La cantautora Cecilia (1948-1976) triunfó en los años setenta con la canción Un ramito de violetas, que dice así:
Era feliz en su matrimonio, aunque su marido era el mismo demonio. Tenía el hombre un poco de mal genio, y ella se quejaba de que nunca fue tierno. Desde hace ya más de tres años, recibe cartas de un extraño, cartas llenas de poesía, que le han devuelto la alegría. Quién la escribía versos, dime quién era, quién la mandaba flores por primavera, quién cada 9 de noviembre, como siempre y sin tarjeta, la mandaba un ramito de violetas. A veces sueña y se imagina, cómo será aquel que tanto la estima. Sería un hombre más bien de pelo cano, sonrisa abierta y ternura en las manos. No sabe quién, sufre en silencio, quién puede ser su amor secreto y vive así, de día en día, con la ilusión de ser querida. Quién la escribía versos, dime quién era, quién cada 9 de noviembre la mandaba un ramito de violetas. Y cada tarde, al volver su esposo, cansado del trabajo, la mira de reojo y no dice nada, porque lo sabe todo. Sabe que es feliz, así de cualquier modo, porque él es quien la escribe versos, él es su amante, su amor secreto, y ella, que no sabe nada, mira a su marido, y luego calla. Quién la escribía versos, dime quién era, quién la mandaba flores por primavera, quién cada 9 de noviembre, como siempre y sin tarjeta, la mandaba un ramito de violetas.
Esta tarde estaba arreglando unas flores y me vino a la cabeza esa canción. O quizás estaba pensando en el zafarrancho del nueve de noviembre que tenemos entre manos y me vino a la cabeza la canción.
Y repasando ahora la letra, viene perfectamente a cuento. Cataluña y el resto de España, son ese matrimonio que no se entiende, a pesar de que se envían flores todo el año y justo el 9 de noviembre el regalo es un ramito de violetas.
Yo espero y deseo que de aquí a esa fecha consigan sentarse a hablar. Que no repitan los errores de ese matrimonio que describe la cantante Cecilia, en el que faltaba la comunicación y cada uno iba por su lado. Ella pensando que tenía un amante y él sin atreverse a mostrar sus sentimientos en público ni en privado.
Mi propuesta para el 9 de noviembre próximo es que todos nos regalemos un ramito de violetas!
Un proverbio chino dice que vale más una buena crítica que mil elogios. Aquí haremos crítica constructiva para dar voz a los que no pueden hacerse oír en la Aldea Global de la que formamos parte y que, curiosamente, nos satura de información. Un ruido que nos aturde y nos impide distinguir el grano de la paja; la cordura de la herejía. Dedicado a Mariano José de Larra(1809-1837), autor del grito: ¡Escribir en España es llorar! y a quienes pensaron lo mismo, pero no se atrevieron a decirlo.
lunes, 29 de septiembre de 2014
miércoles, 24 de septiembre de 2014
La fachada del mediodía, tapiada
Fachada sur de la residencia de ancianos de Lastres. |
Imagino que los vecinos de Lastres estarían encantados con la construcción de este servicio en su pueblo, pero hora se tienen que conformar con verla por fuera. Y esa vista tampoco es muy agradable, porque lo primero que chirría en el pueblo es la orientación del edificio, con la fachada del Sur, del mediodía, convertida en un muro de adoquines y una salida de emergencia.
Panorámica de Lastres, con las casas orientadas al mediodía. |
Las viviendas sociales, delante de la Residencia. |
Si eso lo hace cualquier vecino de Lastres, lo abrasan con la burocracia y le llevan a gastar un dineral, para obligarle a cumplir las normas que ellos se saltan a la torera.
miércoles, 3 de septiembre de 2014
Caddy Adzuba, premio a la Concordia
La periodista congoleña Caddy Adzuba ha sido premiada hoy con el Príncipe de Asturias de la Concordia. Una buena noticia para los periodistas, pero sobre todo, para las mujeres congoleñas, a las que Caddy da voz por todo el mundo.
Más que voz, es un grito de auxilio que tiene poco eco, a pesar de los esfuerzos de esta profesional que no se cansa de denunciar las agresiones que sufren las mujeres de su país, de manos de los señores de la guerra silenciosa que se libra en la República Democrática del Congo (África).
En mayo de 2013 escuché en Oviedo la conferencia de Caddy Adzuba, que había sido invitada por la Asociación Parres-Kinshasa, -que preside Thaïs Ordiales-, además de la colaboración de la Asociación de la Prensa de Oviedo, el Gobierno del Principado y la inestimable ayuda de la productora Bettina Caparrós. Es muy difícil reproducir sus palabras, por la crueldad que ejercen los paramilitares contra las mujeres, utilizadas como arma de destrucción masiva. Es una masacre que no trasciende más allá del dolor de las familias y ante el que muchos dirigentes y organizaciones internacionales miran para otro lado.
La RD del Congo es un país muy rico en minerales, entre los que se encuentra el coltán, y la guerra se libra por dominar los terrenos en cuyo subsuelo está el verdadero tesoro.
Según Caddy Adzuba, estamos ante una guerra de multinacionales. Pero las multinacionales, somos todos. Todos los que, por ejemplo, compramos teléfonos sin ton ni son. Aunque no lo parezca, cada uno de nosotros tenemos en nuestra mano el arma del consumo ordenado y coherente.
Felicidades a Caddy Adzuba por el Premio, que la hará más visible en España!.
Adzuba, en Oviedo, 2013, con Ordiales y Caparrós, derecha. |
En mayo de 2013 escuché en Oviedo la conferencia de Caddy Adzuba, que había sido invitada por la Asociación Parres-Kinshasa, -que preside Thaïs Ordiales-, además de la colaboración de la Asociación de la Prensa de Oviedo, el Gobierno del Principado y la inestimable ayuda de la productora Bettina Caparrós. Es muy difícil reproducir sus palabras, por la crueldad que ejercen los paramilitares contra las mujeres, utilizadas como arma de destrucción masiva. Es una masacre que no trasciende más allá del dolor de las familias y ante el que muchos dirigentes y organizaciones internacionales miran para otro lado.
La RD del Congo es un país muy rico en minerales, entre los que se encuentra el coltán, y la guerra se libra por dominar los terrenos en cuyo subsuelo está el verdadero tesoro.
Según Caddy Adzuba, estamos ante una guerra de multinacionales. Pero las multinacionales, somos todos. Todos los que, por ejemplo, compramos teléfonos sin ton ni son. Aunque no lo parezca, cada uno de nosotros tenemos en nuestra mano el arma del consumo ordenado y coherente.
Felicidades a Caddy Adzuba por el Premio, que la hará más visible en España!.
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