
El espíritu crítico que mueve éste blog me obliga a enseñar alguno de los basureros que se encuentran en la ría. En este caso, el foco de contaminación se puede ver en el puente de la Enciena, camino de Selorio. Por ahí pasan a diario los vigilantes y me extraña que no den la voz de alerta para sanear el espacio en el que se detienen muchas personas. Imagino que son esas mismas personas las que dejan los restos de comida, de plásticos, las defecaciones y demás guarrerías.

Hace años, denuncié el mal estado en el que se encontraba la caseta del cangrejeru, ubicada en ese misma zona, y a la semana siguiente, operarios de la administración se encargaron de desmontarla y evacuar a tierra todos los restos de las maderas.
Si se produjese el milagro de que alguien se decida a limpiar la zona estaría encantada de contarlo. Tampoco me importaría colaborar en la limpieza.
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