo, desde El Catalín a Liñero; cuando se baja a San Martín y Bedriñana el espectáculo natural nos lo ofrece la ría. Arreglar este camino tampoco supone mucho gasto para las arcas municipales y podrías sustituir a la fantasiosa ruta que se quiere hacer paralela a la carretera, y que costaría muchos miles de euros que no tenemos. Lo más importante en ese camino que utilizaron durante cientos de años los vecinos de Tazones, es el mantenimiento. Se trata de una ruta en plena naturaleza, sin los ruidos de la carretera, que permite contemplar la flora y la fauna en su hábitat.
¡Buen camino!

1 comentario:

Rafael Secades dijo...

Que bonito Isolina, nada menos que un puerto de marea......excelente idea que quizás, otra vez, sobrepasa la mentalidad de nuestros gobernantes incluso de numerosos vecinos.....ESO NO VALE PARA NADA!!!.......el progreso, la prosperidad, el reconocimiento turístico llega por las cosas mas inverosimiles, UN PUERTO DE MAREA ES UNA IDEA BRILLANTE!!!!!