miércoles, 12 de noviembre de 2014

¡¡¡Menudos empresarios!!!!

Las tres Cámaras de Comercio de Asturias (Oviedo, Gijón y Avilés) tienen que desaparecer porque lo manda la Ley Básica de Cámaras de Comercio aprobada hace meses por el Gobierno de España, que sólo contempla una Cámara por provincia. Ahora deben ser las autonomías las que legislen, a su medida, cómo serán las futuras organizaciones camerales.
No sé lo que va a hacer el Principado, pero sí acabo de leer en La Nueva España lo que tratan de hacer los empresarios. En vez de fusionar, de una vez, las tres actuales, lo que se les ocurre es crear una cuarta Cámara, antes de matar a las tres vigentes. ¡Menos mal que son empresarios y se les supone capacidad para administrar los recursos!. En este caso los recursos provienen, entre otras fuentes, de las aportaciones de los empresarios, la mayoría pequeños empresarios que tienen que hacer verdaderos esfuerzos para cumplir con esta contribución. Y por si no tuvieran bastante, en Asturias, y en toda España, los empresarios duplican esfuerzos y crean otro organismo, que son las Organizaciones de empresarios, en Asturias, la Federación Asturiana de Empresarios, FADE, aglutinadas en la CEOE. Luego cada sector tiene sus propias asociaciones, con lo cual, las pobres Pymes están hartas de tanta burocracia.
No me quiero perder la pelea por la ubicación de esa nueva Cámara que tiene que haber en Asturias. Conociendo cómo funcionan los localismos, imagino que la decisión más sabia sería ubicarla en Llanera. En tierra de nadie y, a la vez, equidistante para todos. ¿Y qué va a pasar con el patrimonio de las tres cámaras?. ¿Quien se quedará con los terrenos de la Feria de Muestras de Gijón, que Pedro García Rendueles compró, poco a poco, y que hoy forman uno de los solares más interesantes de la ciudad?.
Estos días me están llegando correos en los que se me advierte de las consecuencias negativas que tendrá para Europa en Tratado Trasatlántico de Libre Comercio entre Estados Unidos y Europa. Curiosamente, detrás de esta maniobra comercial, que, según todos los indicios, supondrá una considerable ventaja para los americanos, está la Cámara de Comercio de los Estados Unidos, que nos va a colar y colocar de todo.
Ya me gustaría encontrar una noticia económica en la que haya participado alguna Cámara de todas las que pululan en España, muy ocupadas en impartir cursos de formación.
A los empresarios se les presupone iniciativa, capacidad de riesgo, audacia y amor al trabajo. Cualidades que están muy lejos de las que se pueden ver en los directivos de las organizaciones camerales y empresariales, centrados en otras tareas, muy distintas a las de velar por los intereses de sus representados.

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