Isolina
Cueli
En
los años ochenta Cubera -Asociación de Amigos del Paisaje de
Villaviciosa- lanzó la campaña Salvar Valdediós y
tuvo éxito. Consiguió que el Gobierno del Principado de Asturias invirtiera
cientos de millones de pesetas en restaurar las ruinas del
monasterio, a la vez que creó una escuela-taller de cantería de la
que salieron muchos jóvenes con un oficio.
Ocuparon
el convento monjes cistercienses, pero se fueron en 2009. Les sucedió la comunidad de San Juan, que abandonó
en 2012.
El
arzobispo de Oviedo, Jesús Sanz Montes promoció hace cuatro años otra
campaña para repoblar Valdediós. Invitó a una docena
de monasterios a instalarse en el cenobio benedictino de
Villaviciosa, y recibió otras tantas respuestas negativas, hasta que
hace seis meses aceptaron su oferta las carmelitas samaritanas de
Valladolid. Se trataba de "dotar de alma" los muros de Valdediós y en
poco tiempo ambas partes llegaron a un acuerdo, que se materializó la semana
pasada con la presencia femenina en el complejo monacal. Son una joven
comunidad de 30 hermanas -en Valdediós se quedarán 12-, escisión
de las Carmelitas Descalzas, aunque ellas prefieren hablar de
refundación.
Detalle del calzado de las carmelitas samaritanas. Isolina Cueli |
Lo
que no sabían estas monjas es que la Divina Providencia les tenía
preparada una sorpresa en forma de murciélagos. Nada más poner los
pies en Valdediós se enteraron que el monasterio no estaba vacío,
lo habita desde hace años una nutrida comunidad de 300 murciélagos,
que tienen hasta un biólogo para su mantenimiento.
No
hubo gritos ni aspavientos, las monjas, haciendo honor a su
sobrenombre, harán de buenas samaritanas, como en la parábola,
Lucas (10, 25-37), y serán misericordes con los quirópteros. Eso
sí, prefieren que no se interpongan en su camino.
El
nicho de murciélagos se encuentra en el claustro abierto y, de
momento, no han invadido las dependencias de la clausura,
gracias a todo un trabajo de artesanía, a base de trampillas para
evitar que se cuelen por los huecos de las techumbres.
Cuando
me contaron ésta historia, el día de la presentación de la nueva comunidad en Valdediós, sugerí que llevasen a una cueva la colonia de mamíferos voladores,
pero por lo visto es imposible. Hay tres especies protegidas,
perfectamente identificadas, incluso anilladas, y no se les puede
alterar; tanto es así, que a mí puede caerme una bronca por
desvelarles a ustedes éste secreto. Así que, ¡por favor! los
curiosos, absténganse de molestar a las monjas a causa de los
murciélagos.
Las monjas también hicieron su reportaje gráfico. Isolina Cueli |
En el monasterio hay poca cobertura de internet, y ni siquiera en todas las dependencias, otro
obstáculo que deben salvar las religiosas para ejercer su apostolado exterior a través de facebook; youtube; instagrán o twitter, redes en las que son muy activas.
Mi admirado Joaquín Rubio Camín (1929-2007),
un místico del arte, eligió Valdediós para vivir y fue fiel al lugar. Cerca está mi maestra de
cerámica Charo Cimas, artesana con los pies en la tierra.
Espero
que las carmelitas samaritanas, que aún no les asignaron capellán,
disfruten muchos años del regalo que les hacemos todos los
asturianos a través de la Iglesia diocesana, propietaria del
edificio, y que, imagino, nunca las desahuciará, como les pasó en
Valladolid.
También
espero que el arzobispo haya visto los matorrales en la espiga del
campanario románico de Santa María (1200), horribles de cualquier manera
que los mires: de perfil, de canto o de frente.
1 comentario:
Si en lugar de tres especies de murcielagos,fuesen tres familias de seres humanos desahuciados por los bancos.¿Seguirian ahi?
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